M¨²gica Arregui: "En estos momentos el protagonismo corresponde al pueblo"
Jos¨¦ Ignacio M¨²gica Arregui, Ezquerra, militante de ETA-pm y uno de los presos m¨¢s conocidos, sali¨® de la c¨¢rcel de Burgos el 9 de junio ¨²ltimo, para ser conducido a Oslo con su compa?ero Wilson. Tras corta estancia en territorio noruego, ambos regresaron a Espa?a con otro grupo de extra?ados. Desde entonces, este grupo de etarras, que intenta forzar al Gobierno a legalizar su actual situaci¨®n, ha aparecido en diversas ocasiones en p¨²blico, ocult¨¢ndose posteriormente de la polic¨ªa. M¨²gica Arregui ha sido entrevistado por EL PAIS.
Pregunta: ?Cu¨¢les son las razones que os han llevado a volver a Euskadi?Respuesta: Nosotros hemos vuelto a Euskadi para movilizarnos, junto con nuestro pueblo, por la amnist¨ªa y el regreso de los exiliados, y para plantear al Gobierno nuestra propia situaci¨®n como extra?ados. Un Gobierno que se autotitule dem¨®crata no puede tener en la c¨¢rcel ni en el exilio a aquellos que han colaborado precisamente en el restablecimiento de la democracia. Por esta raz¨®n no volveremos a Noruega, B¨¦lgica o Dinamarca, a¨²n a riesgo de que, tal como ha ocurrido con Larena, vayamos a la c¨¢rcel.
P.: Sin embargo, vosotros firmasteis la solicitud de extra?amiento...
R.: Efectivamente. El extra?amiento, aunque no era aceptado por nosotros, supon¨ªa en aquel momento nuestra liberaci¨®n. A cambio, la otra alternativa era la de continuar en la c¨¢rcel. Por tanto, la firma de la solicitud de extra?amiento fue un chantaje por parte del Gobierno: o firm¨¢bamos, o continu¨¢bamos en la c¨¢rcel; una especie de firma en blanco. Por eso, no es ante Su¨¢rez donde rendiremos cuentas, sino ante nuestro pueblo, que con su lucha nos ha sacado de la c¨¢rcel.
P.: ?Cu¨¢l ha sido el proceso de vuestra liberaci¨®n?
R.: El proceso, que result¨® bastante complicado, empez¨® cuando Calvo Sotelo le comunic¨® a Bandr¨¦s que el Gobierno, preocupado por la semana pro amnist¨ªa, hab¨ªa decidido liberar a los cinco del proceso de Burgos. Nosotros, convencidos de la inminencia de esa liberaci¨®n, exigimos entonces la libertad de todos los presos y la fijaci¨®n de fechas para la salida. Durante aquellos d¨ªas, los sucesos de Amara y Pamplona preocupaban en Madrid. El mismo Su¨¢rez declar¨® que quer¨ªa hablar con los presos de Burgos, pero que no lo hab¨ªa hecho por no dar una imagen equivocada a la extrema derecha. El viernes se present¨® en la c¨¢rcel para hablar con Wilson y conmigo el comisario jefe G¨®mez Margarina. Nos dijo que en el Consejo de Ministros de ese d¨ªa se iba a redactar un comunicado explicando a la opini¨®n p¨²blica la circunstancia de nuestra liberaci¨®n. Sal¨ªan en libertad todos los presos, pero quedaban extra?ados Izko, Sarasketa, Goitia, Egu¨ªa, Ruiz Apodaca, Wilson y yo. Tupa sal¨ªa con indulto especial y los dem¨¢s quedar¨ªan indultados en el plazo de 48 ¨® 72 horas. Entonces le preguntamos por Genoveva Forest, a lo que G¨®mez Margarina contest¨® con que Genoveva no estaba incluida porque no era vasca y porque el pueblo no se hab¨ªa movilizado por ella. Le planteamos que, o sal¨ªa tambi¨¦n nuestra compa?era, o nos negar¨ªamos a salir. El qued¨® en consultarlo con el ministro. Nos explic¨® que estaba contrastando con los presos, porque en la declaraci¨®n del Consejo de Ministros de ese d¨ªa se dec¨ªa que los presos que no iban a salir permanec¨ªan en la c¨¢rcel por su propia voluntad.
El domingo siguiente nos llevamos la sorpresa al enterarnos de que Su¨¢rez hab¨ªa enviado extra?ados a Bruselas a los cinco de Burgos, y no indultados, que era lo esperado. Indignados por lo que consideramos una falta de ¨¦tica, nos declaramos en huelga de hambre. Sin embargo, el 9 de junio, despu¨¦s de enterarnos de que no era toda la KAS, sino una parte, la que propugnaba la abstenci¨®n, salimos primero para Oca?a, despu¨¦s para Getafe y, por ¨²ltimo, para Noruega.
