La Oposici¨®n, favorable a la neutralidad y contraria a los acuerdos con EEUU y pacto de Madrid
En el banco azul, del que estuvo ausente durante toda la sesi¨®n el vicepresidente Fuentes Quintana, y al que llegaron tarde el presidente Su¨¢rez y el vicepresidente primero, teniente general Guti¨¦rrez Mellado, Marcelino Oreja tom¨® abundantes notas que luego uni¨® a su discurso para contestar a los diputados.En la puerta del palacio de las Cortes, con menos vigilancia policial que en las sesiones anteriores de este Pleno, se regalaban ejemplares del vespertino Informaciones, cuya primera p¨¢gina destaca noticias optimistas sobre pol¨ªtica exterior.
Por el grupo mixto, Ra¨²l Morodo hizo un repaso a la pol¨ªtica exterior y puso de manifiesto la situaci¨®n espa?ola como objetivo militar de primer orden a causa de la alianza con Estados Unidos. Se opuso a la integraci¨®n espa?ola en la OTAN, antes de la cual, en todo caso, seria necesario un debate nacional y parlamentario. Igual debate y un refer¨¦ndum, solicit¨® para la integraci¨®n en el capitalista Mercado Com¨²n Europeo.
Sobre el tema del Sahara calific¨® de ?profundamente inmoral? la retirada pactada el 14 de noviembre de 1975, y aludi¨® a la amenaza marroqu¨ª que se cierne sobre Ceuta y Melilla.
Pidi¨® ayuda del Gobierno para los pueblos -cuyos derechos humanos est¨¢n siendo violados -cit¨® Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay, ?entre otros?- y concretamente el apoyo a la moci¨®n de censura contra Chile en la ONU.
Gobierno de concentraci¨®n
Por el grupo comunista, Ignacio Gallego logr¨® la distensi¨®n en el hemiciclo cuando, a poco de empezar su discurso, insisti¨® en la reivindicaci¨®n comunista del Gobierno de concentraci¨®n. Hubo risas en los esca?os y tambi¨¦n en el banco azul.
El se?or Gallego, que se refiri¨® una y otra vez al Gobierno ?minoritario?, record¨® que fueron los comunistas los que pidieron este debate. Atac¨® la pol¨ªtica exterior de la ¨¦poca franquista y defendi¨® la neutralidad de Espa?a, que debe estar ajena, seg¨²n dijo, tanto de la OTAN como del Pacto de Varsovia.
Se expres¨® contra las bases norteamericanas en Espa?a y las injerencias de Estados Unidos en los asuntos internos, aun cuando dej¨® en duda -el viaje de Carrillo a Estados Unidos est¨¢ a la vuelta de la esquina- si el presidente Carter actuar¨¢ con m¨¢s realismo.
Favorable al ingreso de Espa?a en la CEE, el se?or Gallego anunci¨® una moci¨®n comunista en el sentido de que la actual comisi¨®n interministerial para las Comunidades Europeas se transforme en una comisi¨®n mixta Parlamento-Gobierno en la que est¨¦n presentes todas las fuerzas pol¨ªticas del Congreso, as¨ª como que Espa?a solicite su participaci¨®n en las elecciones generales europeas de 1978.
Sobre el Sahara estim¨® que el acuerdo del Gobierno Arias fue la violaci¨®n de un compromiso, tomado por Espa?a en pro de la autodeterminaci¨®n del territorio saharaui.
La intervenci¨®n de Luis Y¨¢?ez, por el grupo socialista -le¨ªda con aire balbuciente e ingenuo y llena de obviedades geogr¨¢ficas y lugares comunes pol¨ªticos- se centr¨® en la necesidad de acoplar la pol¨ªtica exterior espa?ola a la situaci¨®n creada el 15 de junio. Solicit¨® la recuperaci¨®n de la independencia y la integridad territorial, la participaci¨®n espa?ola en la construcci¨®n de Europa, la solidaridad y la cooperaci¨®n con el Tercer Mundo y la contribuci¨®n a la lucha mundial por la paz, la justicia y el progreso.
Sobre el tema del Sahara pidi¨® que el Gobierno revise y anule el Acuerdo de Madrid y apoye la autodeterminaci¨®n e independencia del Sahara. Asimismo pidi¨® informaci¨®n sobre el texto completo de los llamados acuerdos de Madrid y dem¨¢s acuerdos complementarios, as¨ª como el juicio del Gobierno acerca de la situaci¨®n creada en el Africa norocidental por las tropas marroqu¨ªes y mauritanas y la evoluci¨®n de este problema en los foros internacionales, especialmente en la ONU.
Por otra parte, pidi¨® el voto favorable de Espa?a al informe de la ONU sobre protecci¨®n de los derechos humanos en Chile y solicit¨®, del ministro de Asuntos Exteriores informaci¨®n sobre el alcance del, compromiso adquirido por Espa?a en un asunto tan discutido y discutible como es la reivindicaci¨®n guatemalteca sobre Belice. Seg¨²n se dec¨ªa en los pasillos, el tema guarda relaci¨®n con una declaraci¨®n de don Juan Carlos en su reciente viaje a Iberoam¨¦rica de sentido contrario a unas palabras anteriores de Felipe Gonz¨¢lez sobre el mismo tema.
