El caso Lance puede plantear la primera crisis interna al Gobierno norteamericano

Mientras la Casa Blanca mantiene un discreto silencio, la investigaci¨®n sobre los problemas financieros del director de la Oficina del Presupuesto Federal, Bert Lance, est¨¢ a punto de concluir y puede plantear la primera crisis pol¨ªtica interna en la nueva Administraci¨®n dem¨®crata.

Lance, un banquero de Georgia, unido por una vieja amistad a Carter, fue uno de los primeros nombramientos realizados por el presidente al formar su Gobierno. Como director de la Oficina del Presupuesto Federal, Bert Lance tiene categor¨ªa similar a la de ministro y dirige el equipo encargado de confeccionar y distribuir el presupuesto federal norteamericano.Hace unas semanas se descubri¨® que Lance hab¨ªa realizado algunas operaciones financieras cuestionables y que deb¨ªa varios millones de d¨®lares que le hab¨ªan sido prestados por algunos bancos. Las primeras investigaciones no hicieron sino complicar el asunto y en algunos sectores se puso en duda la capacidad para dirigir el gasto p¨²blico del Estado de un hombre que hab¨ªa llevado tan mal sus propias finanzas, hasta el punto de estar arruinado. Lance neg¨® que hubiera cometido actos impropios o ilegales y se someti¨® a una investigaci¨®n m¨¢s amplia, que concluir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas.

En medios cercanos a la Administraci¨®n Carter no se ocult¨® el disgusto por los problemas de Lance, que podr¨ªan causar perjuicios a la imagen del presidente, en un Washington que a¨²n recuerda los esc¨¢ndalos del Watergate, la dimisi¨®n de Spiro Agnew, y donde se est¨¢n desarrollando pesquisas sobre los presuntos sobornos de congresistas por parte del lobby de Corea del Sur. Si a todo ello se une el halo de moralidad a ultranza en que Carter bas¨® su campa?a electoral y sus primeras actuaciones en la Casa Blanca, es evidente el da?o que podr¨ªa causar al presidente un alto cargo envuelto en actividades econ¨®micas poco claras.

El portavoz de Carter, Jody Powell, reconoci¨® ayer que no se habla sometido a Bert Lance al r¨ªgido examen que sufrieron todos los ministros y altos funcionarios de la nueva Administraci¨®n. Ahora, la Casa Blanca quiere mantenerse al margen del problema.