Una constante cotidiana

Los teletipos de ayer, mi¨¦rcoles, adem¨¢s de ofrecer informaci¨®n sobre el robo de la catedral de Oviedo, anunciaban que el Paznmonio Art¨ªstico Nacional desconoc¨ªa el paradero de un retablo barroco de la antigua iglesia de Montserrat, situada en la madrile?a plaza de Ant¨®n Mart¨ªn y que, al parecer, hab¨ªa sido depositado en los s¨®tanos del palacio de Oriente hace m¨¢s de cincuenta a?os, sea¨²n comunicaban las fuentes oficiales consultadas al respecto. Es decir. en un mismo d¨ªa se producen dos noticias relacionadas con la conservaci¨®n del patrimonio art¨ªstico, se?al inequ¨ªvoca de que ¨¦sta dista mucho de ser la apropiada, cuando con tama?a facilidad puede ser transgredida.Aunque no existen estad¨ªsticas rigurosas sobre el tema, se utiliza y acepta como v¨¢lida la cifra de un robo diario en iglesias de zonas despobladas. Al dato habr¨ªa que a?adir el notable n¨²mero de robos de obras de arte en galer¨ªas, museos o colecciones privadas. La cifra puede resultar espectacular. Valga a modo de ejemplo el que en Francia, en 1976, se efectuaron siete mil robos de obras de arte, lo que motiv¨® la creaci¨®n de un cuerpo policial especial contra esa clase de delitos.

El 17 de julio de 1976 fueron robadas cuatro tallas de Juan de Mena, en la iglesia de San Pedro, en Zaragoza. El 30 de septiembre del mismo a?o, desaparec¨ªan de una galer¨ªa de arte de Llagostera (Gerona). un Modigliani y un Touluse Lautrec, entre otras obras. Cinco d¨ªas m¨¢s tarde, eran robados cuatro cuadros de Zuloaga, expuestos en el museo de su nombre, de la provincia de Segovia. Siete d¨ªas despu¨¦s, eran cuatro los lienzos que desaparec¨ªan en la catedral de Salamanca. El 9 de enero del presente a?o, la catedral de Murcia se convirti¨® en centro informativo por haber sido perpetrado en ella un robo dejoyas, valoradas en trescientos millones de pesetas.

En terrenos menos eclesi¨¢sticos, cabe mencionar el robo a finales del mes de febrero ¨²ltimo en la casa madrile?a de Manfredo de Borb¨®n y Bernaldo de Quir¨®s. duque de Hernani y propietario de una important¨ªsima pinacoteca. Las obras robadas, entre las que se inclu¨ªa un Goya y un Alonso Cano, estaban valoradas en quinientos millones de pesetas, y fueron recuperadas meses despu¨¦s en Lisboa.

El 4 de mayo de este a?o, se subast¨® en la Rep¨²blica Federal de Alemania El libro de las estampas, c¨®dice que hab¨ªa sido robado en la catedral de Le¨®n, en 1969. El coleccionista lo obtuvo por seiscientos millones de pesetas. Posteriormente, se iniciaron las gestiones para su recuperaci¨®n.

De todo ello se desprenden tres necesidades: un inventario municioso y completo del tesoro art¨ªstico nacional, en todos aquellos sectores sociales implicados con el tema; la creaci¨®n de una legislaci¨®n preventiva y dura para todas las irregularidades administrativas y fraudulentas y la difusi¨®n masiva de una campa?a encaminada a mentalizar a todos los ciudadanos en el aprecio a las obras de arte.