El tema del Sahara
Por Alianza Popular intervino Federico Silva quien durante su discurso, sin papeles delante, manote¨® mucho y altern¨® este movimiento con el de unir las manos a la manera de un p¨¢rroco preconciliar.
Enmarc¨® su intervenci¨®n exclusivamente sobre pol¨ªtica exterior. Dijo que quiz¨¢ en el momento que -hablaba el Consejo de Ministros de la CEE estaba pidiendo un informe sin plazo sobre la incorporaci¨®n espa?ola. ?Es nuestro sino?. Con ello, el se?or Silva inici¨® su alusi¨®n a la exclusi¨®n de Espa?a del Mercado Com¨²n por planteamientos econ¨®micos y no pol¨ªticos.
Sobre las relaciones con la Santa Sede, se manifest¨® partidario de resolver los conflictos entre la Iglesia y el Estado por la v¨ªa de la negociaci¨®n y el convenio. El primer punto de discrepancia con las intervenciones anteriores lo expres¨® el se?or Silva al remarcar la posici¨®n de su partido de que Espa?a no intervenga pol¨ªticamente en los pa¨ªses hispanoamericanos, a los que no tiene nada que ensenar -dijo- sino respetarles y colaborar con ellos en la gran tarea de la paz mundial.
La crisis econ¨®mica la atribuy¨® el se?or Silva a la elevaci¨®n de precio de los crudos por parte de los pa¨ªses ¨¢rabes a causa de la elevaci¨®n que los productos manufacturados que venden a tales pa¨ªses los grandes bloques, y que Espa?a paga.
Abord¨® el tema del Sahara sin rechazar el error del Gobierno Arias -Antonio Carro permanec¨ªa atento en su esca?o- en 1975, pero se?al¨® que el papel que corresponde ahora no es resucitar errores pasados sino enfrentarse con los problemas de 1978. Aceptando el hecho consumado y sin pronunciarse a favor de la vecindad marroqu¨ª y mauritana respecto a Canarias, rechaz¨® la posibilidad de un Estado saharaui alentado por Argelia.
Frente a los ataques a la anexi¨®n del Sahara por Marruecos, el se?or Silva levant¨® la voz -recordaba sus intervenciones en los m¨ªtines durante la campa?a electoral de AP- para recordar que todas las noches desde Argel un tr¨¢nsfuga canario se dirige por radio contra la Espa?a: de ayer, de hoy y de siempre.
Sobre la cuesti¨®n de Gibraltar coincidi¨® con los dem¨¢s diputados, pero el se?or Silva puso mayor ¨¦nfasis en la reivindicaci¨®n del territorio que ser¨ªa condici¨®n b¨¢sica para la incorporaci¨®n, de la que se mostr¨® partidario, de Espa?a a la OTAN. Aludiendo a unas palabras del ministro ingl¨¦s se?or Owen sobre su deseo de continuar trabajando sobre el tema de Gibraltar, record¨® ir¨®nicamente el ?continuemos pensando j untos?. La alusi¨®n iba dirigida, sin duda, a su compa?ero de grupo parlamentario, y ex ministro de Asuntos Exteriores, Gregorio L¨®pez Bravol, ausente ayer del hemiciclo.
Terminada su intervenci¨®n, el se?or Silva fue felicitado en su esca?o por Manuel Fraga y Antonio Carro y otros colegas de Alianza Popular. Por ¨²ltimo en nombre de la minor¨ªa vasco-catalana intervino Ant¨®n Ca?ellas, quien en una intervenci¨®n de escasa calidad oratoria, se mostr¨® solidario con los pueblos sometidos a reg¨ªmenes totalitarios y conden¨®, especialmente, a los que reprimen a las minor¨ªas ¨¦tnicas y a las autonom¨ªas.
Pidi¨® que en el Mercado Com¨²n est¨¦n presente los pueblos de Espa?a, estim¨® que la Conferencia de Seguridad de Helsinki hab¨ªa experimentado algunos avances y Espa?a deber¨ªa ser su pr¨®xima sede. Por ¨²ltimo estim¨® que, la ONU deb¨ªa ser m¨¢s un a asamblea de los pueblos que de los Estados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Luis Ya?ez-Barnuevo
- Ignacio Gallego
- Federico Silva Mu?oz
- Raul Morodo
- Cortes Constituyentes
- Plenos parlamentarios
- AP
- PCE
- Pol¨ªtica exterior
- Presidencia Gobierno
- Pol¨ªtica defensa
- Grupos parlamentarios
- Congreso Diputados
- PSOE
- Fuerzas armadas
- Gobierno
- Parlamento
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n Estado
- Defensa
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica