Duro alegato contra la autorizacion del divorcio en Espa?a
La agencia Logos difundi¨® ayer el texto ¨ªntegro de Feliciano Gil de las Heras, auditor del Tribunal de La Rota (que entiende sobre separaci¨®n y anulaciones matrimoniales), en tomo al tema de la actitud de los fieles y gobernantes cat¨®licos en Espa?a, y que, titulado Ante la posible legalizaci¨®n del divorcio en Espa?a, ha aparecido en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Ecclesia.El texto comienza advirtiendo que el magisterio de los papas no admite que la autoridad civil pueda disolver el matrimonio de los no cristianos, por lo que ?a¨²n es m¨¢s claro que menos puede con relaci¨®n al de los bautizados?. ?Esta -dice- es la doctrina que la Iglesia ense?a, tomada de la revelaci¨®n y de su magisterio.? Reconocemos -a?ade- que para llegar a esta conclusi¨®n guiados solamente por la raz¨®n, del simple an¨¢lisis del hecho natural, existen ciertas dificultades?, pero ?la consideraci¨®n de la ley divina viene a quitar esas dudas que pudieran quedar.entre una simple consideraci¨®n del derecho natural?.
En cambio, dice, exceptuando el matrimonio rato y consumado entre cristianos, ?ciertos matrimonios pueden ser disueltos por la autoridad vicaria del Papa?. Con todo, ?la Iglesia se ha negado a disolver estos matrimonios, a pesar de los grav¨ªsimos da?os que podr¨ªan resultar de esta negativa en casos muy concretos?. Cita el ejemplo de los papas Inocencio III -cuyo pontificado transcurri¨® entre 1198 y 1216, que se neg¨® a ratificar el repudio de la mujer de Felipe Augusto de Francia-, Benedicto II -Papa entre el 684 y el 685-, Gregorio VI -cuya legitimidad papal se discute, por haber sido obligado a la abdicaci¨®n su predecesor, Benedicto VIII, y posteriormente, ¨¦l mismo, y que vio transcurrir su mandato entre 1405 y 1406, en plena ?edad de hierro? de la Iglesia-, P¨ªo I -Papa entre el 140 y el 155 de nuestra era- y P¨ªo II, Papa renacentista, antes poeta, que prohibiera bajo excomuni¨®n, en la bula Execrabilis, la apelaci¨®n al Concilio general (1458-1464).
Respecto a la actitud de fieles y gobernantes, recomienda el auditor de La Rota, ?urgir¨¢ esta doctrina con medios evang¨¦licos, sin coacciones extra?as, pero a la vez sin claudicaciones ?. El cat¨®lico, dice, ?al formar su conciencia sobre este punto concreto, no podr¨¢ hacerlo ignorando esta realidad. Es m¨¢s, debe manifestar obsequio leal, interna y externamente, al magisterio de la Iglesia. As¨ª, aunque datos y modos de pensar distintos ?puedan hacerle reflexionar?, ?para ¨¦l son razones mayores las que le ha expuesto el magisterio de la Iglesia?.
Respecto a la actitud del gobernante cat¨®lico, que debe -seg¨²n Gil de las Heras- mantenerse en contra de la ley de divorcio -?esa inmoralidad? la calificar¨¢-, se?ala que as¨ª no trata de imponer sus creencias a nadie, sino lo que ¨¦l considera un bien com¨²n. Por ¨²ltimo, a?ade que la Igles¨ªano debe tomar parte nunca en un refer¨¦ndum sobre el tema, porque ?la verdad de la doctrina no depender¨¢ nunca del n¨²mero de votos?, y para terminar, exhorta a los cat¨®licos a comenzar ya una campa?a de evangelizaci¨®n sobre el tema ?antes de que la batalla se convierta en pol¨ªtica de bandos?, utilizando ?semanas, cursillos, prensa y medios de comunicaci¨®n social?, ?pero, sobre todo,la predicaci¨®n durante un per¨ªodo de tiempo?.
Divorcio y separaci¨®n eclesi¨¢stica en algunos datos
Seg¨²n el informe Foessa, en 1975, el 71% de los espa?oles mayores de 18 a?os est¨¢ de acuerdo con el divorcio. Seg¨²n la Asociaci¨®n de Mujeres Separadas, en Espa?a hay, al menos, 400.000 matrimonios separados de hecho, y cien mil m¨¢s que obtuvieron la separaci¨®n legal.A finales de 1972, los tribunales eclesi¨¢sticos de Madrid ten¨ªan pendientes 2.270 causas de separaci¨®n. En 1973 hubo en el total de los tribunales eclesi¨¢sticos espa?oles -seg¨²n la Gu¨ªa de la Iglesia espa?ola- 3.536 causas matrimoniales, y durante 1974, otras 3.902 causas m¨¢s. Las solicitudes -de nulidad matrimonial suponen un 30 % de las de separacion.
En t¨¦rminos econ¨®micos, la cuesti¨®n es dif¨ªcilde evaluar, por no existir datos publicados, pero es de conocimiento general que, pese a los cambios recientes en las tasas eclesi¨¢sticas, los tr¨¢mites siguen siendo muy caros para una econom¨ªa normal.
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