"El control de precios es ineficaz m¨¢s all¨¢ de cortos per¨ªodos de tiempo"
EL PAIS: La primera disposici¨®n de su Ministerio de cierto relieve fue el decreto de precios. ?Cu¨¢l es la previsi¨®n que tienen en cuanto a la eficacia de esta medida? ?Son suficientes los medios t¨¦cnicos y humanos de que disponen para cumplir lo se?alado en el decreto?J. A. G. D.: La inflaci¨®n no puede ser contenida con medidas de control de precios, ya que ¨¦ste es ineficaz m¨¢s all¨¢ de cortos per¨ªodos, y, adem¨¢s, puede resultar gravemente da?ino para una correcta asignaci¨®n de recursos en la econom¨ªa. Por ello, la medida tiene car¨¢cter transitorio hasta el 30 de septiembre, fecha para la que habr¨¢ de revisarse todo el sistema de precios administrados.
El objetivo que se persigue con el decreto de control de precios es que no se produzcan alzas por encima de las justificadas como consecuencia de la reciente depreciaci¨®n de la peseta. Bajo este prisma, entiendo que la medida ser¨¢ eficaz. No le oculto que pensando como pienso que las medidas de control son poco aconsejables a largo plazo, nuestra filosof¨ªa en la revisi¨®n del actual sistema que, como le he indicado finaliza el 30 de septiembre, es la de movernos en un sentido de mucha mayor libertad.
Por lo que respecta a la segunda parte de su pregunta, es evidente que los medios de inspecci¨®n del Servicio de Vigilancia del Mercado son insuficientes. Por ello, el propio decreto se?ala que se reforzar¨¢n los servicios de la Subsecretar¨ªa de Mercado Interior. En este momento est¨¢n muy avanzadas las gestiones para aumentar en plazo muy breve los efectivos de la inspecci¨®n, con quinientos nuevos inspectores.
EL PAIS: Recientemente ha sido fijado un nuevo cambio para la peseta. ?Qu¨¦ va a suponer esta medida para la evoluci¨®n de la balanza comercial?
J. A. G. D.: Es evidente que un reequilibrio de nuestro sector exterior pasaba inevitablemente por un tipo de cambio realista para la peseta. En este sentido, pienso que la depreciaci¨®n recientemente acordada servir¨¢ para alcanzar una mejora sustancial en nuestros intercambios con el exterior.
Estos efectos beneficiosos no ser¨¢n, sin embargo, inmediatos, ya que habr¨¢ que esperar unos meses para que su impacto deje sentir sus efectos plenos a trav¨¦s de la canalizaci¨®n de recursos hacia la exportaci¨®n, como consecuencia de los nuevos niveles relativos de precios inducidos por el nuevo tipo de cambio.
Por otra parte, el programa de saneamiento de nuestra econom¨ªa, al conseguir reducir la inflaci¨®n, podr¨ªa actuar como una verdadera catapulta para relanzar nuestras exportaciones, ya que nuestro potencial exportador, tanto en la agricultura como en la industria y en el sector tur¨ªstico, es ingente.
S¨®lo la consecuci¨®n de una actividad exportadora con niveles por encima de los registrados hasta ahora, permitir¨¢n a nuestra econom¨ªa mantener tasas de crecimiento suficientemente elevadas para conseguir la absorci¨®n gradual de recursos no utilizados y por consiguiente una disminuci¨®n de los ¨ªndices de desempleo.
EL PAIS: La Junta Superior de Precios ha quedado integrada en el Ministerio, ?se prev¨¦n cambios en su estructura y funci¨®n? ?Seguir¨¢ siendo un ¨®rgano consultivo y no ejecutivo?
J. A. G. D.: Como sabe, el real decreto de 4 de julio, por el que se reestructuran determinados ¨®rganos de la Administraci¨®n Central, daba un plazo de cuatro meses para proceder a la reorganizaci¨®n de los departamentos ministeriales. La revisi¨®n de la actual estructura de la Junta de Precios se insertar¨¢ en la reestructuraci¨®n global del Ministerio. En cuanto a sus funciones, yo considero que la Junta debe continuar siendo esencialmente un organismo consultivo. Pero un organismo consultivo que trate de superar el car¨¢cter que hasta ahora ha tenido de filtro en el mecanismo general del control de precios, para convertirse en el ¨®rgano que realmente conozca a fondo el proceso de formaci¨®n de precios en la econom¨ªa espa?ola.
Hasta el presente, la Junta ha estado ¨ªntimamente ligada al control de precios. En un futuro, en el que yo espero que pueda eliminarse en gran medida dicho control, la Junta deber¨¢ tener ese nuevo papel que le indicaba de ¨®rgano de asesoramiento, conocimiento y estudio de precios.
