Que vuelva Areilza

Quisiera reflejar en esta secci¨®n la extra?eza que siento y que intuyo, ampliamente compartida, ante la dilatada ausencia en el espectro pol¨ªtico de nuestro pa¨ªs de don Jos¨¦ Mar¨ªa de Areliza.Se encuentra al margen un hombre de dotes intelectuales, experiencia internacional y visi¨®n pol¨ªtica en verdad excepcionales, que contad¨ªsimos pol¨ªticos hoy en liza pueden esgrimir. No vamos a olvidar que lo avalan sus actuaciones como alcalde de Bilbao -fue el art¨ªfice de la recomposici¨®n posb¨¦lica de la capital vizca¨ªna-, como embajador en diversas y significativas naciones, como ministro de Asuntos Exteriores del primer Gobierno de la Monarqu¨ªa, a la que siempre ha mostrado firme fidelidad, y como aglutinador de una coalici¨®n centrista de aut¨¦ntica envergadura, que tras turbios e elegantes manejos fue aprovechada por algunos para legitimarse en el Poder: Puede comprobarse que sus servicios en los ¨²ltimos a?os a¨²n, y siendo importantes, se han mantenido en un segundo plano que le permiten ahora ofrecer una imagen exenta de esencias franquistas.

Este genuino representante de lo que en Catalunya llamamos el ?seny? no puede proseguir al margen por m¨¢s tiempo, y no dudo que much¨ªsimos espa?oles ansiamos ver a Areilza encubezar una opci¨®n de equilibrio sinceramente dem¨®crata. Muchos j¨®venes tambi¨¦n queremos al conde de Motrico en liza a fin de alcanzar en un futuro lo que en buena ll¨¢ le corresponde. ?No podemos permitirnos por m¨¢s tiempo el lujo de tener a un talento en la penumbra!