Tropezar en la misma piedra
Miembro del comit¨¦ ejecutivo del PCE
En el n¨²mero de EL PAIS correspondiente al domingo 10 de julio se publica un art¨ªculo de Fernando Claud¨ªn titulado Dos tentaciones peligrosas. En ¨¦l rebate la tesis de que lo mejor para la democracia espa?ola habr¨ªa sido la formaci¨®n de un Gobierno de concentraci¨®n democr¨¢tica, desde el Centro a los comunistas; o al menos, si no se desea la participaci¨®n comunista, un Gobierno del Centro y del PSOE. La tesis fue expuesta por Santiago Carrillo, repetida en su informe al Pleno de CC del PCE y aprobada un¨¢nimemente por ¨¦ste.
El art¨ªculo de Fernando Claud¨ªn es interesante por los problemas que plantea. Pero yo no estoy de acuerdo con las ideas principales del mismo. Los problemas puestos sobre el tapete son harto interesantes y una discusi¨®n sobre los mismos puede ser muy clarificadora. Sobre todo, a la vista del primer debate habido en el Congreso sobre los grupos parlamentarios.
No me parece ocioso decir que la tesis expuesta por Santiago Carrillo, al ser aprobada por el CC, es la opini¨®n del PCE. Incluso es l¨ªcito decir que lo era ya antes, pues esa tesis es una consecuencia directa de la pol¨ªtica del partido.
Es verdad que tanto el PSOE como la UCD se han opuesto a la formaci¨®n de un Gobierno de concentraci¨®n democr¨¢tica. Est¨¢n en su derecho de hacerlo. Pero tambi¨¦n es verdad que, por tratarse de un problema nacional, que interesa a todos los espa?oles, tenemos derecho a opinar sobre ¨¦l.
Una idea central de Fernando Claud¨ªn es que la situaci¨®n del PSOE en este hipot¨¦tico Gobierno Centro-PSOE ser¨ªa, ?evidentemente, una situaci¨®n minoritaria y subordinada como corresponde a la relaci¨®n de fuerzas en el Congreso y en el Senado?. (El subrayado es m¨ªo.) Desde un punto de vista esquem¨¢tico, num¨¦rico, haciendo abstracci¨®n de la vida, de la lucha pol¨ªtica y de la situaci¨®n concreta del pa¨ªs, el argumento de Fernando parece irrebatible. Pero desde el punto de vista marxista, dial¨¦ctico, teniendo en cuenta la situaci¨®n en que vivimos hoy, ni es irrebatible, ni es justo. A?ade Fernando: ?El PSOE no podr¨ªa participar en el Gobierno, en las condiciones actuales, m¨¢s que someti¨¦ndose en lo esencial a esa pol¨ªtica (la del Centro, la de la gran burgues¨ªa), corresponsabiliz¨¢ndose con ella, con el consiguiente quebrantamiento de su influencia en la masa popular que lo ha votado.? ?Por qu¨¦, inevitablemente, tendr¨ªa que someterse, corresponsabilizarse y quebrantarse el PSOE? Claro est¨¢ que puede hacer eso. Pero tambi¨¦n puede hacer lo contrario: Elaborar con el Centro un programa de gobierno en el que sean ten¨ªdos en cuenta, al hacer frente a la grave situaci¨®n econ¨®mica y al resolver los problemas pol¨ªticos, los intereses de los trabajadores, de los pensionistas modestos, de los peque?os y medianos comerciantes y empresarios, etc¨¦tera, y trabajar firmemente en el Gobierno, en el Congreso y en el Senado para que ese programa se realice. Y, al mismo tiempo, explicar en la calle su pol¨ªtica, para que las masas se movilicen y presionen de manera pac¨ªfica y responsable en favor de ella. Puede hacer todo eso y mucho m¨¢s sin romper nada, siendo un partido serio, gubernamental, que no falta a sus compromisos gubernamentales, capaz de defender el inter¨¦s nacional al mismo tiempo que el de las masas populares. Esa pol¨ªtica y ese Gobierno -mejor a¨²n con la participaci¨®n del PCE- son los ¨²nicos que pueden hacer frente a la situaci¨®n actual, remontar la crisis econ¨®mica y consolidar y desarrollar la democracia. No solamente no quebrantar¨ªa al PSOE, sino que acrecentar¨ªa y consolidar¨ªa su prestigio.
Seg¨²n Fernando Claud¨ªn, ?cada vez que la socialdemocracia ha participado en Gobiernos con partidos representantes de la gran burgues¨ªa, o ha gobernado sola, lo ha hecho con justificaciones muy semejantes a las que hoy utiliza el secretario general del PCE para fundamentar su propuesta de participaci¨®n del PSOE en el Gobierno y -si fuera posible- el propio PCE?.
Yo no creo que lo realmente importante de cualquier pol¨ªtica sean sus ?justificaciones ?, sino su contenido real. No lo que se diga, sino lo que se haga. Y no cree, que lo caracter¨ªstico de la pol¨ªtica so cialdem¨®crata sea su participaci¨®n en gobiernos con partidos representantes de la gran burgues¨ªa, sino el contenido de esa participaci¨®n, lo que han hecho, lo mismo cuando han gobernado en coalici¨®n que cuando han formado Gobierno solos. Se puede participar en un Gobierno con partidos burgueses para actuar de simples comparsas, para someterse, corresponsabilizarse y, en consecuencia, desprestigiarse; o gobernar solos para ?adminisirar lealmente? el capitalismo, Esa es la pol¨ªtica socialdem¨®crata. Pero se puede participar tambi¨¦n en un Gobierno para, desde dentro y desde fuera de ¨¦l, impulsar el desarrollo de la democracia, de fender los intereses populares, empujar la obra de transforma ci¨®n de la sociedad hacia el socialismo. Esta pol¨ªtica no tiene nada que ver con la socialdemocracia.
