Portm¨¢n: una bah¨ªa se muere entre coacciones, sobornos e intentos de cohecho
El director de L¨ªnea, Jos¨¦ Juan Cano Vera, ha reconocido a EL PAIS haber sufrido presiones pol¨ªticas para silenciar el tema. Por su parte, Juan S¨¢nchez Rada, ex director del desaparecido El Noticiero, de Cartagena, ha manifestado que recibi¨® propuestas econ¨®micas de la Pe?arroya para que se acallara la informaci¨®n sobre Portm¨¢n, actuando como intermediaria la empresa editora de esa publicaci¨®n. Esta oferta, rechazada por el se?or S¨¢nchez Rada, fue hecha en el verano de 1973, ¨¦poca en que El Noticiero se distingui¨® por su insistencia en el tenia.Es manifiesto, pues, que ha habido presiones e intentos de soborno, sin embargo es dif¨ªcil precisar si se han consumado o no. Para ello habr¨ªa que esperar a que se abriese una investigaci¨®n a lo que parecen igualmente dispuestos los parlamentarios del PSOE y de UCD por Murcia. Ricardo de la Cierva, que en los ¨²ltimos d¨ªas no ha dejado de aludir al tema, ha dicho a EL PAIS que ?esto puede terminar en interpelaci¨®n al ministro de Industria?, y se ha referido a la postura relajada de la Administraci¨®n ante la contaminaci¨®n en Portm¨¢n cuando Enrique Oltra Molt¨® y Jos¨¦ Aparicio Calvo-Rubio estaban al frente del Gobierno Civil de Murcia, indicando que ?mis datos se?alan una extra?a pasividad por parte de ambos y al menos en el caso de uno de los dos ha habido una acci¨®n probada de coacci¨®n?.
Una bah¨ªa condenada a muerte
Pero lo que se ha dado en llamar el ?caso Portm¨¢n? empieza en una bah¨ªa que fue bella en la zona minera de Cartagena donde un puerto hace a?os dej¨® de ser tal cosa a causa del vertido de est¨¦riles del lavadero de la Pe?arroya que desde 1967 viene arrojando al mar cantidades que oscilan, seg¨²n datos de la empresa. entre las 6.500 y las 7.000 toneladas diarias.En la actualidad lo que fue Portus Magnus, seg¨²n lo bautizaron los romanos, s¨®lo conserva una pequena playa en el extremo contrario del muelle del antiguo puerto. Los est¨¦riles sedimentados han rodeado de tierra firme al muelle y se puede ir a pie centenares de metros hasta incluso rebasar la ladera monta?osa que cierra la bah¨ªa por la derecha.
La lenta desaparici¨®n de la bah¨ªa ha de repercutir necesariamente en la vida de la cada vez menos poblada localidad de Portm¨¢n. Una vez que la bah¨ªa se ciegue del todo y los yacimientos que explota la Pe?arroya en la zona se agoten, no habr¨¢ motivo de vida para Portm¨¢n. Entre sus habitantes, es f¨¢cil apreciar esta sicosis de vivir en un lugar que dentro de unos a?os ser¨¢ ?como una ciudad muerta del Oeste?. En la mente de muchos est¨¢ Centenillo, el pueblo de la provincia de Ja¨¦n, donde hab¨ªa unas explotaciones de la Pe?arroya y que hoy est¨¢ deshabitado.
