Comprender,a Euskadi .
Aunque no titulo mi escrito, bien podr¨ªa llevar el de ?Desde Madrid, con dolor?. Un dolor y una desaz¨®n que creo compartir con todos aquellos que por las razones que sean, viven fuera de Euskadi, temporalmente, descubriendo d¨ªa a d¨ªa el enorme foso de incomprensi¨®n que separa a las gentes de la ancha Castilla, respecto de la ex¨ªgua y amplia Euskalerr¨ªa.Sin embargo, no soy partidaria de hacer responsable a la prensa de esta situaci¨®n, consciente como soy de las dificultades que debe vencer para desarrollar su tarea informativa. No se trata de eso. Trato de brindarles una sugerencia como euskaldune y colaboradora de prensa; que dejen expresarse al pueblo, abran espacios al comentario, donde gentes ¨²nicamente omprometidas con su lucha diaria, existencial, nos den su parecer y expresen sus dudas, a fin de que otros les respondan. Quiz¨¢s -quiero creerlo as¨ª-, empiece a correr una brisa menos contaminada, y se- puedan o¨ªr voces m¨¢s espont¨¢neas y, en el peor de los casos, el sufrido lector podr¨ªa hacerse la ilusi¨®n de que escucha a uno de los suyos y no a la voz oficialista, siempre atenta a intereses de grupo o de Estado. -
Todas estas reflexiones me las vengo haciendo despu¨¦s de percatarme de los comentarios que provocan las noticias que hablan de Euskadi y de sus problemas. Lo que se debiera hacer...
Lo que se debiera hacer es tener informado al lector en una forma m¨¢s asequible: decir que ha habido una manifestaci¨®n, sin a?adir por qu¨¦ se hace y qu¨¦ resortes legales han fallado, previamente, me parece que es el mejor modo de crear confusionismo.
En Euskadi -s¨¦panlo quienes lo ignoren- no tenemos pasta de bonzos y si, conociendo los m¨¦todos con que se reprimen, seguimos insistiendo en la amnist¨ªa, es de suponer que la reivindic¨¢ci¨®n es mayor y m¨¢s importante que el riesgo.
No entra en mi ¨¢nimo generalizar, consciente como soy, de que existen minor¨ªas ?enteradas? y hasta dispuestas a solidarizarse con un pueblo que pide por s¨ª y para el resto de Espa?a. Quienes as¨ª piensan, nos entienden. Quienes no, pertenecen al grupo de los que leen sin enterarse o se enteran de lo que quieren.
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