EL PAIS: El programa del Gobierno habla de liberalizaciones, ?cree que esto debe afectar tambi¨¦n a la pol¨ªtica de comercio exterior? ?C¨®mo se piensa actuar sobre el arancel?
J. A. G. D.: En el terreno arancelario y de libertad de comercio nosotros tenemos un objetivo perfectamente definido: la integraci¨®n en la Comunidad Econ¨®mica Europea nos se?ala cu¨¢l es la meta arancelaria a la que tendemos, la tarifa exterior com¨²n. Nuestro mayor esfuerzo debe centrarse en definir cu¨¢l es el camino y el calendario que consideramos adecuado para acercar nuestros niveles de protecci¨®n arancelaria a la tarifa exterior com¨²n. Por supuesto, nuestras decisiones aqu¨ª no son plenamente aut¨®nomas, sino que debemos considerarlas desde la ¨®ptica de las negociaciones de adhesi¨®n y de las obligaciones que en estas negociaciones aceptemos.
A corto plazo, nuestra medida inmediata ha sido eliminar el recargo arancelario del 20%, que estaba en vigor, para compensar, por supuesto muy ligeramente, los efectos del encarecimiento de importaciones provocadas por la depreciaci¨®n de la peseta. Por otro lado, es indudable que la actual estructura arancelaria es incorrecta, est¨¢ llena de distorsiones, y que en algunos casos la variaci¨®n en el tipo de cambio de la peseta ha agravado estas distorsiones. Por ello pensamos en la conveniencia de revisar en sectores concretos los actuales niveles de protecci¨®n, en funci¨®n de las nuevas circunstancias. Estas revisiones no ir¨ªan, en general, en la direcci¨®n de aumentar la protecci¨®n, sino m¨¢s bien a disminuirla. Nuestra industria debe irse preparando para la mayor competencia que va a suponer la adhesi¨®n a la CEE, ya que, por otro lado, y como consecuencia una vez m¨¢s de la depreciaci¨®n de la peseta, ha recibido un margen adicional de protecci¨®n importante.
Esto no quiere decir, sin embargo, que en un mundo en el que las tendencias proteccionistas son crecientes, vayamos a renunciar a los medios a nuestro alcance para proteger aquellos sectores en los que la actividad y el empleo est¨¦n siendo perjudicados por una competencia exterior excesiva. Pero nuestra actuaci¨®n en este campo si es necesaria ser¨¢ ocasional y muy limitada. Creemos que va contra nuestros intereses el colaborar a que esas tendencias proteccionistas existentes en el mundo se hagan m¨¢s intensas.
EL PAIS: ?Cree que son suficientes las disposiciones de fomento de las exportaciones que est¨¢n en vigor en estos momentos?
J. A. G. D.: Nuestro cuadro de medidas de fomento de las exportaciones es, en nuestra opini¨®n, suficientemente completo. Lo cual no quiere decir que no sea susceptible de mejoras de detalle. Yo dir¨ªa que en el terreno de la exportaci¨®n, los principales objetivos inmediatos ser¨ªan el lograr que la capacidad de financiaci¨®n de nuestras exportaciones sea suficiente, y lo sea a un coste adecuado. Las recientes medidas sobre tipos de inter¨¦s, que han supuesto un ligero encarecimiento de esta financiaci¨®n, marcan, sin embargo, muy claramente el car¨¢cter prioritario que a la misma se concede. Pensamos, por otro lado, que es importante utilizar m¨¢s intensamente las posibilidades del actual sistema de promoci¨®n comercial (ferias, misiones, propaganda, red comercial en el exterior), aumentando el volumen de recursos que a estos fines se destina. Aunque desde luego la dif¨ªcil situaci¨®n presupuestaria en general impone l¨ªmites a lo que en este terreno pueda hacerse. Y consideramos tambi¨¦n que es importante preparar la estrategia para hacer lo m¨¢s f¨¢cil posible, en lo que a desgravaci¨®n fiscal se refiere, el paso de una imposici¨®n indirecta basado en el impuesto de tr¨¢fico de empresas a otro basado en el impuesto sobre el valor a?adido. Este tema est¨¢ ¨ªntimamente ligado a las posibilidades de reforma del sistema de financiaci¨®n de seguridad social en la medida en que una parte de las actuales cotizaciones pueda ir siendo sustituida por el sistema impositivo en general, y por los impuestos indirectos, en particular.
EL PAIS: ?Cu¨¢l ser¨¢ la pol¨ªtica del Ministerio de Comercio con respecto al fondo de ayuda al desarrollo instrumentado por el anterior Gobierno?
