Izquierda Democr¨¢tica desplaza a Ruiz-Gim¨¦nez y rompe con Gil-Robles

Manuel Villar Arregui, senador por Madrid, ha resultado elegido presidente de Izquierda Democr¨¢tica (ID) en el congreso que ha celebrado el partido y que se ha desarrollado con fuertes tensiones, pr¨®ximas al enfrentamiento personal. Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez fue designado, por aclamaci¨®n -seg¨²n una nota del partido-, presidente de honor, si bien pidi¨® un cierto tiempo ?de reflexi¨®n para rechazar o aceptar este cargo?

Como fruto inmediato de estas tensiones, Jaime Cortezo, secretario general del partido, y Joaqu¨ªn Ant¨²nez, secretario de relaciones exteriores, han pedido la baja del partido. Se da como muy probable que tambi¨¦n lo haga Eugenio Nasarre, y que a ellos les acompa?en otros militantes de base.Fuentes de ID negaron ayer que se pudiera hablar de escisi¨®n. ?Son salidas a t¨ªtulo particular?, argumentaron, pero la marcha de tres de las personalidades m¨¢s conocidas del partido -que no cuenta con una base numerosase interpreta, sin duda, como una aut¨¦ntica escisi¨®n.

Por otra parte, el congreso decidi¨® considerar terminado su pacto con la Federaci¨®n Popular Democr¨¢tica de los se?ores Gil Robles, de acuerdo con el resultado de una votaci¨®n que arroj¨® 188 votos a favor de la separaci¨®n, 45 en contra y 25 abstenciones.

Precisamente esta votaci¨®n marc¨® los comienzos m¨¢s tensos del congreso, hasta el punto de que el moderador de la mesa tuvo que pedir con energ¨ªa, seg¨²n informa Logos: ?Por favor, que no haya agresiones porque es intolerable.?

De acuerdo con la informaci¨®n de Logos, en la votaci¨®n se observaron dos tendencias: la mayoritaria, representada por los se?ores Ruiz-Gim¨¦nez y Villar Arregui, y la minoritaria, encabezada por Jaime Cortezo y Eugenio Nasarre. La primera vot¨® a favor de las conclusiones, y la segunda en contra.

El congreso, adem¨¢s de las citadas conclusiones, ha decidido tambi¨¦n reafirmarse en la continuaci¨®n ideol¨®gica de su programa y definirse como partido de izquierda basado en el humanismo cristiano, mantenerse en la Internacional Dem¨®crata Cristiana y, en consecuencia, en el Equipo Dem¨®crata Cristiano del Estado Espa?ol; invitar a otras formaciones pol¨ªticas de ideolog¨ªa similar; convocar un nuevo congreso para antes del primero de abril de 1978 y promover grupos de comunidad cristiana de doble militancia. Esta ¨²ltima conclusi¨®n fue aprobada por 53 votos a favor, dieciocho en contra y 114 abstenciones.

Tras la votaci¨®n de las conclusiones, se someti¨® a la consideraci¨®n del congreso si asist¨ªan o no al que celebra la Federaci¨®n Democr¨¢tica Cristiana (FDC), integrada por ID y FPD.

La tensi¨®n aument¨® con esta votaci¨®n. A favor hubo 113 votos y en contra 105. Uno de los delegados se levant¨® para acusar al grupo minoritario de que quer¨ªa manipular la asistencia o no al congreso de la FDC. La tensi¨®n subi¨® de tono y el se?or Ruiz-Gim¨¦nez tom¨® la palabra visiblemente indignado para pedir ?que se sea fiel a lo que se ha votado, y ruego que se me haga justicia en esta ¨²ltima petici¨®n que hago a ID por cuanto he trabajado por ella?.

A continuaci¨®n abandon¨® el sal¨®n acompa?ado de los gritos y de la emoci¨®n de muchos delegados. El se?or Ruiz-Gim¨¦nez volvi¨® a entrar inmediatamente despu¨¦s.

A continuaci¨®n se procedi¨® a la elecci¨®n de la nueva comisi¨®n ejecutiva, y previamente el se?or Villar Arregui, miembro de la mesa del congreso, rog¨® a los que estuvieran decididos a abandonar el partido que saliesen de la sala y no participasen en las votaciones, a lo que un delegado contest¨® que no ten¨ªa autoridad ninguna para hacer tal ruego, ya que a¨²n eran delegados y militantes y que ten¨ªan derecho a permanecer hasta que finalizara el congreso y que lo que hiciera despu¨¦s cada militante era asunto personal.

Seguidamente, la mesa del congreso expres¨® el sentir de delegados proponiendo como presidente de honor del partido, ya que hab¨ªa rechazado presentarse al cargo de presidente ejecutivo, al se?or Ruiz-Gim¨¦nez. Otra vez hubo gritos un¨¢nimes de ?Joaqu¨ªn?, aunque alg¨²n militante se acerc¨® al se?or Ruiz-Gim¨¦nez para decirle: ?No aceptes, Joaqu¨ªn, est¨¢n jugando con tu nombre.?

El se?or Ruiz-Gim¨¦nez se dirigi¨® a los congresistas para decir: ?Sal¨ª y volv¨ª a entrar a la sala, pero en modo alguno para contestar a nadie; mi reacci¨®n ha sido debida m¨¢s a un instante sentimental que a una reflexi¨®n. Os pido que me perdon¨¦is.? Se produjeron nuevos gritos de apoyo, y el se?or Ruiz-Gim¨¦nez continu¨® hablando: ?Respecto a mi elecci¨®n como presidente de honor -a?adi¨®-, os lo agradezco a todos, pero pido que me deis tiempo para reflexionar sobre ello. Sin embargo, considerad que yo sigo siendo un militante de base de Izquierda Democr¨¢tica.

Propuestas las candidaturas para los dem¨¢s cargos de la nueva ejecutiva, fue elegido presidente del partido el se?or ViIlar Arregui; secretario general, Francisco Gonz¨¢lez Bueno, y vicepresidentes, Isidro Gand¨ªa, Juan Garc¨ªa Barb¨®n y Juan Candela. La elecci¨®n se hizo por aclamaci¨®n.

Tras la elecci¨®n de la comisi¨®n se dio por terminado el congreso de Izquierda Democr¨¢tica.