La OLP s¨®lo participar¨ªa de la Conferencia de Ginebra como miembro de pleno derecho

La Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) no est¨¢ dispuesta a participar en la futura Conferencia de Ginebra bajo el estatuto de simple observador y s¨®lo lo har¨ªa luego de haber sido reconocida como miembro de pleno derecho.

Bajo tales t¨¦rminos se expresa un comunicado de la OLP dado a conocer en Mosc¨² con motivo de la visita oficial iniciada por Yaser Arafat a la capital sovi¨¦tica. El documento subraya tambi¨¦n el apoyo que presta la URSS a la OLP y condena el rearme masivo a que procede Israel tras la reciente gira del secretario de Estado norteamericano Cyrus Vance, por Oriente Pr¨®ximo.En la ¨®ptica de las ¨²ltimas declaraciones pronunciadas por Arafat no queda lugar para el di¨¢logo con el nuevo Gabinete de Tel Aviv, lo cual aparece aqu¨ª como una respuesta l¨®gica a las posiciones planteadas por el primer ministro Begin, quien dijo no tener la menor intenci¨®n de restituir los territorios ocupados por Israel y, en particular, Cisjordania y la franja de Gaza.

Al parecer, el tema de L¨ªbano ocupa un puesto primordial en las conversaciones que sostiene Arafat en Mosc¨², reforzando de esta manera la tesis sostenida entre los observadores pol¨ªticos de la capital argelina en el sentido de considerar indisociables los problemas liban¨¦s y palestino.

Denuncias contra la derecha libanesa

En ese marco, los ¨¢rabes han denunciado la alianza sellada entre israel¨ªes y conservadores libaneses con el objetivo de liquidar la resistencia palestina y que comprender¨ªa un plan elaborado en el curso de una reuni¨®n sostenida el pasado d¨ªa 10 en el puerto de Jumieh, en manos de la derecha libanesa, entre los dirigentes de esta ¨²ltima, Camille Chamun y Pierre Gemayel y el israel¨ª Shimon Peres.

Los palestinos dieron su acuerdo para la desmilitarizaci¨®n de ciertas zonas del sur liban¨¦s despu¨¦s de la entrevista del presidente Elias Sarkis con Hanni Hassan, consejero pol¨ªtico de Arafat, de manera de aplicar las cl¨¢usulas del acuerdo de El Cairo que regule las relaciones entre la OLP y el Gobierno liban¨¦s, pero la intervenci¨®n de las milicias conservadoras apoyadas por Tel Aviv dio al traste con el proyecto.

Esa es la explicaci¨®n de. la OLP sobre el estado de guerra, generalizada que prevalece en el sur liban¨¦s, en la que se incluye una cr¨ªtica directa al presidente egipcio Anuar el Sadat y al rey Hussein de Jordania por haber establecido un compromiso que reconocer¨ªa a Arriman un amplio margen de tutela sobre los palestinos, a lo cual se opone la OLP en t¨¦rminos que no se prestan a confusi¨®n.

Las relaciones entre la resistencia y el Estado liban¨¦s dejan mucho que desear porque la llamada ?soluci¨®n ¨¢rabe? elaborada en El Cairo no ha disipado los resquemores de una gran parte de los palestinos hacia el papel atribuido a Siria.

Se teme que la reuni¨®n que han de celebrar Sarkis y Assad, cuyo principio fue adoptado en junio, desemboque en una coordinaci¨®n estrat¨¦gica entre los dos pa¨ªses, anticipada por el l¨ªder falangista Karim Pakradoni, en detrimento de los intereses de la resistencia.

Por su parte, el presidente de Siria, Hafez el Assad, dijo ayer que est¨¢ dispuesto a firmar un tratado de paz con Israel para poner fin a la situaci¨®n actual, pero que no normalizar¨¢ relaciones hasta que Israel no ponga fin a su poltica expansionista.

En una entrevista con el New York Times, Assad se muestra muy pesimista sobre la posibilidad de reabrir la Conferencia de Ginebra, y, en caso positivo, de que se vayan a obtener resultados satisfactorios.