J. A. S. D.: La experiencia del funcionamiento del Fondo de Ayuda al Desarrollo durante su primer a?o de vida, ha sido buena. No s¨®lo Espa?a ha cumplido una obligaci¨®n moral y pol¨ªtica de colaborar en la medida de sus fuerzas a la financiaci¨®n del desarrollo de pa¨ªses m¨¢s atrasados, sino que adem¨¢s la financiaci¨®n canalizada a trav¨¦s del FAD est¨¢ teniendo un efecto multiplicador muy importante sobre nuestras exportaciones.
En este momento los 6.000 millones de pesetas de dotaci¨®n inicial del FAD han sido ya comprometidos. Incluso como consecuencia de la depreciaci¨®n de la peseta, nuestros compromisos exceden de los 6.000 millones, ya que en casi todos los casos con compromisos denominados en d¨®lares. Aunque te¨®ricamente estaba prevista la posible ampliaci¨®n de los recursos del FAD para este a?o hasta 12.000 millones, la situaci¨®n financiera del sector p¨²blico hace extremadamente dif¨ªcil que podamos disponer de dichos recursos adicionales. Lo que en este momento estamos haciendo es realizar los estudios necesarios para justificar una adecuada dotaci¨®n al FAD para el a?o 1978, enfocando el tema desde el doble punto de vista que antes le se?alaba de cumplimiento de una obligaci¨®n de la que como miembros de la comunidad internacional somos part¨ªcipes y de disponer de un cauce adicional para impulsar las exportaciones espa?olas de bienes de equipo.
EL PAIS: Espa?a ha solicitado formalmente el inicio de conversaciones para el ingreso como miembro de pleno derecho en la CEE. ?Qu¨¦ piensa como ministro de Comercio de esta integraci¨®n?
J. A. G. D.: Creo que la integraci¨®n de Espa?a en el Mercado Com¨²n es inevitable y ello tanto por razones hist¨®rico-pol¨ªticas como por motivos econ¨®micos de gran relevancia. Naturalmente soy consciente de que dicha integraci¨®n va a suponer, por una parte, un per¨ªodo de negociaciones muy complejas en las que los temas comerciales y arancelarios deber¨¢n ser tratados con exquisito cuidado dada la repercusi¨®n que las necesarias modificaciones tendr¨¢n en nuestra econom¨ªa. Por otra parte ser¨¢ necesario un per¨ªodo de adaptaci¨®n de nuestros sectores econ¨®micos, en el que habr¨¢ que acometer reformas estructurales inevitables y necesarias.
Al final de dicho per¨ªodo se debe conseguir una homogeneizaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola con la comunitaria y ello aportar¨¢ una mayor flexibilidad y racionalizaci¨®n a nuestra agricultura, a nuestra industria y al sector servicios en el que el turismo tiene reservado un futuro prometedor.
EL PAIS: ?Cu¨¢l ser¨¢ la pol¨ªtica del Ministerio en el tema de los productos sometidos en comercio de Estado?
J. A. G. D.: En gran medida, el r¨¦gimen de comercio de Estado es una reliquia de otros tiempos y de otra filosof¨ªa, y se compagina dif¨ªcilmente y en un plano te¨®rico con nuestra idea de ir liberalizando al m¨¢ximo el funcionamiento de la econom¨ªa espa?ola.
Es cierto, no obstante, que en algunos casos la adecuada regulaci¨®n de los mercados interiores hace necesario mantener un control muy directo de la importaci¨®n y es cierto que en otros, nuestra capacidad de compra es un arma importante de apoyo a la exportaci¨®n.
Teniendo todo esto en mente, nuestra idea es que hay un camino medio, ya aplicado con aceptable ¨¦xito en algunos casos, y que consiste en, manteniendo la definici¨®n de comercio de Estado, privatizar las importaciones. Ser¨¢ la iniciativa privada la que importe, sometida a un sistema que permita, por un lado, no perturbar el mercado interior, y, por otro, no perder las ventajas derivadas de la capacidad de compra espa?ola. Yo espero poder anunciar antes de fin de a?o el paso a este nuevo r¨¦gimen de las importaciones de algunos productos que hoy importa directamente la Administraci¨®n.
EL PAIS: En el programa econ¨®mico del Gobierno no se habla en ning¨²n momento de las estructuras comerciales. ?Cu¨¢l ser¨¢ la pol¨ªtica del Ministerio en este tema?
J. A. G. D.: Es evidente que el programa econ¨®mico no pod¨ªa detallar todas las actuaciones que van a realizarse en todos los sectores y subsectores de nuestra econom¨ªa. La pregunta que usted me formula est¨¢ relacionada de hecho con toda la problem¨¢tica de la orientaci¨®n que pensamos dar a la actuaci¨®n de la Subsecretar¨ªa de Mercado Interior. Aqu¨ª yo le se?alar¨ªa dos campos que nos preocupan especialmente.
