Los dictadores se lavan la cara ante los emisarios de Carter

Terence Todman, secretario de Estado adjunto para Asuntos Latinoamericanos del Gobierno de Estados Unidos, comenz¨® el pasado 11 de agosto su segunda gira por Am¨¦rica. Esta vez, por algunos pa¨ªses del cono sur: Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay, en este orden. En todos los casos, Todman fue, mir¨®, habl¨® y emiti¨® al concluir sus entrevistas conceptos similares acerca de cada pa¨ªs: ?He conocido m¨¢s de cerca esta realidad, esto aumenta nuestra capacidad de comprensi¨®n y la posibilidad de superar diferencias, y se ha avanzado en el respeto de los derechos humanos.?Como para facilitar las cosas, poco antes de su gira, en Chile el general Pinochet disolvi¨® la DINA, el Gobierno uruguayo anunci¨® elecciones para 1981 y en Argentina una urgente reuni¨®n de la Junta Militar trat¨® el tema de ?monopolizar el uso de la fuerza?, una referencia directa al recrudecimiento de los secuestros practicados por los sectores ultraderechistas del Gobierno.

Todo esto agrad¨® a Todman, que se ocup¨® de manifestarlo en su evidente intento por eliminar las fricciones creadas a partir de que en Estados Unidos se resolvi¨® reducir la ayuda militar dada a estos pa¨ªses. Pero el funcionario norteamericano no se limit¨® a realizar contactos oficiales, sino que, casi como un aspecto fundamental de su viaje, convers¨® con pol¨ªticos, gremialistas y economistas de cada una de estas naciones.

Lo m¨¢s significativo en Chile fue la entrevista con el l¨ªder de la Democracia Cristiana, Eduardo Frei, y de alguna manera contribuy¨® a desarrollar la impresi¨®n de que en el futuro posiblemente ese partido aporte hombres para un Gobierno c¨ªvico-militar. Como respuesta a una iniciativa del Gobierno de Estados Unidos, meses atr¨¢s Frei se entrevist¨® con el vicepresidente Mondale y el asesor Brzezinski en Washington, lo que interpret¨® como una advertencia al Gobierno de Pinochet.

En el terreno sindical, Todman habl¨® con distintos dirigentes, entre otros temas, sobre uno significativo: el posible alejamiento de Estados Unidos de la OIT y la creaci¨®n de una organizaci¨®n alternativa para Am¨¦rica Latina. Para concluir, Terence Todman tuvo una entrevista con el general Hernan Brady, ministro de Defensa y catalogado como uno de los favoritos para reemplazar a Pinochet en el caso de un cambio. Dentro de las Fuerzas Armadas, Brady tiene fama de ser un hombre de la CIA. Despu¨¦s de ver al jefe de la Corte Suprema, ministros de Justicia, Trabajo e Interior, al equipo econ¨®mico y al propio general Pinochet, el funcionario americano declar¨® que se iba ?con la mejor impresi¨®n, y que la imagen que hay sobre Chile en el exterior no corresponde a la realidad ?.

?No s¨¦, pero dicen que s¨ª?

En Argentina, el procedimienlo fue similar. La embajada de Estados Unidos en Buenos Aires abri¨® sus puertas para recibir a representantes del radicalismo, populares cristianos, un sector del peronismo y elementos del sindicalismo ¨ªntimamente vinculados al Gobierno anterior. Por otra parte, vio al presidente Videla, altos funcionarios del Gobierno y, especialmente, del Ministerio de Econom¨ªa. Antes de abandonar el pa¨ªs declar¨® que no pod¨ªa formular una apreciaci¨®n propia sobre si ha disminuido la violaci¨®n de los derechos humanos, pero que las personas con las que se entrevist¨® ?me dijeron que as¨ª es?.Seg¨²n una fuente informativa responsable, la Junta Militar se apresur¨® a confeccionar una lista de desaparecidos antes de que los familiares de las v¨ªctimas intentasen hac¨¦rsela Ilegar a Todman.

Acerca de las conversaciones con pol¨ªticos y gremialistas, el secretario norteamericano eligi¨® resaltar algunas coincidencias que pudo observar: ?Coincidieron en su sentido nacionalista; en su condena a todo tipo de terrorismo, en su deseo de ser consultados y -significativamente- en la necesidad de que Argentina reciba ayuda financiera de los pa¨ªses con econom¨ªa en mayor grado de desarrollo.?

En Paraguay y Uruguay r¨ªo hubo variantes significativas que se conozcan. Visitas oficiales y con particulares opositores; en el caso de Paraguay, por oposici¨®n debe entenderse un ala del mismo partido gobernante, y en el de Uruguay, los partidos pol¨ªticos tradicionales, Colorado y Blanco, entusiasmados actualmente por el anuncio de unas elecciones en las que ambos podr¨¢n participar sin necesidad de presionar sobre los militares.

No todo es homog¨¦neo

Quiz¨¢s uno de los p¨¢rrafos m¨¢s especiales de Terence Todman haya sido el referido a los anuncios de retorno a la normalidad institucional de varios pa¨ªses de la regi¨®n actualmente bajo reg¨ªmenes militares. ?Es una coincidencia -dijo- que alegra al Departamento de Estado norteamericano. Pero pienso, es decir, estoy seguro, de que esos pa¨ªses adoptan decisiones por su cuenta y por presiones internas, y no nuestras ni de ning¨²n otro pa¨ªs?, crey¨® necesario aclarar.Simult¨¢neamente, el pol¨¦mico embajador de Estados Unidos en las Naciones Unidas, Andrew Young, se refiri¨® en Caracas a ?coincidencias? m¨¢s realistas: dijo que la anterior Administraci¨®n americana prest¨® apoyo militar y financiero a las dictaduras fascistas de Am¨¦rica Latina. Aunque no se trata de una novedad, no deja de sorprender que lo admita un funcionario norte americano y evoca una ?coincidencia? ocurrida en 1973 en varios pa¨ªses de los visitados por T¨®dman actualmente. Casi simult¨¢neamente, el Gobierno democr¨¢tico del general Torres en Bolivia fue derrocado por un gol pe militar encabezado por Hugo Banzer; Salvador Allende era asesinado en Chile y reemplazado por el general Augusto Pinochet; en Uruguay los militares aniquilaron la democracia; el peruanismo de Velazco Alvarado sucumb¨ªa ante avances de la derecha.

Las contradicciones entre Todman y Young no son personales. La misma informaci¨®n acerca de la misi¨®n Todman ofrece elementos significativos. En el caso de Argentina, d¨ªas antes de su llegada estuvo la Coordinadora de Derechos Humanos y Asuntos Humanitarios del Departamento de Estado, Patricia Derian, estrecha colaboradora del presidente Carter, y mantuvo entrevistas similares a las de Todman.