P.: ?Hab¨¦is tenido problemas con las autoridades noruegas?
R.: Nosotros ninguno. La organizaci¨®n encargada por el Gobierno noruego de nuestra estancia se port¨® estupendamente. Nada m¨¢s llegar les planteamos que si el pueblo de Euskadi nos llamaba, nosotros tendr¨ªamos que volver. Cuando eso ocurri¨® nadie nos lo impidi¨®.
P.: En el mitin de Durango t¨² te alineaste con la direcci¨®n de ETA (pm), a pesar de haber sido miembro de los recientemente extinguidos comandos especiales. Alg¨²n sector de ETA ha acusado a la direcci¨®n de negociar con el Gobierno y de abandonar la lucha armada...
R.: Con respecto a la lucha armada, hay que decir que las decisiones de la s¨¦ptima asamblea son evidentes: la lucha armada cumplir¨¢ un papel distinto al que ha cumplido en la ¨¦poca del fascismo. En estos momentos el protagonismo corresponde al pueblo. Nuestro papel como vanguardia no ser¨¢ un papel secundario, sino que ir¨¢ en apoyo del propio pueblo.
P.: ?Significa eso el abandono pr¨¢ctico de la lucha armada?
R.: No. La lucha armada cumplir¨¢ un papel de autodefensa frente a las agresiones de la oligarqu¨ªa. Nuestra organizaci¨®n deber¨¢, adem¨¢s, preparar los cuadros pol¨ªticos y militares capaces de organizar al pueblo ante un posible enfrentamiento con la oligarqu¨ªa y construir un contrapoder militar en relaci¨®n directa con el grado de desarrollo pol¨ªtico del pueblo vasco. Estos son los planteamientos de la s¨¦ptima asamblea, que fueron elaborados, entre otros, por el mismo Pertur. Por otra parte, las acusaciones de liquidaci¨®n de la lucha armada tampoco son ciertas en la pr¨¢ctica y cualquiera puede verlo.
En cuanto a las negociaciones y pactos con el Gobierno, hay que decir que no las ha habido. Pero s¨ª ha habido conversaciones entre la direcci¨®n de ETA y el Gobierno de cara a una posible tregua en la lucha armada si se conced¨ªa antes del d¨ªa 24 de mayo la amnist¨ªa total y la tolerancia de todos los partidos pol¨ªticos.
P.: En estos momentos hay tres ETA: militares, la direcci¨®n pol¨ªtico-militar y los comandos especiales. ?Cu¨¢les son las diferencias?
R.: Te¨®ricamente, tanto los militares como los pol¨ªtico-militares est¨¢n de acuerdo en los mismos objetivos estrat¨¦gicos, e incluso en el papel que se va a dar a la lucha armada; las diferencias aparecen en los planteamientos pol¨ªticos de determinados momentos. Los comandos especiales mismos afirman ser consecuentes con las resoluciones de la s¨¦ptima asamblea; sin embargo, aqu¨¦lla en la pr¨¢ctica no se cumple.
P.: ?Cu¨¢les son las causas de la crisis de la izquierda nacionalista?
R.: Hay dos aspectos en la divisi¨®n de la izquierda abertzale. De un lado, una corriente que no quiere reconocer que hay cosas que han cambiado despu¨¦s de la muerte de Franco. Hoy estamos cerca de la democracia burguesa y se est¨¢ abriendo un per¨ªodo constituyente; por tanto, hay que plantearse nuestra pol¨ªtica de enfrentamiento directo al fascismo. En estos momentos el pueblo debe ser el aut¨¦ntico protagonista y las organizaciones armadas el aval de los logros arrancados a la oligarqu¨ªa.
Por otro lado ocurre que las diferentes organizaciones de la izquierda abertzale luchan unas contra otras para tratar de conseguir la hegemon¨ªa, en lugar de plantearse cu¨¢l debe ser la pol¨ªtica a seguir. La situaci¨®n es claramente peligrosa en cuanto que la falta de unidad puede llevar a defender posturas contrarias a los intereses populares. De cualquier forma, lo que debemos tener en cuenta es que los enemigos no son los compa?eros con los que pueden separarnos una serie de cuestiones en momentos determinados, sino la oligarqu¨ªa y el centralismo.
El futuro est¨¢ en manos de ese partido representante de la clase obrera capaz de asumir el problema nacional y social y de aglutinar a la izquierda al margen del PC. De ahora en adelante, el que movilice representar¨¢ los intereses del pueblo; los dem¨¢s, no.
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