El primero es el de los consumidores. Hasta ahora no hemos sido capaces de elaborar una pol¨ªtica coherente y eficaz en este terreno. No creo que pueda negarse que el Instituto de Consumo, renovado en varias ocasiones en su constituci¨®n y planteamiento, no ha llegado nunca a ser aut¨¦nticamente operativo. La raz¨®n puede ser que hemos tratado de hacer desde arriba lo que hay que hacer desde abajo. El movimiento de defensa del consumidor tiene que nacer en la realidad social y no en las p¨¢ginas del Bolet¨ªn Oficial del Estado. Nuestro papel, desde la Administraci¨®n, alejados de toda tentaci¨®n paternalista, es tratar de hacer posible que este movimiento nazca y se desarrolle, y a ello apuntar¨¢ nuestra actuaci¨®n, siendo, por supuesto, plenamente conscientes de las dificultades que vamos a encontrar.
El otro terreno que nos preocupa es el de la reforma de las estructuras comerciales. Aqu¨ª, pienso yo, se ha desarrollado ya una labor m¨¢s importante, pero que no ha conseguido corregir los mayores defectos de unos canales de distribuci¨®n complicados, costosos y en muchos casos poco eficientes. Pensamos abordar muy seriamente este tema y nuestros primeros pasos han apuntado a revitalizar la actuaci¨®n de Mercasa, empresa que por hallarse en el centro de los canales de comercializaci¨®n est¨¢ en posici¨®n de convocar los procesos de formaci¨®n de precios y los costes reales del sector. Por supuesto, en la pol¨ªtica de reforma que seguimos, trataremos de proteger al amplio sector del peque?o comerciante, v¨ªctima involuntariamente de muchas de las ineficacias del sistema.
EL PAIS: ?Cree que la actual estructura de la CAT se ajusta a las necesidades del pa¨ªs y a los criterios del programa econ¨®mico del Gobierno?
J. A. G. D.: La Comisar¨ªa de Abastecimientos y Transportes es un instrumento necesario en una pol¨ªtica de abastecimiento y de regulaci¨®n del mercado; o, mejor dicho, las funciones que la Comisar¨ªa de Abastecimiento tiene atribuidas son necesarias. Son necesarias en condiciones normales y referidas a determinados productos, y son necesarias tambi¨¦n como mecanismo a activar en situaciones de emergencia. Pero, por supuesto, trataremos de analizar los posibles excesos de intervencionismo que en el pasado haya registrado su actividad. En este sentido, apunto los comentarios que m¨¢s arriba le he hecho sobre el tema del futuro del comercio de Estado. En este terreno estamos estudiando, sin haber llegado todav¨ªa a ninguna decisi¨®n, la posibilidad de que una parte importante de las funciones de la Comisar¨ªa pasaran a una empresa nacional de almacenamientos y abastecimientos que pudiera asumir con m¨¢s agilidad algunas actividades, a las que el sector p¨²blico no puede en ning¨²n caso renunciar.
EL PAIS: El turismo es un tema nuevo en este Ministerio. ?Qu¨¦ pol¨ªtica va a imponer?
J. A. G. D.: La incorporaci¨®n del turismo a Comercio me consta que ha supuesto una satisfacci¨®n para el sector en general, puesto que ello implica la coordinaci¨®n en una serie de materias que, por su propia naturaleza, son esencialmente comerciales.
Entre las acciones que me propongo como meta a alcanzar figuran una planificaci¨®n ordenada del territorio para proteger la armon¨ªa ecol¨®gica de nuestros paisajes; incrementar la acci¨®n exterior teniendo en cuenta las peculiaridades regionales e intensificar la diversificaci¨®n de nuestra oferta tur¨ªstica. Asimismo, considero que se impone una reestructuraci¨®n del sector en zonas evidentemente saturadas, con la amortizaci¨®n de plazas marginales. Me propongo, por otro lado, luchar contra el problema de la estacionalidad y favorecer, dentro de mis posibilidades, la uni¨®n del sector para fortalecer la posici¨®n negociadora de nuestros industriales frente al touroperator.
Por ¨²ltimo, es necesario poner al d¨ªa unas reglamentaciones que
afecten esencialmente a la hosteler¨ªa y agencias de viajes y que
est¨¢n desfasadas ante el incremento del volumen del tr¨¢fico tur¨ªstico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- MCYT
- Juan Antonio Garc¨ªa D¨ªez
- Declaraciones prensa
- Pol¨ªtica tur¨ªstica
- Peseta
- I Legislatura Espa?a
- UCD
- Precios
- Gobierno de Espa?a
- Comercio internacional
- Moneda
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ministerios
- Partidos pol¨ªticos
- Parlamento
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Turismo
- Uni¨®n Europea
- Comercio
- Consumo
- Gente
- Gobierno
- Organizaciones internacionales
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica