La hora de medidas energ¨¦ticas/y 2
Economista ingeniero por la Escuela Superior de Petr¨®leo de Par¨ªsLa importancia y urgencia de una nueva pol¨ªtica energ¨¦tica nacional, a elaborar y abordar con gran impulso y decisi¨®n, queda puesta de relieve por la desfavorable situaci¨®n del sector de la energ¨ªa en Espa?a expuesta en la edici¨®n de EL PAIS de ayer, as¨ª como por las perspectivas internacionales de ,nuevos y progresivos encarecimientos agravados por la posible escasez de energ¨ªa primaria en la d¨¦cada de 1980.
La amplia gama de medidas posibles en orden a desarrollar una nueva pol¨ªtica energ¨¦tica admiten clasificarse en a largo o medio plazo y en a corto, debido a inercias t¨¦cnicas, gradualidad de aplicaci¨®n y necesidad de instrumentalizaci¨®n. En principio, pueden considerarse comunes y participando de ambos tipos:
Niveles y sistemas de precios disuasorios del consumo, mediante aumentos sustanciales v¨ªa impuestos, supresi¨®n de mecanismos regresivos y estimulantes del consumo, introducci¨®n gradual de progresividades, desaparici¨®n de tarifas protegidas, creaci¨®n de diferenciaciones geogr¨¢ficas en tarifas el¨¦ctricas y precios petrol¨ªferos y m¨¢s adelante horarias y estacionales para las primeras.
- Reordenaci¨®n de la industria de la energ¨ªa por subsectores y en particular en el del petr¨®leo mediante correcciones estructurales y reordenaci¨®n de los dispersos intereses p¨²blicos, as¨ª como elaboraci¨®n de una aut¨¦ntica pol¨ªtica gubernamental de compra de crudos para ahorrar divisas, reducci¨®n de la exploraci¨®n petrolera en el exterior, que es poco interesante, protecci¨®n del medio ambiente y conciencia p¨²blica de la necesidad de reducir consumos.
Por otra parte, conviene destacar:
- Las necesidades de inversi¨®n en el sector de la energ¨ªa para alcanzar determinados objetivos ascender¨¢n en alrededor de ocho a?os a m¨¢s de dos billones de pesetas de 1977, de las que alrededor del 70% corresponder¨¢n a la industria el¨¦ctrica. Esto plantea no s¨®lo problemas de financiaci¨®n, sino tambi¨¦n de viabilidad en funci¨®n de los requerimientos del resto de los sectores econ¨®micos y sobre todo teniendo en cuenta que la industria energ¨¦tica es d¨¦bil generadora de puestos permanentes de trabajo.
- Los encarecimientos de la energ¨ªa a nivel de precios pueden reducir el ya d¨¦bil acceso a la misma de la clase trabajadora, planteando la conveniencia de considerar como en algunos otros pa¨ªses compensaciones fiscales especificas u otras y en contrapartida para rentas salariales reales por debajo de determinados niveles.
Medio y largo plazo
Las principales medidas a medio y largo, seg¨²n objetivos prioritarios, pueden resumirse esquem¨¢ticamente:
a) Conservaci¨®n de la energ¨ªa:
Funcionamiento y expansi¨®n de la econom¨ªa vinculados a industrias no intensivas en energ¨ªa, reordenaci¨®n de los transportes con preponderancia del ferrocarril y est¨ªmulos a la implantaci¨®n de industrias cerca de centros consumidores.
- Reducci¨®n de consumos espec¨ªficos de energ¨ªa en las industrias por reconversi¨®n y modernizaci¨®n de sus equipos en plazos dados, mediante compromiso de estas con la Administraci¨®n a cambio de desgravaciones fiscales y financiaciones, como en otros pa¨ªses.
- Disminuci¨®n de las necesidades dom¨¦sticas de energ¨ªa mediante prohibici¨®n de todo nuevo edificio sin aislamientos t¨¦rmicos y supresi¨®n de la fabricaci¨®n de las marcas, aparatos y equipos m¨¢s fuertemente consumidores.
- Reducci¨®n relativa de los consumos de carburantes por negociaci¨®n y obligaci¨®n a los fabricantes nacionales de autom¨®viles a prototipos con ahorros espec¨ªficos, grav¨¢menes sobre veh¨ªculos con altos consumos y organizaci¨®n de transportes colectivos.
b) Incremento y m¨¢ximo aprovechamiento del patrimonio nacional de recursos energ¨¦ticos primarios:
- Fuerte impulso a la exploraci¨®n de petr¨®leo y uranio, con empresas p¨²blicas bien dotadas financieramente y alimentadas por impuestos especiales sobre la energ¨ªa y desgravaci¨®n fiscal de las inversiones en exploraci¨®n de petr¨®leo.
