Los posesos

Ya est¨¢, lo dije el otro d¨ªa, con la aparici¨®n de la monja emparedada de Benavente (Zamora) vuelve la Inquisici¨®n, que es lo que aqu¨ª est¨¢ haciendo falta, y El Alc¨¢zar, que es una inquisici¨®n para por las tardes, declara poseso al diputado socialista Jaime Blanco.-Bueno, le declara epil¨¦ptico -dice el quiosquero.

Epil¨¦ptico, y por lo tanto maldito, y por lo tanto abofeteable en la primera comisar¨ªa de guardia. Se ha dictado sentencia inquisitorial de posesi¨®n demon¨ªaca -que los ateos y laicos llaman epilepsia- contra un se?or, que naturalmente es rojo, y ya de nada vale que la Mesa de las Cortes, esa que se tiene que reunir, se re¨²na o no se re¨²na, porque la cosa ha pasado a m¨¢s altas instancias, a las instancias sobrenaturales de la derecha eterna. Antes no pod¨ªas hablar porque en seguida te sacaban el historial pol¨ªtico, y ahora te sacan el historial cl¨ªnico.

Jaime Blanco no es un castigado por la polic¨ªa. Es un castigo por Dios. Entonces, el que tiene que dimitir no es el ministro Mart¨ªn Villa. El que tiene que dimitir es Dios. Y como Dios no va a dimitir, pues m¨¢s vale dejarlo por esta vez, hombre, tampoco hay que ponerse as¨ª, t¨ªos, en esa tesitura, o sea que es que os pon¨¦is en lo ¨²ltimo, que al PSOE tampoco le conviene ahora una crisis de Gobierno, que a lo mejor les llaman al Gabinete y Felipe tiene que sentar plaza en la Legi¨®n, antes que hacerse cargo del problema laboral, el problema social y el problema en general o problema, propiamente dicho.

Lo que pasa es que la derecha usa siempre sus argumentos como quiere y cuando quiere, que no recuerdo yo de las campa?as antiaborto, cuando las se?oras de la mesa postulante te hac¨ªan caer en su trampa ingenua, en un razonamiento que parec¨ªa un colmo:

-A ver, trat¨¢ndose de padre alcoh¨®lico y madre sifil¨ªtica, ?aconsejar¨ªa usted el aborto?

Y sin darte tiempo a contestar:

-Muy bien, pues acaba usted de cargarse a Beethoven, que reun¨ªa esas condiciones biogr¨¢ficas y familiares.

Se lo dec¨ªan ellas todo, las t¨ªas. A Beethoven o a Brahms o al que fuera. El caso era cargarse a alguien. As¨ª que las malformaciones no le impiden a uno ser Beethoven o Dostoiewski, pero le impiden a uno ser diputado por Santander, que es cosa mucho m¨¢s moderna y ped¨¢nea.

Y como ese se?or no vale para diputado, que no pudo ni hacer la mili, pues, hale, a pegarle, que a los epil¨¦pticos -en el caso de que Jaime Blanco lo sea- siempre se les ha sacado el demonio del cuerpo a bofetadas en este pa¨ªs; porque lo que son es unos posesos y unos rojos, y ahora sale El Alc¨¢zar en plan Exorcista, que es ya celuloide rancio; que ahora la de moda es Tent¨¢culos, t¨ªos; a ver si nos aclaramos de qu¨¦ va, que un peri¨®dico tiene que llevar al d¨ªa la cartelera de espect¨¢culos.

Ahora que han quitado la tortura -o sea un error, porque la tortura es ¨²til y no hace da?o a nadie, salvo al torti¨ªrado-, ahora vuelve la derecha eterna, que eS eterna aunque a veces se autotitule provisional; ahora renace la derecha confederada y combatiente y despacha sentencia de posesi¨®n diab¨®lica contra un se?or de Santander con barba. Cre¨ªamos que Jaime Blanco estaba pose¨ªdo por el esp¨ªritu de don Pablo Iglesias, que era un buenazo, y resulta que est¨¢ pose¨ªdo por el demonio.

-A no ser que El Alc¨¢zar confunda al demonio con Pablo Iglesias -salta el parado, que se ha mudado con todas sus cosas (gafas, pilillos, picadura y mechero de cuerda) a la esquina del barrio, desde la del Ministerio de Trabajo, que dice que Jim¨¦nez de Parga le miraba ya con malos ojos al entrar y salir, como si fuera un s¨ªmbolo, o sea, la cari¨¢tide del paro.

Yo les dir¨ªa a los compa?eros de El Alc¨¢zar que una de las m¨¢s sensibles, inteligentes, bellas e intuitivas mujeres que he conocidod am¨¢s -genial para la m¨²sica y para la vida misma-, era y es tambi¨¦n posesa, y por ah¨ª anda, en bicicleta o al piano, tan dulcemente. Lo Unido que cuando pide un curas¨¢n en la cafeter¨ªa nunca se olvida de pedir otro para el Diablo, que ya sabe que lo lleva consigo. Pero es lo que ella me dec¨ªa a veces:

-Sabi¨¦ndole llevar a este diablillo de Sat¨¢n, se est¨¢ bien de posesa.

Pero me dir¨¢n los queridos compa?eros de El Alc¨¢zar que yo siempre con mis liguies y mis fardes. O lo que me dijeron unas de la Secci¨®n Femenina, esa que hab¨ªa, cuando me vieron en una revista con la mu?eca-maniqu¨ª de El Corte Ingl¨¦s que tengo en casa: ?Cuando la tienes ser¨¢ que la necesitas.? Y es que yo, a mi mi manera, tambi¨¦n soy un poseso, Blanco, t¨ªo.