Sic¨®logos, siquiatras y acad¨¦micos de todo el mundo estudian el amor
Los brit¨¢nicos no se han tomado muy en serio la primera conferencia internacional sobre Amor y atracci¨®n, que se acaba de celebrar en una Universidad de su pa¨ªs. Para ellos, la primera conclusi¨®n del congreso -el romanticismo en el amor ha muerto a manos de la permisividad de la d¨¦cada- no parece una consecuci¨®n dram¨¢tica si se tiene en cuenta que en esta asamblea sentimental participaron doscientos sic¨®logos, siquiatras y acad¨¦micos de todo el mundo, excepto del bloque comunista.La Universidad de Swansea, en el pa¨ªs de Gales, se convirti¨® en el auditorio de sus descubrimientos.
La permisividad de los a?os setenta, la puesta en marcha de los movimientos de la liberaci¨®n sexual, y especialmente la creaci¨®n de women's lib, han acabado con los elementos tradicionales de lo que se llamaba amor rom¨¢ntico, dijo en la asamblea la profesora Marion Kinglett, una soltera de 67 a?os que da clases en la Universidad de Michigan y que no est¨¢ muy segura de que el cambio haya sido para mejor.
Entre los elementos que ella cit¨® para hablar de la decadencia del romanticismo amoroso est¨¢n tambi¨¦n los materiales er¨®genos que se pueden comprar en cualquier tienda de Europa o de Estados Unidos. Su existencia no debe ser tan perjudicial porque en las diez cl¨ªnicas de terapia sexual que funcionan en el Reino Unido, bajo los auspicios del seguro social brit¨¢nico, son, utilizados con un gran ¨¦xito entre mujeres y hombres cuyos matrimonios son recuperados gracias a una reeducaci¨®n amorosa que implica el uso de pel¨ªculas, discos y otros materiales cuyo origen no es audiovisual.
Curas sexuales
La experiencia de las cl¨ªnicas de terap¨¦utica sexual en Gran Breta?a fue descrita, ante los estudiosos de Swansea, por la profesora Patricia Gillan, del hospital Rochford, en Essex. El 86% de las mujeres que han acudido a sus sesiones han salvado la relaci¨®n con sus parejas. Ahora se debe esperar hasta dos meses para conseguir una plaza en los cursillos. La efectividad de esta terapia ha aconsejado su extensi¨®n hacia solteros solitarios, como los camioneros, que son educados para salir de su medio ambiente, contactar posibles parejas y llevar a efecto una relaci¨®n estimulante para los dos factores de compromiso.Pero antes de tener que asistir a las curas sexuales, las parejas tienen en sus manos la posibilidad de, mejorar su relaci¨®n sexual. El doctor Mike Mair, del Instituto de Educaci¨®n de Londres, explic¨® ante sus colegas en la Asamblea del Amor que el tono de la voz, la expresi¨®n de la cara y, en general, el gesto durante conversaciones triviales pueden ser m¨¢s importantes en la relaci¨®n er¨®tica que el propio discurso amoroso. No importa lo que uno le diga a la pareja, porque de hecho y como se tem¨ªa, los enamorados no se escuchan, lo que es crucial es c¨®mo el otro recibe el mensaje que est¨¢ detr¨¢s de las palabras.
Estas conclusiones, que no encierran ninguna novedad sensacional, son producto de largas investigaciones que, en el caso de los especialistas estadounidenses, implican en algunas situaciones el uso de computadoras programadas para enamorarse, la vigilancia subrepticia de parejas cuyas miradas y otros contactos f¨ªsicos son .medidos para determinar su capacidad amatoria y sillas preparadas para reflejar la fortaleza sentimental y er¨®tica de sus ocupantes.
El experimento m¨¢s perturbador para los que ven alejarse el claro de luna como elemento f¨ªsico m¨¢s adecuado para acompa?ar el ejercicio del enamoramiento es el que se lleva a cabo en Chicago, donde una computadora es la que indica si es conveniente o no que una pareja salga regularmente. En primer lugar, se insertan los datos de los dos personajes, complicados, que a¨²n no se han encontrado. La computadora, llamada relate (relacionar), se encarga de definir la posibilidad que ambos tienen de enamorarse. Si el encuentro va a conducir a una p¨¦rdida de tiempo para los dos, relate decide que no deben comunicarse y sus fichas se guardan hasta que hallen medias naranjas m¨¢s propicias.
El amor se ha convertido, dice el organizador del congreso, Glen Wilson, un sic¨®logo del Instituto de Siquiatr¨ªa de Londres, en el ¨¢rea m¨¢s trascendente de la investigaci¨®n sicol¨®gica. Sin embargo la respuesta a los problemas sicol¨®gicos del amor no la hallar¨ªan estos especialistas en su propia conferencia.
En Cambridge, el profesor Ivor Milis dijo tambi¨¦n la semana pasada que la tensi¨®n de la vida moderna estaba llevando a las personas a un punto de destrucci¨®n que podr¨ªa acabar con la propia sociedad que crea esa tensi¨®n. Las relaciones personales son las primeras perjudicadas por el stress.
