Regulaci¨®n sobre la libertad informativa y redistribuci¨®n de frecuencias en las emisoras de radio

El Ministerio de Cultura y Bienestar presentar¨¢ pr¨®ximamente a la consideraci¨®n del Consejo de Ministros, para su aprobaci¨®n, dos proyectos de decreto por lo que se regulan la extensi¨®n de la libertad informativa de todas las emisoras de radio del pa¨ªs y la aplicaci¨®n de la convenci¨®n de Ginebra sobre reparto de frecuencias, lo que supondr¨ªa una redistribuci¨®n -incluidas bastantes desapariciones- de las frecuencias de radio en todo el territorio nacional, informa Europa Press.

Aunque todav¨ªa no han podido saberse con exactitud las l¨ªneas b¨¢sicas del decreto de aplicaci¨®n de las libertades informativas, fuentes indirectas consultadas por EL PAIS han se?alado que no se modificar¨¢ de momento la estructura de la propiedad -¨¦sta quedar¨ªa para una posterior ley de Radio, pedida desde hace tiempo desde diversos sectores- El proyecto de decreto contemplar¨ªa el derecho de las emisoras privadas a informar sin limitaciones que les permitir¨ªa tener programas informativos libres y aut¨®nomos.El inminente decreto hay que interpretarlo a la luz de la estructura de la radiodifusi¨®n en Espa?a. Tanto las emisoras nacionales como las llamadas, de una manera extra?a, privadas, son de propiedad del Estado, pero la explotaci¨®n de las emisoras llamadas- Privadas corre a cargo de particulares y empresas privadas. Radio Nacional de Espa?a conserva, sin embargo, la exclusiva de la informaci¨®n general, tanto nacional como ilnternacional. Esta censura informativa contemplada en la legislaci¨®n vigente de Radio ha continuado actuando, m¨¢s o menos intensamente, incluso despu¨¦s de las elecciones generales y el restablecirniento de unas Cortes democr¨¢ticas.

El segundo proyecto del decreto en cuesti¨®n contemplar¨ªa la reordenaci¨®n y el reparto de frecuencias, en aplicaci¨®n de los acuerdos de la Convenci¨®n de Ginebra (marzo 1977), de todas las emisoras del pa¨ªs. La aplicaci¨®n de estos acuerdos provocar¨¢ fuertes cambios en cuanto al n¨²mero de emisoras y a sus medios t¨¦cnicos y har¨¢ desaparecer bastantes emisoras que no tendr¨¢n capacidad de reconversi¨®n a las nuevas escalas que les sean adjudicadas.

La citada Convenci¨®n de Ginebra, primera de este g¨¦nero, organizada por la Uni¨®n Internacional de Telecomunicaciones y a la que asistieron delegaciones de 111 pa¨ªses, entre ellos Espa?a, acord¨® una autolimitaci¨®n en el uso de las frecuencias entre las emisoras de los pa¨ªses que las suscriben, con el objeto de no entorpecer mutuamente las emisiones. Los pa¨ªses firmantes se comprometieron a utilizar el aire en cantidades fijas previamente y de acuerdo con el reglamento de Radiocomunocaciones con el fin de reducir al m¨¢ximo la radiaci¨®n sobre el territorio de otros pa¨ªses de las ondas de cada emisora. Seg¨²n han se?alado fuentes oficiales, bastantes de las emisoras actuales espa?olas pueden verse afectadas por la aplicaci¨®n de estos acuerdos internacionales y parece ser que el n¨²mero de emisoras que tendr¨ªan que desaparecer a consecuencia de ello ser¨¢ considerable.