Provocaci¨®n en el Rastro
El pasado domingo, d¨ªa 28, estuve en el Rastro con mi mujer y mis tres hijos, de seis, cinco y dos a?os, respectivamente Como es habitual, las calles y plazas principales estaban abarrotadas por vendedores, posibles compradores y mirones. Cuando trat¨¢bamos de conseguir un ¨¢lbum de cromos, olmos un griter¨ªo que proven¨ªa de gente que, a la carrera, trataba de refugiarse no sabemos de qu¨¦. Como la plaza estaba totalmente ocupada por puestos en aceras y calzadas, los que corr¨ªan pasaban por encima de tenderetes y personas tratando.de alcanzar losjardines, que por estar m¨¢s vac¨ªos ofrec¨ªan una cierta seguridad. Como pudimos, refugiamos a nuestros peque?osjunto a. unpuesto grande. Y una vez terminada la carrera nos retiramos a la zona ajardinada para observar lo que ocurr¨ªa. Las gentes estaban atemorizadas, los ni?os lloraban temblando ante tanto alboroto. Los vendedores recogian sus mercanc¨ªas. A lo lejos se ve¨ªa una masa de gente que se desplazaba con rapidez. Muchos puestos estaban destrozados. Y los compradores m¨¢s prudentes iniciaban la iretirada.El domingo y el lunes estuvimos atentos a la radio y televisi¨®n para conocer lo que hab¨ªa ocuirrido. Nada. El m¨¢s absoluto silencio. Hoy, martes, leemos en EL PAIS un peque?o art¨ªculo y una nota oficial del Gobierno Civil. Resulta incomprensible. En los ¨²ltimos tiempos hemos visto en el Rastro individuos de toda condici.¨®n pol¨ªtica y social. Cada cual ha dicho y vendido lo que le ha venido en gana. Y los visitantes sin hacer demasiado caso. con naturalidad, se han parado o har¨ª seguido. El Rastro parec¨ªa entonces una t¨®rre de Babel pol¨ªtica. donde se respiraba libertad. Hab¨ªa falangistas, nazis, socialistas, comunistas, anarquistas y vendedores de globos. Todos en armonia. Dicen que alguna vez hubo enfrentamientos por provocaciones de alg¨²n extremista, pero nada de importancia. La situaci¨®n del domingo fue distinta. La polic¨ªa carg¨® y, seg¨²n la nota oficial, con una actuaci¨®n prudente y correcta. ?Se puede decir que es prudente el que enciende un cigarrillo en un polvor¨ªn? ?Y el que dice: ?fuego! en una sala de espect¨¢culos? ?Y el que moviliza con sus acciones la masa de gente que se mueve? parsimoniosa en el Rastro? No. El responsable no es prudente. Est¨¢ practicando una forma m¨¢s de terrorismo y ponien do en peligro la vida de los ciudadanos.
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