El insulto imposible
Debemos felicitamos por el hecho de que los incontrolados patriotas que hasta ahora lanzaban elementos contundentes contra la sufrida librer¨ªa Rafael Alberti hayan pasado a la agresi¨®n verbal.Efectivamente, al pasar por delante de la citada librer¨ªa puede leerse un letrero que dice: AIberti: hijo de puta Convencionalmente se da a este ep¨ªteto un sentido ofensivo, con evidente injusticia hacia los nacidos de determinadas profesionales. El se?or Alberti podr¨ªa verse insultado por un letrero as¨ª en la librer¨ªa de su propio nombre, sin que sea inmediatamente borrado por los empleados de la misma. Pero se da la circunstancia de que el car¨¢cter supuestamente insultante del letrero se convierte en algo verdaderamente enaltecedor, cobra un sentido totalmente opuesto, al ir acompa?ado a ambos lados por sendas cruces gamadas. Con lo que el se?or Alberti puede sentirse, en definitiva, orgulloso.
S¨®lo queda rogar desde las p¨¢ginas de su peri¨®dico que de ahora en adelante los ejecutores de letreros insultantes no omitan la firma. Por favor.
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