La opci¨®n republicana. en el futuro democr¨¢tico de Espa?a
Presidente en funciones de ARDE
Acci¨®n Republicana Democr¨¢tica Espa?ola (ARDE) ha sido registrada como partido pol¨ªtico. Despu¨¦s de dieciocho a?os de existencia, como uno de los genuinos representantes de la opini¨®n republicana espa?ola, esperamos poder expresar nuestra posici¨®n de hoy, sin cortapisas, y participar en el juego libre de partidos pol¨ªticos, colaborando de una manera activa, sincera y limpia, de acuerdo con nuestra trayectoria de siempre, en la soluci¨®n de los problemas patrios.
ARDE tiene, pues, una historia y unos antecedentes, pero no es un partido ?hist¨®rico?, en el sentido peyorativo que se utiliza para esta clasificaci¨®n, tenemos una cuna liberal y progresista, tenemos una experiencia de gobierno, de la que nos honramos, puesto que ha proporcionado soluciones concretas al pa¨ªs, en muchos de sus problemas, algunas de las cuales todav¨ªa est¨¢n por ponerse en pr¨¢ctica y otras se est¨¢n adoptando de nuevo, despu¨¦s de estar congeladas 41 a?os, como parece que ocurrir¨¢ con las autonom¨ªas.
Ahora bien, ARDE es mucho m¨¢s que esto, es una realidad viva, con masa y cuadros, que en estos a?os de ostracismo han estudiado nuestra problem¨¢tica y esperan difundir libremente como aportaci¨®n a una democr¨¢tica y justa convivencia.
Esta etapa de silencio nos ha perjudicado como partido, al no dejamos difundir nuestras ideas y tener a la masa republicana silenciada. En el presente Congreso carecemos de representaci¨®n corno partido, porque arbitrariamente fuimos impedidos de participar en los comicios electorales, por lo cual nuestros afiliados y simpatizantes decidieron, con buen juicio, apoyar las candidaturas que m¨¢s se acercan a nuestros ideales.
Grave error ser¨ªa de la mayor¨ªa gubernamental, tan exigua, por otra parte, tratar de elaborar una Carta Magna al margen de las aspiraciones del pueblo. Si se trata de dar a Espa?a una ordenaci¨®n constitucional, debe presentar el cauce legal para que las aspiraciones populares tengan un camino de desarrollo pac¨ªfico y progresivo. Desde ahora denunciamos que el camino iniciado no es el correcto, ya que las supuestas minor¨ªas pueden representar, y de hecho representan, los deseos populares.
Hasta ahora el Gobierno ha contado con el benepl¨¢cito de una mayor¨ªa silenciosa, temerosa y sobrecogida por cuarenta a?os de dictadura. Se ha maniobrado con el espectro del miedo a una regresi¨®n, para obtener el sometimiento t¨¢cito. Nosotros reclamamos a este equipo gubernamental una mayor conciencia pol¨ªtica y sinceridad al tratar los problemas del pa¨ªs.
Nos hemos sacudido anteriores reminiscencias, de verdad creemos en la democracia y necesitamos de la libertad como medio de vida, y, como mayores de edad, no queremos ser manejados. El sentido de responsabilidad, la prudencia, la sensatez a que tantas veces somos llamados, deben ser correspondidas con una explicaci¨®n concreta de nuestras posibilidades y de nuestros vac¨ªos, y contra ellos no hay pa?os calientes.
Queremos destacar serenamente, sin pasi¨®n ni rencor, que los problemas no los hemos originado nosotros, que nuestra debilidad nos ha sido impuesta, y que la gravedad de los problemas econ¨®mico-sociales los estamos heredando por tantos a?os de inactividad popular, y por el monopolio del Poder.
A la hora de buscar soluciones debemos empezar por la primera: derruir el monopolio de la riqueza amasado de manera tan innoble. El origen del desastre econ¨®mico es el planteamiento de una estructura a espaldas del pueblo, pero apoy¨¢ndose en las mismas; debemos retornar a la pac¨ªfica y justa distribuci¨®n de la riqueza, originada en el esfuerzo diario del trabajador, para tener el consenso nacional en el reparto de las cargas.
ARDE es un partido nacional, respetuoso y promotor de las autonom¨ªas regionales en su identidad cultural, social, econ¨®mica y pol¨ªtica, como integrantes de nuestra Patria.
Concebimos el desarrollo del pueblo a trav¨¦s de su educaci¨®n libre, para su desarrollo pol¨ªtico y econ¨®mico. La tecnolog¨ªa al servicio del humanismo, y ¨¦ste como identificaci¨®n familiar y nacional.
Propugnamos una econom¨ªa ordenada en beneficio de los intereses nacionales, independiente en cuanto el inter¨¦s supremo es el de la colectividad, y superior a toda condescendencia de tipo pol¨ªtico internacional. Partidarios como somos, en nuestra idea liberal, de comunicaciones de todo orden, en el aspecto internacional, exigimos de todos el mutuo respeto debido para que nuestras relaciones comerciales se hagan dentro de un terreno de equidad: o sea, el respeto hacia nuestro derecho y nuestras necesidades.
ARDE sostiene su fe ideol¨®gica en la Rep¨²blica como r¨¦gimen nacional, por creer que ¨¦sta es la forma de Gobierno m¨¢s adecuada para nuestra Patria, y que permite una evoluci¨®n constante hacia un futuro m¨¢s justo.
Creemos que s¨®lo un r¨¦gimen republicano puede dar a nuestra Patria la nueva estructura que exige. Por su ideario, por su falta de compromisos con otras estructuras sociales antag¨®nicas, por la posibilidad de elegir sus gobernantes en raz¨®n de sus capacidades, por la renovaci¨®n peri¨®dica y libre de los mismos y, en suma, por el ejercicio del poder soberano por el pueblo y para el pueblo.
Expresamos desde ahora a nuestros compatriotas que ARDE, ausente del Congreso por imposici¨®n gubernamental, participar¨¢ c¨ªvica y pac¨ªficamente en el juego pol¨ªtico, para se?alar su voz en el debate constitucional.
Como partido de oposici¨®n estamos dispuestos a jugar nuestro papel. No tenemos otro compromiso que no sea el respeto al pueblo, a nuestro ideario y a nuestros correligionarios, y esperamos ser escuchados con respeto y que nuestra voz no sea silenciada, como hasta ahora.
Dispuestos siempre a ser sinceros con nuestra propia convicci¨®n, expresamos nuestra disconformidad con ' los planes econ¨®micos anunciados por el Gobierno Su¨¢rez, por no ser adecuados a la realidad nacional.
Por ¨²ltimo, recordamos que el poder se ejerce en nombre del pueblo y a ¨¦l debe, su origen, y que es necesario terminar con la etapa de gracias concedidas, para formular una aut¨¦ntica legislaci¨®n en la que los derechos del hombre y del ciudadano est¨¦n totalmente garantizados.
Para terminar, queremos, una vez m¨¢s, reafirmar nuestra postura: aceptaremos la decisi¨®n del pueblo espa?ol libremente consultado sobre la forma institucional del pa¨ªs; no queremos imponer nuestros postulados como no sea con razonamientos y con la aquiescencia de la mayor¨ªa del pueblo, y, como nosotros respetamos las ideas de todos, pedimos respeto para las nuestras.
Quiero resaltar el comportamiento digno y honrado en todo momento de nuestras instituciones hasta el momento de su disoluci¨®n, con lo que los presidentes Maldonado y Varela han culminado una vida al servicio de Espa?a y de sus ideales.
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