Dos ministros extreme?os

Habr¨ªa muchas cosas que preguntar a los dos ministros extreme?os, como, por ejemplo, sobre la separaci¨®n, manipulada desde Madrid, de C¨¢ceres y Badajoz, queriendo que esta ¨²ltima provincia forme parte de Andaluc¨ªa occidental. Tambi¨¦n pod¨ªamos preguntar por esa Instituci¨®n que pretende, desde tiempo inmemorial y por iniciativa real, ayudar a los humanos; tambi¨¦n podemos considerar la ineficacia y el equ¨ªvoco regional del monasterio de Guadalupe, que deber¨ªa ser honra de Extremadura y de Espa?a entera, y que est¨¢ reducido a ser centro de religiosidad ultramontana y fuente de ingresos tur¨ªsticos. Igualmente, nos podemos detener en Trujillo, noble villa hace m¨¢s de veinte siglos fundada y que est¨¢ ahogada por ganaderos sin escr¨²pulos, que impiden todo posible desarrollo y obliga a los trujillanos a emigrar o a ser jornaleros de dos duros de por vida. ?C¨®mo va a explicar a sus paisanos el se?or Oliart, flamante ministro de Industria y Energ¨ªa que, sin autorizaci¨®n gubernamental definitiva se est¨¦ construyendo desde hace tiempo la controvertida central nuclear de Valdecaballeros? ?No est¨¢ claramente expresada al respecto la voluntad de los extreme?os frente a los intereses de las compa?¨ªas privadas? Los extreme?os se pueden sacrificar por el pa¨ªs, pero no a beneficio del se?or Oriol y otros.Y el se?or S¨¢nchez de Le¨®n, ?va a ser m¨¢s f¨¢cil conseguir una cama en los hospitales de C¨¢ceres? ?Vamos a saber por qu¨¦ la gente esconde en sus casas a los hijos subnormales? ?Podr¨¢n tener los ancianos de nuestros pueblos una atenci¨®n m¨¢s humana?... ?Y el tabaco? ?Y las comunicaciones? ?Y la Universidad de Extremadura? ?Y el ?Plan Badajoz?? ?Y el trasvase Tajo-Segura? ?Y el ferrocarril que empezara Primo de Rivera?...