- Duplicar la potencia hidroel¨¦ctrica instalada y la capacidad de producci¨®n de carb¨®n en cinco o seis a?os, como m¨¢ximo, con impulso de los reg¨ªmenes de acciones concertadas.
c) Sustituci¨®n de energ¨ªas caras en divisas por otras m¨¢s baratas, como:
- Energ¨ªa nuclear en lugar de fuel-oil para generar electricidad, ya que aunque en tres a?os el coste de la energ¨ªa nuclear se ha triplicado (de 0, 12 a 0,35 pesetas por kilovatio/hora) y se han doblado las inversiones en centrales (de 19.000 pesetas/kilovatio de potencia a 40.000), la salida de divisas por kilovatio/hora producido ser¨¢ siempre menor.
- Carb¨®n de importaci¨®n en su caso en vez de fuel-oil, tambi¨¦n para las centrales t¨¦rmicas polivalentes y en puertos, as¨ª como gas natural, sustituyendo no al fuel-oil, sino al propano y butano y a las naftas para fertilizantes.
d) Otras medidas, entre las cuales:
- Usos racionales de la energ¨ªa, prohibiendo edificios con calefacci¨®n el¨¦ctrica y la venta de estufas tambi¨¦n el¨¦ctricas, as¨ª como aprovechamiento del calor residual en las centrales el¨¦ctricas.
- Promoci¨®n de nuevas energ¨ªas como la solar, mediante investigaci¨®n, y adem¨¢s por desgravaci¨®n de las inversiones en edificios que utilicen dicha energ¨ªa para usos dom¨¦sticos.
Asegurar los aprovisionamientos ante riesgos futuros de escasez, no solamente por contrataci¨®n de crudos a largo plazo con la OPEC, sino tambi¨¦n por el desarrollo de la potencia nuclear de base.
Corto plazo
Cabe destacar que las medidas a corto plazo deben adoptarse y desenvolverse coherentemente en el marco de las de a medio y largo o iniciales, siendo de destacar en cuanto al alcance de las mismas los dos tipos de planteamientos Posibles:
- Primero, la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs es de emergencia, pero superable, en cuyo caso las medidas deben combinar la aceleraci¨®n inmediata de las de medio y largo, para anticipar efectos dentro de lo posible, con otras espec¨ªficas y, adem¨¢s, con las de la pol¨ªtica econ¨®mica general.
- Segundo, la gravedad de la crisis econ¨®mica nacional y la incidencia en ella de la energ¨ªa ser¨ªan grandes o casi an¨¢logas a las de situaciones de econom¨ªa de guerra, en cuyo caso habr¨ªa que recurrir al racionamiento selectivo o medidas radicales y extremas que deteriorar¨¢n y convulsionar¨¢n brusca e intensamente los modos de vida y afectar¨¢n a la producci¨®n, aparte de generar mercado negro.
En cuanto a las medidas para un programa de emergencia, que son las m¨¢s razonables y viables, su eficacia es relativamente limitada, dadas las inercias t¨¦cnicas, imposibilidad de cambios profundos en la estructura econ¨®mica, en los equipos productivos, en las caracter¨ªsticas de los bienes y mercanc¨ªas y en los recursos energ¨¦ticos. En cualquier caso, el panorama de medidas puede resumirse:
a) Anticipar e intensificar las de medio y largo plazo, como particularmente las de precios disuasorios, gravamen fiscal sobre altos consumos espec¨ªficos en industrias y veh¨ªculos, organizaci¨®n del transporte colectivo, elevaci¨®n de la competitividad del ferrocarril, promoci¨®n de usos racionales de la energ¨ªa, limitaci¨®n de venta de estufas el¨¦ctricas e impulso a los aislamientos t¨¦rmicos en edificios, entre otras.
b) Medidas espec¨ªficas a corto, como:
- Fuerte aumento adicional del precio de los combustibles industriales para los consumos que superen el 80% ¨® 90% de los del a?o precedente por consumidores y permitir ampliaciones de producci¨®n dentro de los m¨¢rgenes de capacidad no utilizada solamente a las empresas menos consumidoras por la v¨ªa de los suministros energ¨¦ticos.
- Reducci¨®n de las entregas mensuales de gas¨®leo dom¨¦stico en un 10% ¨® 20% de los consumos del a?o precedente por cliente,"disminuci¨®n de temperaturas en centros oficiales y dom¨¦sticos y etiquetado de aparatos electrodom¨¦sticos con sus consumos espec¨ªficos.
- Optimizar al m¨¢ximo la programaci¨®n el¨¦ctrica dentro de lo posible con la m¨ªnima participaci¨®n posible del fuel-oil y prohibici¨®n de publicidad estimulante de los consumos.
- Reducci¨®n de la iluminaci¨®n p¨²blica urbana en autopistas y carreteras y tambi¨¦n en escaparates y locales, y prohibici¨®n total de anuncios luminosos, as¨ª como reajustes en horarios de TVE, radio y espect¨¢culos.
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