El campe¨®n de Copa domino al de Liga

El campe¨®n de Liga no pudo con el campe¨®n de Copa. En la ya fresquita noche dominical, el cuadro rojiblanco s¨®lo logr¨® imprimir verdadera efectividad a su juego en los ¨²ltimos veinte minutos del partido. Pero hasta entonces fue superado. El Betis, que hab¨ªa dominado en el terreno gracias a un magn¨ªfico orden de sus l¨ªneas, respondi¨® adecuadamente y empat¨® un encuentro que deb¨ªa haber ganado por juego y ocasiones.El conjunto verdiblanco, en esta ocasi¨®n mas verde que blanco, pues cambi¨® las tradicionales rayas por una camiseta completa de ese color, lo que menos dio la impresi¨®n es de estar verde. Confirm¨® plenamente que se encuentra en racha de moral y juego. Despu¨¦s de verle en el Manzanares resulta del todo explicable su triunfo de la Recopa ante el Mil¨¢n, un equipo que arroll¨® en el ¨²ltimo trofeo Villa de Madrid, precisamente en el mismo escenario.

El primer tiempo, con todo, fue de un aburrimiento respetable. Suele ocurrir que cuando el equipo obligado a atacar no encuentra soluciones para hacerlo con garant¨ªas, las situaciones pueden convertirse en tediosas. Unicamente si el Betis hubiera tenido m¨¢s ambici¨®n habr¨ªa dado otro tono al partido. Pero no ten¨ªa por qu¨¦ ambicionar m¨¢s que el empate en principio, ante el campe¨®n de Liga y s¨®lo esperar una ocasi¨®n propicia para m¨¢s adelante. El choque se plante¨® as¨ª con dominio reposado suyo, f¨¦rreo marcaje, y aislados contraataques rojiblancos. A fin de cuentas, el Atl¨¦tico, con las bajas de Marcial y Robi deb¨ªa conformarse con eso, que ya era bastante.

El debutante Herencia, que comenz¨® muy bien, con un disparo en el minuto trece que roz¨® el poste izquierdo de Esnaola, se acab¨® diluyendo en la mediocridad, arrastrado por su ?pareja? L¨®pez. Leal, en la derecha esta vez, se emparej¨® con Carde?osa y ah¨ª estuvo la clave de que el Betis dominara el encuentro. El cerebro gris b¨¦tico dio otra vez un recital, mientras el rojiblanco, incluso falto de velocidad para los sprints cortos no consigui¨® llevarjuegp a la del¨¢ntera. El tiro al poste de Aguilar -el extremo de su lado- en el minuto veinte fue fruto de unajugada personal, no servido, y en la que adem¨¢s tir¨® y¨¦ndose al centro del ¨¢rea con la izquierda. Para colmo tampoco Alberto ten¨ªa su d¨ªa y Alabanda campaba por sus respetos dando as¨ª una entidad b¨¦tica centrocampista muy superior.

A partir del minuto veinte las ocasiones visitantes se sucedieron. Fueron simplemente producto l¨®gico de su dominio. Antes del descanso un tiro de Garc¨ªa Soriano rond¨® el gol y Eusebio tuvo que derribar a Ladinski en el borde del ¨¢rea. Nada m¨¢s iniciarse la segunda parte Reina salv¨® un cabezazo y tiro sucesivos de Eulate, aunque el ¨¢rbitro se?al¨® err¨®neamente falta al delantero por apoyarse en Cap¨®n al despejar. S¨®lo le super¨® en la jugada.

Ya en la segunda parte, la entrada de Bermejo por Aguilar no supuso gran cosa para mejorar el juego del Atl¨¦tico. Como excepci¨®n tuvo la oportunidad, si es que puede llamarse as¨ª, de forzar el penalti. La parada de Esnaola, sin embargo, puso las cosas a¨²n m¨¢s dif¨ªciles para el Atl¨¦tico. El partido se anim¨® cada vez m¨¢s y, aunque marcar¨ªa primero el Atl¨¦tico, las ocasiones volvieron a ser m¨¢s del Betis. El campe¨®n de Copa jugaba ahora al contraataque demostraba que sab¨ªa hacerlo. Reina volvi¨® a rechazar un remate de Ladinski, y menos mal que Pereira estorb¨® el remate de Garc¨ªa Soriano tras una escapada de susto.

El Atl¨¦tico jug¨® en los ¨²ltimos minutos con m¨¢s coraje que orden, y si acaso esto ¨²ltimo vino de que por fin apoy¨® m¨¢s las jugadas, cosa que hab¨ªa olvidado antes. Tuvo la suerte -o acierto- del tirazo de Marcelino al poste, previo al gol, pero ya hizo bastante. Esnaola hab¨ªa estado nuevamente magn¨ªfico ante un cabezazo de Leal. El empate se ve¨ªa venir y tres disparos de Carde?osa, Garc¨ªa Soriano -un empalme de volea sobre la marcha realmente formidable- y Ladinski abrieron el camino. Cap¨®n salv¨® un remate de Biosca bajo los palos al saque de un c¨®rner, pero nadie pudo estar ante el definitivo de Muhren. El Betis empataba un partido que mereci¨® ganar. El Atl¨¦tico, fiel a sus costumbres de ?o todo o nada?, empataba un encuentro que mereci¨® perder. Mala semana la suya.