Portm¨¢n va a menos, aparte del aspecto que ofrece a la mirada del visitante. Si nos remontamos a las d¨¦cadas de los a?os diez y veinte de este siglo, ¨¦poca de auge de la miner¨ªa cartagenera. nos encontr4nios con una poblaci¨®n de entre 15.000 y 20.000 habitantes. En la actualidad lo habitan en torno a los 2.000. En los ¨²ltimos diez a?os no ha habido apenas construcciones de viviendas y algunos comerciantes han manifestado que en invierno ya no se puede vivir s¨®lo del comercio, por lo que es necesario dedicarse a otra actividad, que habitualmente es !a Pe?arroya. En verano la situaci¨®n es parecida dado que el turismo pr¨¢cticamente no existe. Por otra parte el acceso a Portm¨¢n se ha de hacer por una carretera monta?osa estrecha y plagada de curvas. La Pe?arroya ten¨ªa un tel¨¦grafo al servicio del pueblo que hace unos siete a?os fue suprimido. Tel¨¦fono s¨®lo hay uno -adem¨¢s de los de la empresa- en un bar, y cuando unas veinte personas quisieron instalarlo en sus casas les ped¨ªan 75.000 pesetas a cada una. La empresa ha anunciado, sin embargo, que pronto se instalar¨¢n dos nuevas l¨ªneas telef¨®nicas.
En cuanto a la pesca, quedan ya muy pocas personas que se dediquen a tal menester en Portm¨¢n, una vez desaparecido el puerto. La mayor parte de los antiguos pescadores ahora trabajan en la Pe?arroya, y los cuatro o cinco que aun viven del mar se ven obligados a utilizar barcas de poco calado para poder atracar en la playa del Lastre y tienen que alejarse muchos kil¨®metros de la costa, pues las aguas turbias de Portm¨¢n han ahuyentado la pesca.
En 1969 el Ministerio de Obras P¨²blicas dictaba una resoluci¨®n por la que se obligaba a la Pe?arroya a veinticinco millones de pesetas en la construcci¨®n de un nuevo puerto en cabo de Palos para los pescadores de Portm¨¢n, pero est¨¢ a treinta kil¨®rnetros y los pescadores no pueden desplazarse diariamente all¨ª. ?Sirve para atra car los barcos de la gente rica?, dice uno de ellos.
"Contaminaci¨®n est¨¦tica"
La Sociedad Minero Metal¨²rgica Pe?arroya Espa?a, con la participaci¨®n mayoritaria de la empresa francesa Inmetal, vinculada a la la banca Rotschild, cuenta con un complejo minero en la zona de Cartagena. Explota en la actualidad tres canteras -sistema de mina ?a ciclo abierto?- cuyo mineral se transforma en el lavadero de Portm¨¢n, arrojando sus vertidos a la bah¨ªa.La Pe?arroya es especialista en ?minas pobres?, como las de esta zona, es decir, con poco porcentaje de metal, y lo trata por el sistema del lavado, utilizando agua del mar. Este agua, mezclada con el mineral sobrante la mayor parte del que se extrae y otras substancias constituyen los est¨¦riles que se arrojan.
V¨ªctor Alvargonz¨¢lez, director del centro minero de la Pe?arroya en Cartagena, y Jos¨¦ Luis Rebollo, adjunto a la direcci¨®n, califican el vertido de est¨¦riles al mar como una simple ?poluci¨®n est¨¦tica?. afirmando que no hay en ellos substancias nocivas. Habr¨ªa que tener en cuenta, seg¨²n pusieron de relieve, que la Pe?arroya produce el 24% de la producci¨®n nacional de plomo y el 20% de la de cinc.
Por su parte, Ricardo de la Cierva afirma que en los vertidos de Portm¨¢n hay, ?en aniones, cianuro y sulf¨²rico, y en cationes, plomo y cadmio?, calificando de intolerable la situaci¨®n actual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Vertederos ilegales
- Pe?arroya
- Chantajes
- Cohecho
- Vertederos
- Provincia Murcia
- Extorsiones
- Parlamentos auton¨®micos
- Sobornos
- Residuos
- Regi¨®n de Murcia
- Contaminaci¨®n mar¨ªtima
- Saneamiento
- Delitos econ¨®micos
- Salud p¨²blica
- Contaminaci¨®n
- Parlamento
- Delitos fiscales
- Ayuntamientos
- Comunidades aut¨®nomas
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Derecho
- Equipamiento urbano
- Pol¨ªtica sanitaria