La tensi¨®n crea anorexia nerviosa entre las j¨®venes, que muchas veces sienten que su cerebro funciona mejor cuando no comen. Las mujeres son las m¨¢s afectadas por el stress, porque su trabajo profesional se sigue uniendo al dom¨¦stico, a pesar de los cambios estructurales que ha sufrido la sociedad. Los hombres, por otro lado, combaten el aburrimiento o la depresi¨®n buscando varias ocupaciones cuyos salarios no son siempre de necesidad vital.
La depresi¨®n que produce el stress no se manifiesta s¨®lo en ese sentimiento de frustraci¨®n, sino que provoca enfermedades org¨¢nicas irremediables. La artritis puede ser una consecuencia de la tensi¨®n cotidiana. En esos casos, dijo el profesor Mills, los enfermos responder¨ªan mejor a antidepresivos que a otros medicamentos.
Ivor Mills es el m¨¦dico que denunci¨®, hace poco, los casos de algunas mujeres que se inyectan hormonas para presentar en el ejercicio de su profesi¨®n una ?actitud m¨¢s masculina?.
Para la profesora Kinglet, de la que hablamos al principio de esta cr¨®nica, los movimientos de emancipaci¨®n, que tratan de colocar a la mujer a la misma altura profesional y dom¨¦stica que el hombre, han provocado un cambio radical en la teor¨ªa tradicional del amor. La segregaci¨®n se acab¨® y la dependencia tambi¨¦n. Los anticonceptivos y la tolerancia sexual de la ¨¦poca han convertido el que antes era el sexo d¨¦bil en un sexo con igual posibilidad de gratificaci¨®n que el otro, sin que las consecuencias de sus relaciones tengan que ser necesariamente comprometedoras ??para toda la vida!?.
A pesar de que el Congreso de Swansea quer¨ªa tratar del amor como tema sicol¨®gico en el que no se incluyeran s¨®lo las implicaciones sexuales, la teor¨ªa de la, profesora Kinglet, seg¨²n la cual en el amor el sexo es ahora lo principal y no lo subsidiario, ha obligado a los estudiosos a concentrarse en las perturbaciones sexuales como el elemento principal de sus discursos.
Relaciones con ni?os
En un principio parec¨ªa que la Asamblea del Amor iba a ser un fracaso, porque se inici¨® con una grave controversia. Los dirigentes de la organizaci¨®n que agrupa a los ped¨®filos (amantes de los ni?os) del Reino Unido quer¨ªan estar presentes en el congreso. En efecto, su secretario general, Tom O'Carroll, un hombre de veintisiete anos, estuvo en la Universidad. Al final fue expulsado por la fuerza, y una mujer de Swansea lo golpe¨® luego en un bar. Se le organiz¨® el boicot porque los ped¨®filos piden la reducci¨®n de la edad del consentimiento sexual. En un segundo per¨ªodo, quieren su abolici¨®n total. Ni?os menores, con los que ellos reclaman que se pueden tener relaciones satisfactorias, no son en absoluto maduros para aceptar la relaci¨®n que los ped¨®filos quieren, ha dicho Gay News, la revista de los homosexuales brit¨¢nicos.A pesar de que O'Carrol fue expulsado, un cura dominico, Michael Ingram, habl¨® ante la asamblea de la importancia de la discusi¨®n de este tema, y revel¨® que sus investigaciones sobre el caso indican en muchas ocasiones las relaciones de los adultos con los ni?os no resultan perjudiciales ni para unos ni para otros. El obispo que tiene autoridad sobre este sacerdote explic¨® luego que Ingram no expresaba el punto de vista de la Iglesia, ?que salvaguarda la integridad del inocente. Nuestra sociedad ha sufrido ya demasiado por culpa de las creencias de los que se dedican a corromper, la mentalidad de las personas?.
La condena del obispo no impidi¨® que el asunto se discutiera en la Asamblea del Amor. Las presiones que se recibieron para que la pederastia no figurara en la agenda -?es s¨®lo un 1% de lo que vamos a hablar?- no acab¨® con el inter¨¦s acad¨¦mico en el problema.
La de Swansea no fue la ¨²nica conferencia de la semana pasada donde el sexo y sus complicaciones estuvo presente en Gran Breta?a. Los sacerdotes cat¨®licos brit¨¢nicos hablaron en Birmingham de la homosexualidad y acordaron pedir a sus obispos que examinaran cuidadosamente la actitud de la Iglesia ante el fen¨®meno. El padre Anthony Lovegrove defini¨® la posici¨®n sacerdotal: ?La homosexualidad es forma de ser, una condici¨®n personal. Ya no podemos aceptar que es una enfermedad sexual que afecta a algunos degenerados y criminales.? La Iglesia cat¨®lica en Gran Breta?a se ha desentendido del problema hasta ahora. Seg¨²n un informe reciente, el 81% de los homosexuales que han acudido a buscar consejo religioso para sus problemas no han hallado respuesta satisfactoria. Esa situaci¨®n, dicen los curas, no puede seguir as¨ª.
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