Un paso decisivo para todos los trabajadores

La decidida aproximaci¨®n entre USO y UGT, a falta del necesario refrendo de las respectivas bases, es una buena noticia, no s¨®lo para los militantes de ambas organizaciones, sino para todos los trabajadores espa?oles. La unidad, pregonada por todos, comienza a dejar de ser un objetivo demag¨®gico para convertirse en un plan de trabajo.Para hacer frente a la patronal,' ya unida, al Gobierno centrista y a las multinacionales, a la hora de discutir las salidas a la crisis econ¨®mica y la articulaci¨®n de la libertad sindical -inexistente hoy- es imprescindible la unidad obrera. El futuro modelo econ¨®mico y de convivencia debe tener en cuenta a la mayor¨ªa del pa¨ªs, y esa mayor¨ªa est¨¢ constituida por trabajadores. La desuni¨®n obrera s¨®lo favorece a intereses pol¨ªticos y econ¨®micos m¨¢s cohesionados, m¨¢s concretos.

El paso dado por las dos centrales socialistas debe culminar, democr¨¢ticamente, tras un amplio debate, en una primera fusi¨®n de las familias ideol¨®gicas afines que sirva de aceicate, por el poder que va a representar, a otras organizaciones de otras ideolog¨ªas para emprender un proceso similar y lograr, en un plazo no muy lejano, la unidad sindical de todos los trabajadores espa?oles. Es una gran responsabilidad, que tiene ribetes hist¨®ricos, la de las ejecutivas de estas dos centrales. Si fracasara su proceso, los resultados habr¨ªamos de pagarlos todos los trabajadores.La uni¨®n, por otra parte, va a enriquecer a la UGT con los magn¨ªficos cuadros de USO, y a ¨¦sta con el peso de una importante afiliaci¨®n, como la conseguida en los ¨²ltimos tiempos por el sindicato que fundara Pablo Iglesias.

El debate de la unidad, adem¨¢s, repercutir¨¢ sobre el socialismo obrero y clarificar¨¢ en t¨¦rminos casi absolutos el desquiciado panorama de siglas sindicales -muchas de ellas verticalistas- que hoy padecemos.