Treinta mil personas, en Vitoria, en favor de la libertad de "Apala"
M¨¢s de 30.000 personas asistieron ayer en Vitoria a una manifestaci¨®n que en favor de la libertad de Apala y de la amnist¨ªa total hab¨ªa sido convocada por todos los partidos democr¨¢ticos, a excepci¨®n de UCD, PNV y PSOE. Los organizadores no hab¨ªan recibido la autorizaci¨®n del Gobierno Civil de Alava a la hora de iniciarse la manifestaci¨®n.A las siete y media de la tarde se concentraron los asistentes en la plaza de la Virgen Blanca para iniciar el recorrido a trav¨¦s de las calles Costa, Dato, San Prudencio, Las Desamparadas, concluyendo nuevamente en el punto de partida.
La manifestaci¨®n se inicio con un grito un¨¢nime de Apala, Askatu (Libertad para Apala), que fue insistentemente repetido a lo largo de todo el trayecto. Tampoco faltaron las tradicionales consignas Presoak kalera, Disoluci¨®n de los cuerpos represivos, ETA, el pueblo est¨¢ contigo, Apala, Larena, Chivite, askatu.
Pocas ikurri?as y muchas pancartas pod¨ªan verse entre los asistentes. La mayor¨ªa estaban firmadas por partidos pol¨ªticos, organizaciones de masas y asociaciones ciudadanas. Una de grandes dimensiones, con la inscripci¨®n Apala, askalu, sostenida por miembros de varios partidos, encabezaba la manifestaci¨®n. Familiares de presos pol¨ªticos, entre ellos la madre de P¨¦rez Beotegui (Wilson), portaban otra pancarta en la que. ped¨ªan la libertad de Apala y amnist¨ªa.
Los manifestantes llegaron nuevamente a la plaza de la Virgen Blanca, alrededor de las 8.30, concentr¨¢ndose en el centro de aqu¨¦lla. La pancarta que abr¨ªa la columna fue colocada en el monumento all¨ª situado.
Apostados en los laterales de la plaza, catorce jeeps y dos autobuses de la Polic¨ªa Armada contemplar han la escena. Un brigada se acerc¨® hacia las nueve de la noche a los manifestantes y solicit¨® que se disolvieran. Parte de las personas que se agrupaban en el centro se retiraron, mientras que un grupo bastante numeroso, lentamente, fue acerc¨¢ndose hasta la primera dotaci¨®n de jeeps de la Polic¨ªa Armada, rode¨¢ndola durante varios minutos. Durante este per¨ªodo de tiempo se intensificaron los gritos de Apala, askalu, y por un momento se cre¨® un ambiente de cierta tensi¨®n y miedo a la posible reacci¨®n de la fuerza p¨²blica, que no actu¨®.
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