Recital de Huseyn Sermet y "Concurso Paloma 0'Shea"
Conoc¨ª a Huseyn Sermet hace dos a?os, cuando se present¨® al Concurso Ravel de la Uni¨®n Europea de Radiodifusi¨®n. A todos -jurado y p¨²blico- llam¨® la atenci¨®n el pianista turco, no s¨®lo por la nobleza de su t¨¦cnica, sino tambi¨¦n por la depuraci¨®n de su estilo. Nacido en Estambul, hace veinte a?os, inici¨® su formaci¨®n en Ankara con los profesores Saydain y Erkin; m¨¢s tarde pasa a Par¨ªs para mantener relaciones constantes de estudio con Pierre Sancan, Thierry de Brurihoff y Nadia Boulanger. A ellos se suman actualmente los trabajos de formaci¨®n, en el sentido m¨¢s amplio, al lado de Jean Claude Reynaud, Olivier Messia.en y C¨¹neit Sermet.Triunfador en el Concurso Paloma O'Shea, del, pasado a?o, le ha correspondido intervenir en el Festival Internacional de Santander del a?o actual, pues ¨¦ste es uno de los premios -nada desde?able- que comporta la ?medalla de oro? del citado certamen. Hay que decir, con todajusticia, que cuando el joven Sermet llega a su recital del Claustro de la Catedral, ha obtenido ya grandes triunfos de cr¨ªtica y p¨²blico Y que, por lo escuchado, habr¨ªa sido digno de programarse sin necesidad de obedecer al imperativo del premio Paloma O'Shea.
Con un programa exigente y muy bello, Huseyin Sermet alcanz¨® un ¨¦xito sin m¨¢cula. Pianista imaginativo, abord¨® el Carnaval, de Schumann, desde criterios muy fecundos, pues aun respetando la ?letra? supo ir m¨¢s lejos de ella para encontrar la m¨²sica que se esconde ?entre las notas?, como quer¨ªa Claudio- Debussy. Por otra
-parte, la visi¨®n del romanticismo por parte de los artistas mediterr¨¢neos (Sermet lo es por partida doble, en cuanto turco y en cuanto se ha formado en Francia), suele poseer un especial atractivo, tina forma de particular efusi¨®n, una incisiva iluminaci¨®n, un algo pl¨¢stico y sabroso. Lo que no va mal cuando se trata de creaci¨®n tan "pict¨®rica" como las piezas del Carnaval, esa cadena de ?evocaciones? que van del gesto al ?retrato?. El Carnaval de Sermet podr¨ªa definirse en estas palabras: de lo vivo a lo pintado.
Despu¨¦s, la visi¨®n mefistof¨¦lica en aire de vals, sobre la que Liszt desarroll¨® todas las posibilidades de su pianismo virtuosista. Como contraste el m¨¢s ¨ªntimo Ravel, el servidor de su mundo y su tiempo, el buscador en su ?espejo? y sus ?relojes? de las sombras de otro tiempo. Aludo a Le Tombeal¨ª de Couperin, ¨²ltimo homenaje desde la lejan¨ªa al gran barroco franc¨¦s. La ?distancia? la mide Sermet en grados de calidad sonora, en diversificaci¨®n de pianos y pian¨ªsimos, en ornamentaciones irisadas. Preciosismo en fin, ?magia prodigiosa?, como dec¨ªa Falla, visi¨®n po¨¦tica de la exactitud. Y para terminar, la avasalladora Sonata, 1926, de Bela Bartok, en un pianismo percusivo y ¨¢cido, parte de cuya sustancia est¨¢ arrailcada, con dolor de excavador, de los filones populares. Soberbio recital, en todas sus partes: palpitante, vivo, creador, human¨ªsimo.Rtunzi -Yassa~ premio 1977Treinta y tres pianistas se hab¨ªan inscrito para participar en la cuarta edici¨®n del Concurso Internacional Paloma O'Shea, trece de los cuales no se presentaron. Otro se retir¨® despu¨¦s de haber realizado parte de la primera eliminatoria. Quedaron as¨ª diecinueve concursantes procedentes de doce'pa¨ªses. Ha resultado ganador del primer-premio (250.000 pesetas, medalla de oro y actuaci¨®n en el pr¨®ximo festival santanderino) el egipcio Rainzi Yassa. Nacido en 1948, hizo sus estudios en El Cairo, Mosc¨² y Par¨ªs con los profesores Puglisi, Dorensty y Causeret, y cuenta en su haber con galardones diversos concedidos en la capital francesa, Vercelli y Mosc¨². 'Escuch¨¦ a Yassa la segunda prueba en la que interpret¨® sonatas de Soler, Haydn, Prokofiev y Liszt. De sonoridad transparente y muy coloreada, fruto de un rico repertorio de ?ataques?, r¨ªtmica exacta y natural y expresividad de contenido lirismo, el pianista egipcio sirvi¨® con tanta propiedad la gracia, entre scarlattiana y haydniana del m¨²sico escurialense y la hondura trascendente, la densidad casi ?tristanesca? de Liszt, pasando por la invenci¨®n ir¨®nica, l¨ªrica y exultante de Prokoflev o la libertad en orden de Hadyri. Pianista interesante como personalidad y considerable como poder¨ªo t¨¦cnico, la primera cualidad le reserva un puesto singular en el panorama europeo. Yassa es ya realidad, no simplemente promesa.
El segundo y tercer premios fueron refundidos por el jurado para conceder dos ex aequo al brit¨¢nico Jeremy Atkin (diecis¨¦is a?os, disc¨ªpulo de Merlow y Curcio) y al norteamericano David Wehr (veinte a?os, alumno de Frager, Dichter, Graffman y Janis). La clasificaci¨®n fue decidida despu¨¦s de la prueba final, con la Orquesta Sinf¨®nica de Asturias, bajo la direcci¨®n de Benito Lauret, en la que Uassa y Atkin tocaron el tercer concierto de Beethoven y Wehr el segundo de Chopin.El Concurso Paloma O'Shea, despu¨¦s de cuatro ediciones, ha adquirido definitiva importancia. Tiene, adem¨¢s, la de ser una iniciativa privada en la que el mecenazgo de la fundadora se ve asistido por la colaboraci¨®n de otras personalidades, a t¨ªtulo tambi¨¦n privado y el patrocinio de entid¨¢des locales y estatales.
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