Galicia: clamor popular contra la autopista del Atl¨¢ntico
Nada o casi nada hab¨ªa despertado hasta ahora tanta inquietud social en Galicia. Desde Vigo a El Ferrol, siguiendo la diagonal gallega, ligeramente desviada hacia Occidente, parroquia tras parroquia tienen la mosca detr¨¢s de la oreja con respecto a la autopista.Dicen los de Autopista del Atl¨¢ntico Concesionaria Espa?ola, SA, que detr¨¢s de las protestas est¨¢ la mano de los pol¨ªticos, En reiterados y extensos espacios publicitarios pagados a los peri¨®dicos gallegos intentan demostrar estos d¨ªas que su idea autopistera es la panacea para que Galicia entre en la modernidad.
Y, efectivamente, Galicia necesita a todas luces ser dotada de comunicaciones adecuadas, pero no entre el Norte y el Sur, sino entre el Este y el Oeste y en todas direcciones. Los planes ejecutados ¨²ltimamente por el Gobierno, durante los mandatos en Obras P¨²blicas de Silva Mu?oz, Fern¨¢ndez de la Mora y Calvo Sotelo, resolvieron su incomunicaci¨®n secular con la meseta mediante la construcci¨®n de carreteras redia que abrieron las puertas del Bierzo tanto por la nacional VI, hacia Lugo, como por las dos entradas de Orense y las intercomunicaciones posteriores entre Orense y Santiago y Orense y Vigo. Qued¨® como estaba la red interior.
Pero ya a?os antes la iniciativa privada hab¨ªa encontrado una soluci¨®n, que qued¨® reflejada en el Bolet¨ªn Oficial del Estado del 18 de agosto de 1973, cuando se daba cuenta de la concesi¨®n administrativa otorgada por e 1 Estado para construir y explotarla autopista del Atl¨¢ntico en r¨¦gimen de peaje. ? La importancia inmediata de la autopista del Atl¨¢ntico -se pudo leer en el n¨²mero 234 del Bolet¨ªn de Informaci¨®n del Ministerio de Obras P¨²blicas- reside fundamentalmente en que potenciar¨¢ y acercar¨¢ las zonas demogr¨¢ficas e industriales m¨¢s desarrolladas, como son La Coru?a y, El Ferrol, con Pontevedra y Vigo.
En total, 208 kil¨®metros de autopista con doce o trece puntos de peaje y no menos ¨¢reas de servicio que los m¨¢s importantes grupos financiero se encargan en seguida de capitalizar. Cuatro cajas de ahorro gallegas (las de Vigo, Pontevedra, Santiago y Orense) y los bancos Pastor, Hispano,Noroest¨¦ y Bilbao, con participaci¨®n menor de otras entidades bancarias, reparten las inversiones, reforzadas adem¨¢s con pr¨¦stamos en marcos alemanes, d¨®lares y pagar¨¦s en valor de dinares kuwait¨ªes. El Estado se encargar¨ªa de avalar buena parte de la inversi¨®n presupuestada que, si se le suman las tasas de inflaci¨®n correspondiente, hace pensar en que los costes de la autopista pueden calcularse en la actualidad en m¨¢s de 56.000 millones de pesetas.
Lo malo es que tal colaboraci¨®n popular no lleg¨® a producirse m¨¢s que en la medida en que las divisas de los emigrantes, canalizadas por las Cajas, se destinaron a financiar parte de la autopista. Por el contrario, lo que s¨ª se produjo claramente fue la oposici¨®n al proyecto.
Resultaba entonces que, tal como ahora empieza a reconocer en parte la propia empresa, la ocupaci¨®n de terrenos se estaba llevando a cabo casi manu militari, ya que, sin pagar nada y, en muchos casos, sin levantar actas siquiera, las poderosas m¨¢quinas cortaban caminos, desviaban cauces de agua, demol¨ªan propiedades particulares o destru¨ªan vestigios art¨ªsticos o hist¨®ricos, como quien tritura azucarillos para hacer mermelada.
El 27 de mayo de 1977 se constituy¨®, en Santiago, la Coordinadora Nacional de Afectados, que agrupa a las asociaciones culturales y de vecinos de todas las parroquias por donde atraviesa el trazado de la autopista y que canaliza la oposici¨®n a la misma. Para la Coordinadora, la autopista es -seg¨²n explic¨® recientemente a los parlamentarios- un negocio capitalista que no responde a las necesidades reales de Galicia y que, por el contrario, act¨²a como un cuchillo que separa las parroquias y los n¨²cleos de poblaci¨®n por donde pasa.
El Colegio de Arquitectos tambi¨¦n se opuso al proyecto, al igual que la mayor¨ªa de los partidos pol¨ªticos (en la reciente manifestaci¨®n de Pontevedra estuvo incluso un diputado de la UCD).
La ¨²ltima novedad sobre el asunto es la alternativa al proyecto del Centro de Informaci¨®n y Estudios Sociales de Galicia. ?Queremos demostrar -dijeron sus promotores- que existen soluciones m¨¢s baratas y mucho m¨¢s eficaces para resolver la congesti¨®n de la nacional 550.? Se tratar¨ªa, por un lado de modernizar la red ferroviaria gallega, mediante su total electrificaci¨®n.
Por otro lado se construir¨ªan dos carreteras tipo redia que aprovechar¨ªan los trazados de las actuales y en parte la obra hecha para la autopista, que ser¨ªa definitivamente desechada, incluso en el tramo Vigo-Pontevedra. ?Todo ello -aseguran quienes promueven la idea- costar¨ªa, en total, 26.000 millones de pesetas, treinta mil menos que la autopista solamente. La capacidad de carga de las v¨ªas asi conseguidas ser¨ªa tres o cuatro veces superior y, aparte de los costes econ¨®micos, los costes sociales, ser¨ªan inmensamente menores tambi¨¦n. Se ahorrar¨ªa, adem¨¢s unas 2.400 hect¨¢reas de terreno con respecto a la extensi¨®n ocupada o afectada por la autopista.?
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