Azafatas intrusas

Hace unos d¨ªas, he regresado con mi familia, de disfrutar las vacaciones anuales en un pueblecito de la Costa Brava, donde he presenciado un hecho el cual podemos calificar de inaceptable para todos los espa?oles, al menos para que no nos tachen, como siempre, de ?quijotes? y, esta vez, estimo que muy justificadamente. Tal hecho es el que una se?orita extranjera haga de azafata para ?proclamar? en un mal castellano, las excelencias del lugar, etc¨¦tera. Yo creo, sinceramente, que tal puesto de trabajo deber¨ªa ser ocupado por una espa?ola, que supongo lo har¨ªa tan bien o mejor como ella y adem¨¢s se ganar¨ªa unas pesetas, probablemente en su ¨¦poca de vacaciones como la extranjera citada. Adem¨¢s vuelvo a decir lo de ?quijotes? porque una espa?ola en Par¨ªs, aunque aqu¨ª trabaje en una oficina como secretaria, taquimecan¨®grafa, etc¨¦tera, all¨ª tiene que hacerlo como ?chacha? de servir, porque no la dan carta de trabajo nada m¨¢s que de sirvienta. ?Por qu¨¦ se toleran esas cosas? No podemos permitir que, mientras nuestras j¨®venes est¨¢n buscando trabajo en esta ¨¦poca estival, vengan del extranjero a ocupar los puestos de trabajo, pocos, que aqu¨ª existen, adecuados para nuestras chicas estudiantes, que supongo no tendr¨¢n envidia a las extranjeras, en cuanto a su preparaci¨®n pedag¨®gica e idiom¨¢tica se refiere.