La Democracia Cristiana se consolida en el poder
El Gobierno minoritario del democristiano Giulio Andreotti, constituido gracias a la abstenci¨®n de la mayoria de los partidos en las votaciones de confianza y en medio de expectativas completamente divergentes, se ha consolidado en un a?o de ejercicio limit¨¢ndose pr¨¢cticamente a administrar con una serie de medidas la crisis econ¨®mica, social, pol¨ªtica e institucional del pa¨ªs.
La Democracia Cristiana esperaba retornar r¨¢pidamente al centro-izquierda con los socialistas y algunos partidos menores para gobernar desde posiciones de mayor¨ªa. El Partido Socialista deseaba en un primer momento un gobierno alternativo de izquierda y luego un Gobierno de emergencia con todos los partidos democr¨¢ticos. El Partido Comunista se preocupaba por las reacciones de sus afiliados ante su implicaci¨®n con la Democracia Cristiana.El Gobierno de Andreotti comenz¨® su mandato con un programa en cinco puntos: problemas del mediod¨ªa, desempleo juvenil, orden p¨²blico, relanzamiento de la agricultura y reconversi¨®n industrial. De todo ello, s¨®lo ha afrontado el desempleo juvenil, con una ley que habr¨ªa de ?encaminar? hacia el trabajo un porcentaje no muy elevado de la numeros¨ªsimajuventud inactiva. El resto del programa del Gobierno se halla en el acuerdo de programa estipulado el mes pasado por los democristianos, los comunistas, los socialistas, los socialdem¨®cratas, los republicanos y los liberales.
Equilibrio con el PC
M¨¢s que en aplicar su programa, el Gobierno se ha ocupado en mantener el equilibrio de las nuevas relaciones entre la Democracia Cristiana y el Partido Comunista, que hab¨ªa estado en la oposici¨®n hasta el a?o pasado. De este modo, ha adoptado medidas contingentes para hacer frente a la crisis; ?qu¨¦ resultados han dado estas medidas?En octubre de 1976, ante una pavorosa ca¨ªda de la lira, el Gobierno adopt¨® medidas financieras -referentes a la liquidez, la importaci¨®n y la retenci¨®n de divisasque tuvieron efectos moment¨¢neos, pero no definitivos.
Afront¨® luego el problema d¨¦ la escala m¨®vil, o mecanismo de adecuaci¨®n salarial al aumento delcoste de la vida, calculado seg¨²n una serie de productos y servicios considerados b¨¢sicos. En una larga negociaci¨®n con los sindicatos, el Gobierno consigui¨® eliminar algunos cap¨ªtulos de la escala m¨®vil y congelarla para las rentas de trabajo dependiente, superiores a los seis millones de liras anuales. A¨²n con ello, los precios han seguido aumentando. De este modo, la clase obrera tiene que recurrir al multiempleo; la clase media encarece el coste del dinero con su ?jungla de las retribuciones?, o disparidad salarial a igualdad de cualificaci¨®n, y la burgues¨ªa independiente se entrega a la evasi¨®n fiscal. Puede decirse que, si el Gobierno contuvo parcialmente la crisis econ¨®mica, no hizo nada para resolver la crisis social.
El electorado, desorientado
Por otro lado, el electorado est¨¢ desorientado. Los electores democristianos votaron contra el Partido Comunista, pero se hallan ante un compromiso de hecho. Los electores comunistas votaron contra la Democracia Cristiana para que se llegase a un nuevo tipo de Gobierno. Este requiere cierto tiempo para convencer a sus electores de la validez de sus alianzas, por lo quenecesita evitar las consultas electorales. De hecho, el Gobierno ha intentado -sin conseguirlo- aplazar unas elecciones administrativas que en noviembre pr¨®ximo afectar¨¢n a unos tres millones de electores.Finalmente, el Estado toc¨® el fondo de su incapacidad para defender el orden p¨²blico en la primavera pasada: la delincuencia com¨²n, con sus secuestros, y las organizaciones terroristas de extrema izquierda, con sus tiroteos a profesores, periodistas y dirigentes industriales, tuvieron enjaque a la polic¨ªa y la magistratura. El Gobierno adopt¨® medidas que dan mayor capacidad de acci¨®n a la polic¨ªa, pero no hizo nada para resolver el problema fundamental: reformar el aparato judicial, por cuya exasperante lentitud el 65% de los reclusos est¨¢n en espera de juicio, cifra absurda en un pa¨ªs europeo.
Puede decirse queel reciente acuerdo program¨¢tico de Gobierno vino a perfecionar, detall¨¢ndolo, en el programa que a¨²n no ha aplicado y que su ¨²nica funci¨®n ser¨¢ probablemente la de sancionar de hecho el ingreso del Partido Comunista en la mayor¨ªa que, con su abstenci¨®n en el Parlamento, apoya al Gobierno minoritario.
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