Derrumbarse sin pena ni gloria
El derrumbe progresivo, sin pena ni gloria, imparable y en alguna manera sorprendente, que las tres Bolsas espa?olas registran a lo largo de todo el verano comienza a inquietar seriamente a los inversores y a la opini¨®n p¨²blica.La ca¨ªda hasta el mes de julio parec¨ªa l¨®gica. El ¨¦xito de la transici¨®n pol¨ªtica pod¨ªa haber provocado una cierta reacci¨®n pol¨ªtica a pesar de que el relativo triunfo de la izquierda siempre asusta al dinero, que es medroso. El programa econ¨®mico del Gobierno, finalmente, por el que numerosos empresarios hab¨ªan clamado, parec¨ªa que deb¨ªa haber producido una cierta moderaci¨®n en la ca¨ªda de las cotizaciones.
Nada de esto ha ocurrido. D esd e la toma de posesi¨®n del nuevo Gabinete, la ca¨ªda de los ¨ªndices ha sido constante. A medida que se concretaba el programa econ¨®mico, las cotizaciones se hund¨ªan m¨¢s y, Finalmente, en las dos ¨²ltimas sesiones, con menos de 100.000 t¨ªtulos vendidos en ambas, se perdi¨® practicamente tres puntos en el ¨ªndice general de Madrid. Todo un r¨¦cord decepcionante.
En la Bolsa ocurre desde hace m¨¢s de un a?o que no hay corripradores, no hay dinero procedente del ahorro y, por ello, falta una contrapartida de oferta importante. Adem¨¢s se ha producido la diversificaci¨®n y diluci¨®n de algunos de los grandes paquetes de t¨ªtulos poco aconsejables a la salida de ladictadura en la opini¨®n de una gran burgues¨ªa temerosa de que sus privilegios fueron demasiado grandes.En estos ¨²ltimos d¨ªas, lo que ha causado cierta sorpresa es la actitud de los grandes grupos financieros, la gran banca y sus empresas, que no han hecho nada por cuidar sus cotizaciones, pol¨ªtica usual hasta muy recientemente. Las empresas dicen que las cotizaciones son inferiores al valor en libros, algunos grandes banqueros recomendaban en febrero y en abril comprar valores a la vista de los cambios bajos. Ahora resulta que no s¨®lo no compra nadie particular, sino que las instituciones han hecho tambi¨¦n mutis por el foro y a la m¨¢s leve presi¨®n de venta de t¨ªtulos las cotizaciones se van abajo.
Mientras tanto las autoridades oficiales se abstienen de practicar una pol¨ªtica de intervencionismo y apoyo a los cambios que no provocar¨ªa m¨¢s que una mayor afluencia de papel. Hay que aplaudir esta pol¨ªtica aunque en alg¨²n momento pueda resultar operativo, incluso por razones pol¨ªticas, una salida de compra que galvanice un tanto el ¨¢nimo de los inversores institucionales.Para esta semana, el ambiente queda tan deteriorado y triste como en las anteriores, aunque la alarma de estos d¨ªas en la opini¨®n puede propiciar un cierto cambio de tendencia.
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