El discurso de Carrillo

(...) Una vez m¨¢s el secretario general del Partido Comunista expuso su tesis del Gobierno de concentraci¨®n nacional, puesto que ?cuantos queremos la democracia estamos embarcados en una misma nave; naufragaremos o llegaremos a puerto, pero todos correremos la misma suerte?. El programa econ¨®mico ser¨¢ bueno o ser¨¢ malo, diremos por nuestra parte: a nuestros comentarios econ¨®micos nos remitimos. Pero pol¨ªticamente, una cosa nos parece clara: que s¨®lo un Gobierno de concentraci¨®n dispondr¨ªa de la credibilidad general suficiente para que los sacrificios que deber¨¢n exigirse a toda la poblaci¨®n, pero concretamente desde las clases medias para abajo, se¨¢n aceptados, y para que sea eficaz la contrapartida de las mayores cargas impuestas a los privilegiados. Lo hemos dicho hace tiempo y los acontecimientos no hacen m¨¢s que confirmarnos en nuestra opini¨®n.Que lo diga tambi¨¦n el secretario del Partido Comunista no es raz¨®n, naturalmente, para que nos apeemos de nuestro parecer, sino para apludir el sentido de la realidad que aqu¨¦l demuestra. Ha puntualizado que no se trata de jugar a la cat¨¢strofe con miras partidistas, sino de resolver ur¨ª problema nacional apremiante. ?Aqu¨ª es necesario que todos arrimemos el hombro para levantar el pa¨ªs.? Esa es exactamente la situaci¨®n: una situaci¨®n en la que, si se pierde, nadie podr¨¢ ganar.

28 junio