La Copa R-5, un campeonato muy conflictivo
La Copa R-5, que ha venido a sustituir a la popular R-8 TS, se ha visto marcada por el signo de las descalificaciones. En su primer a?o de vida, esta f¨®rmula de promoci¨®n que organiza FASA-Renault ha estado demasiado envuelta por irregularidades, incorrecciones, abusos y, finalmente, expulsiones de pilotos. Todo ello ha hecho que, cuando se han disputado ya m¨¢s de la mitad de las pruebas puntuables, la pol¨¦mica siga planeando sobre esta competici¨®n.Para empezar la narraci¨®n de los problemas que han rodeado a la reci¨¦n nacida Copa R-5, hay que remontarse hasta primeros de a?o. En aquellas fechas, los veh¨ªculos que FASA-Renault hab¨ªan prometido tener listos para su venta, distaban mucho de estar preparados. De ah¨ª, que el calendario tuviese que ser modificado cuando ya la temporada deber¨ªa haber comenzado, pues los coches no hab¨ªan sido entregados todav¨ªa. M¨¢s tarde, la entrega de los mismos se har¨ªa deprisa y corriendo, con lo que, una vez m¨¢s, los perjudicados eran los pilotos, ya que los veh¨ªculos que se les entregaban, y por los que, ten¨ªan que pagar cerca de medio mill¨®n de pesetas, distaban mucho de estar preparados para tomar parte en una carrera.
Una vez que las primeras pruebas comenzaron a disputarse, con la mayor¨ªa de los coches en un estado lastimoso, parec¨ªa que todos los problemas se hab¨ªan, definitivamente, solucionado. Sin embargo, nada m¨¢s lejos de la realidad. A este enmara?ado comienzo sigui¨® el asunto de la conducta de los pilotos en la pista, muchos de los cuales, ante la pasividad de los organizadores, hac¨ªan de la misma un campo de batalla en el que parec¨ªa que la norma a seguir era el ?vale todo?. Poco a poco, las aguas volvieron a su cauce, aunque esto se debiera m¨¢s a la propia pol¨ªtica practicada por muchos de los pilotos., que a las nulas medidas tomadas cuando se debieron haber tomado.
Por si esto fuera poco, que no lo era, al cumplirse el paso del ecuador del calendario. las primeras exclusiones -por ahora- hicieron su aparici¨®n. Las diferencias entre los veh¨ªculos eran, evidentemente, muy notorias, por lo que los organizadores procedieron a la verificaci¨®n de alguno de ellos, observ¨¢ndose algunas anormalidades importantes en los motores. Esto era raz¨®n m¨¢s que suficiente para que sus propietarios, Juan Sanz de Madrid, hasta entonces l¨ªder destacado de la clasificaci¨®n, y Juan Carlos Cavin, que figuraba en el quinto puesto, fueran expulsados del campeonato. Los veh¨ªculos de ambos hab¨ªan sido preparados por el mismo preparador, quien, al parecer, ya hab¨ªa realizado ciertas maniobras que se hab¨ªan dejado pasar por alto por parte del director de Competici¨®n de FASA-Renault, al no estar el reglamento suficientemente claro.. Pero lo m¨¢s curioso, es que lo que el citado director hab¨ªa permitido a este preparador (y, por tanto, a estos pilotos), no se lo hab¨ªa comunicado al resto, con lo que la idea de igualdad que preside esta f¨®rmula de promoci¨®n, quedaba truncada autom¨¢ticamente.Expulsados estos dos hombres de esta primera Copa R-5, la clasificaci¨®n ha sufrido un cambio notable, ya que Sanz de Madrid era l¨ªder destacado del campeonato. Sin embargo, las diferencias de veh¨ªculos siguen siendo patentes y no parece que nadie siga dispuesto a poner en claro las cosas. Es como si con estos dos expulsados fuese ya suficiente, como si lo ¨²nico que se hubiese pretendido es sentar un precedente o plantear una amenaza. Si a los intereses comerciales de la marca no le interesa, como es l¨®gico, el airear este tipo de ?trapos sucios? en una competici¨®n que ella misma organiza, los intereses deportivos deben estar por encima de ellos, por lo que hay que limpiar hasta donde sea preciso, expulsando, de una vez, a todo aqu¨¦l que se haya tomado m¨¢s libertades que las que autoriza el reglamento. Y, aunque no siempre sea f¨¢cil, a simple vista, descubrir cu¨¢l o cu¨¢les de los veh¨ªculos que toman parte en una carrera tienen ?trampa?, hay varios casos que si que parecen claros, figurando, adem¨¢s, en las primeras posiciones. A esos, evidentemente, se les debe desenmascarar y expulsar.
Hasta ahora, y dejando de lado el asunto de las expulsiones, hay un piloto que se muestra como netamente superior al resto. Arturo De On¨ªs, ascendido hasta el primer puesto de la clasificaci¨®n tras la descalificaci¨®n de Sanz de Madrid, hab¨ªa vencido a ¨¦ste, en dos de las cuatro confrontaciones que hab¨ªan tenido entr¨¦ ellos. On¨ªs es un piloto muy fr¨ªo, muy seguro y muy calculador. Su principal virtud no est¨¢ tanto en su comportamiento en carrera. aunque, ¨¦ste sea muy v¨¢lido. como en su trabajo. premio al desarrollo de la carrera en s¨ª. La meticulosidad de su trabajo en la puesta a punto de su coche. en la adaptaci¨®n del mismo al trazado de los diferentes circuitos. as¨ª como a las propias peculiaridades de su propio estilo de conducci¨®n, que ¨¦l conoce como nadie, hacen que siempre su veh¨ªculo parezca m¨¢s puntero que el de sus rivales. Pero su trabajo es legal, o, al menos. no est¨¢ contra el reglamento, lo que no puede decirse de muchos de los que le critican.
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