Se puede, igqalmente, realizar una pol¨ªtica oportunista dederecha y una pol¨ªtica oportunista de izquierda. En Espa?a tenemos, en la actividad pol¨ªtica del PSOE, dos ejemplos hist¨®ricos, entre otros, que testimonian lo que digo.
En 1931, al proclamarse la Rep¨²blica, el PSOE particip¨® en el Gobierno con los partidos republicanos burgueses. Dispon¨ªa de una gran fuerza en el Parlamento y en la calle. En los casi dos a?os que dur¨®, el Gobierno hizo muchas cosas muy positivas. Pero no realiz¨® lo fundamental: reforma agraria, democratizaci¨®n efectiva del aparato del Estado, etc¨¦tera. No lo hizo porque el PSOE se someti¨® a los partidos republicanos burgueses, march¨® a remolque de ellos. El resultado fue el quebrantamiento del Gobierno y del PSOE, el triunfo de la reacci¨®n en las elecciones de 1933, que dio lugar al ?bienio negro?, con el aumento de la represi¨®n, el aplastamiento de la insurrecci¨®n obrera de octubre de 1934 en Asturias...
En 1936, las izquierdas, unidas en el FP, volvieron a ganar las elecciones. Seg¨²n Juli¨¢n Zugazagoitia y otros muchos testimonios, Prieto y Negr¨ªn, entre otros socialistas, hicieron todo lo posible para que el PSOE participase en el Gobierno. Cre¨ªan que era la ¨²nica manera de evitar que la reacci¨®n pudiera realizar sus planes de aplastamiento de la Rep¨²blica y de la democracia. Es posible -aunque hubiera sido muy dif¨ªcil en aquella situaci¨®n- que si Prieto y otros socialistas como ¨¦l hubiesen participado en el Gobierno, lo hubieran hecho con el mismo esp¨ªritu de 1931-33. Pero lo que me parece indudable, visto con la perspectiva de hoy, es que si el PSOE hubiera participado en el Gobierno en 1936, y realizado en ¨¦l una pol¨ªtica no extremista, pero s¨ª firme en defensa de la democracia y de la Rep¨²blica, el levantamiento militar del 18 dejulio habr¨ªa podido ser evitado, y con ¨¦l las tremendas consecuencias que trajo para toda Espa?a, para todo el pueblo. Porque el Poder no habr¨ªa estado ¨²nicamente en manos de hombres como Aza?a y Casares Quiroga, cuya miopia e ingenuidad pol¨ªticas, y su temor a la clase obrera (creo que hubo de todo en su actitud) permitieron preparar abiertamente, o casi, la sublevaci¨®n militar. Pero el PSOE -seg¨²n la opini¨®n de su ala izquierda, mayoritaria- no particip¨® en el Gobierno porque no quer¨ªa repetir la triste experiencia de 1931-33. Es decir, subsan¨® un error hist¨®rico cometiendo otro mayor, de, pavorosas consecuencias para Espa?a, y, en primer lugar, para los trabajadores, cuyos intereses representaba.
Tengo que a?adir que es proba ble tambi¨¦n la responsabilidad del PCE entonces, si no vio el problema. Pero el PCE s¨®lo ten¨ªa diecisiete diputados y su actitud no era decisiva. La del PSOE, s¨ª.
Esas dos actitudes, de signo contrario -derechista la primera, izquierdista la segunda-, son el anverso y el reverso de una misma pol¨ªtica oportunista. Yo no rememoro esos ejemplos para combatir¨¢ los camaradas socialistas ni en un intent¨® de debilitar al PSOE: en Espa?a no se consolidar¨¢ la democracia, no podremos ir al socialismo si no es con la participaci¨®n destacada del PSOE, y esos objetivos son los objetivos de los comunistas. Lo hago pensando en la situaci¨®n de hoy. ?Va a tropezar ahora el PSOE en la misma piedra, haci¨¦ndonos tropezar a todos? Yo tengo que decir con dolor, con toda cordialidad para los camaradas del PSOE, pero tambi¨¦n con entera claridad, que hay muchos s¨ªntomas indicativos de que el PSOE de hoy no ha asimilado aquella doble y tremenda experiencia.
El art¨ªculo de Fernando Claud¨ªn me hace pensar que ¨¦l tampoco la ha asimilado. Repetidamente habla de ?alternativa de poder de la izquierda?, presi¨®n de la izquierda en el Congreso y en la calle, etc¨¦tera. Sobre estas y otras cuestiones volveremos en un pr¨®ximo art¨ªculo. Me da la impresi¨®n de que, a semejanza del PSOE, sigue movi¨¦ndose en el, mismo nivel de 1936, con el mismo primitivismo pol¨ªtico de entonces. Pero han pasado cuarenta a?os, ?tremendos a?os!, y no podemos volver a tropezar en las mismas o parecidas piedras en que tropezamos anta?o. No puede perder nuestro pueblo esta nueva oportunidad hist¨®rica de establecer, consolidar y desarrollar un regimen de verdad democr¨¢tico, que haga imposible la vuelta al pasado y abra de par en par las puertas del futuro.
Yo estoy convencido de, que el Gobierno de concentraci¨®n democr¨¢tica propuesto por Santiago Carrillo es el ¨²nico que puede dar soluci¨®n efectiva a los problemas de Espa?a en esta hora. La realidad lo demostrar¨¢ as¨ª ?Ojal¨¢ lo comprendan a tiempo los que hoy no lo ven!
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