Las dificultades extracinematogr¨¢ficas de "Camada negra"
El caso de Camada negra pel¨ªcula de Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n y producida por Jos¨¦ Luis Borau, es ejemplar por varios motivos. El an¨¢lisis y reflexi¨®n de las causas conduce inevitablemente a comprender parte de los defectos claves de la industria cinematogr¨¢fica espa?ola.
La pel¨ªcula deb¨ªa de haberse estrenado en el ¨²ltimo mes de abril, fecha en la que ya exist¨ªa copia standard de la misma. El primer escollo es la censura cinematogr¨¢fica: desde entonces hasta el pasado mes de julio el filme estuvo ?congelado? en las dependencias administrativas de la Direcci¨®n General de Cine. La v¨ªspera de su proyecci¨®n en el ¨²ltimo Festival Internacional de Cine de Berl¨ªn, al que fue seleccionada por el comit¨¦ del Festival a¨²n a sabiendas de que la pel¨ªcula no ten¨ªa el visto bueno censorial, el propio director general de Cinematograf¨ªa, se?or Ben¨ªtez de Lugo, comunic¨® a los periodistas presentes la aprobaci¨®n definitiva del filme que, todo hay que decirlo, planteaba una curiosa contradicci¨®n en el certamen puesto que concurr¨ªa oficialmente al mismo, ratificado por la presencia de las personalidades burocr¨¢ticas mencionadas, mientras que no exist¨ªa ?legalmente? de fronteras para adentro. Con el impudor que distingue a nuestros funcionarios se se?al¨® el dato de que Camada negra estaba aprobada desde hac¨ªa tiempo pero que una malhadada p¨¦rdida y traspapeleo de algunos de los oficios, hab¨ªa retrasado la comunicaci¨®n de la aprobaci¨®n. Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n obtuvo el premio del jurado al mejor director del certamen. La pel¨ªcula ten¨ªa, y tiene, una estupenda expectativa informativa y popular puesto que el tema -el comportamiento y actuaci¨®n de un grupo de fascistas incontrolados- no s¨®lo resulta cinematogr¨¢ficamente atractivo sino que, adem¨¢s, en nuestro pa¨ªs es de una vigencia indudable.Una vez aprobada por la censura sin ninguna modificaci¨®n en su metraje, y con el reconocimiento internacional a su calidad e inter¨¦s, surge el segundo escollo -¨¦ste en ¨¢mbitos de la industria privada-. La productora y el distribuidor -Esteban Alenda- no acaban de encontrar el local id¨®neo para su estreno, ni en Madrid ni en Barcelona. Los exhibidores, pieza absolutamente clave en el entramado industrial, y, con frecuencia, aut¨¦nticos condicionadores de la producci¨®n nacional, rechazan la pel¨ªcula aunque reconocen su enorme inter¨¦s art¨ªstico y comercial. Naturalmente en el rechazo no se aluden razones pol¨ªticas, pero que duda cabe que la ¨²nica explicaci¨®n es el temor de la actuaci¨®n de los grupos ?incontrolados?. Si La prima Ang¨¦lica, de Carlos Saura, y el Miguel Servet, de Alfonso Sastre supuso alg¨²n atentado en los locales en los que se exhib¨ªa Camada negra, parte a priori, con ciertas posibilidades de recoger las iras de los j¨®venes fascistas. Todo ello, a nuestro juicio, no justifica en lo absoluto el rechazo del filme. Pi¨¦nsese, y en ello tendr¨¢n que pensar cada d¨ªa con mayor dedicaci¨®n los exhibidores, que los ciudadanos de este pa¨ªs exigen, y exigir¨¢n cada vez m¨¢s, obras en las que el vodevil seudoer¨®tico no ocupe el lugar ¨²nico y exclusivo. Si a ello se le a?ade el dato objetivo y cuantificable al que tan dado son los negociantes, de que Furtivos, filme de Jos¨¦ Luis Borau y Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n como coguionista, ha sido una de las pel¨ªculas m¨¢s rentables de la historia de la cinematograf¨ªa espa?ola, lo que productor y distribuidor est¨¢n intentando es convencer a alg¨²n exhibidor para que gane una importante cantidad de dinero, algo infrecuente.
Los j¨®venes fascistas podr¨¢n manifestar su protesta, de eso no cabe duda, pero lo que el p¨²blico pide es precisamente aquel tipo de obras que se separe radicalmente de las queridas por los j¨®venes fascistas. Censura administrativa y cerraz¨®n de los empresarios privados son los dos obst¨¢culos m¨¢s importantes ante lo que se enfrenta Camada negra y, por extensi¨®n, toda la filmograf¨ªa apasionada y digna del cine espa?ol. Sin un cambio riguroso y profundo en la mentalidad de los dos sectores se?alados, nuestra cinematograf¨ªa tardar¨¢ mucho m¨¢s tiempo del necesario en salir del subdesarrollo actual.
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