Esc¨¢ndalo may¨²sculo por una chotada indecente
Con un esc¨¢ndalo may¨²sculo, con lluvia de botes de cerveza sobre el redondel, no se vendieron almohadillas, y con un claro enfrentamiento entre p¨²blico y presidencia acab¨® una corrida desastrosa. La inhibici¨®n de la autoridad, que ya el a?o pasado consinti¨® un saldo que origin¨® un esc¨¢ndalo, provoc¨® un grave altercado que gener¨® enfrentamientos con la Guardia Civil, que tuvo que sacar, escoltado, al presidente y acompa?arlo a su domicilio.La presencia intolerable de los toros, seis inv¨¢lidos desmochados, fue la causa del altercado. Cuando sali¨® el sexto, totalmente mocho, el p¨²blico pidi¨® al presidente que suspendiese la corrida. Gritaba indignado: ??Chorizos, sinverg¨¹enzas, esto es una estafa!? La Guardia Civil protegi¨® el palco.
San Lorenzo de El Escorial
Corrida de feria. Toros de Enrique Garc¨ªa, terciados, inv¨¢lidos y descaradamente romos. El cuarto y el sexto, impresentables, fueron devueltos a los corrales. Los sobreros, de la misma ganader¨ªa. Por haber sido rechazados los toros anunciados de Antonio M¨¦ndez, se cay¨® del cartel El Viti. Qued¨® la corrida en un manoa manoentre Manzanares y Ni?o de la Capea. Manzanares: pitos. Silencio. Bronca. Ni?o de la Capea: palmas, pitos y saludos. Dos Orejas. Bronca.
Para empezar, la injustificada ausencia de El Viti, que aleg¨® el cambio de los toros para no venir, y as¨ª, con este abuso, que ya es costumbre, el serio torero se ri¨® del p¨²blico. De un p¨²blico que paga, y .por cierto, precios alt¨ªsimos. Al Ni?o de la Capea le regalaron dos orejas por una faena largu¨ªsima y vulgar. Manzanares, de pena, amanerado, desganado, fue una triste sombra por el ruedo.
La actuaci¨®n de los dos toreros, Manzanares y Ni?o de la Capea, fue un verdadero desastre. No contribuyeron para paliar este inmenso esc¨¢ndalo que se ha producido en El Escorial. Al p¨²blico lo han echado de la plaza, supongo que para siempre. Ni Manzanares ni Capea han sabido estar ni medio bien. En todo momento, vulgares, truquistas, sin recursos, sin saber en ning¨²n momento qu¨¦ faena hacer ni siquiera saber sostener aquellos inv¨¢lidos.
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