Peligro de contaminaci¨®n at¨®mica en el Meditrr¨¢neo

El presidente de la junta regional de la isla de Cerde?a, se?or Soddu, envi¨® ayer a las autoridades centrales del Estado, al primer ministro, Giulio Andreotti, y ministros de la Defensa, Ruffini, y de la Sanidad, Dal Falco, mensaje de protesta por el episodio del submarino norteamericano Uss Ray, ?a fin de que se eviten posibles riesgos de contaminaci¨®n at¨®mica?.Seg¨²n lac¨®nicas informaciones publicadas anteayer en Washington por la Marina norteamericana, el martes pasado el submarino nuclear USS Ray hab¨ªa chocado contra unos escollos en el Mediterr¨¢neo, al sur de Cerde?a, provocando tres heridos leves entre la tripulaci¨®n, y el mi¨¦rcoles el submarino habr¨ªa logrado retomar por sus propios medios a su base en la isla de la Madalena, cerca de Cerde?a.

El asesor para el cuidado del ambiente de la regi¨®n sarda, el socialista Orazio Erdas, declar¨® que el episodio vuelve a proponer la exigencia de pedir al Gobierno el inmediato alejamiento de las bases norteamericanas en Cerde?a. Erdas ha recordado que el acuerdo firmado entre Estados Unidos y el ministro de la Defensa, sin que el Parlamento ni las autoridades regionales y locales fueran informadas, prev¨¦ que, en caso de aver¨ªa, un reactor nuclear tendr¨ªa que abandonar la base y dirigirse a mar abierto.

?El Gobierno tiene que darse cuenta de que la tendencia a mininizar y mantener desinformada a la poblaci¨®n con varios sistemas de censura no puede ser aceptada?, prosigue el mensaje.

El asesor Erdas envi¨® tambi¨¦n un mensaje al alcalde de la Madalena, donde se encuentra la nave apoyo para submarinos nucleares Gilmore, en el que asegura que el Gobierno regional, aunque no tenga atribuciones, har¨¢ todo lo posible por tutelar a la poblaci¨®n sarda.

El episodio ha tenido en seguida repercusi¨®n a nivel nacional, porque socialistas y comunistas interpelaron ayer en el Congreso al primer ministro y al ministro de la Defensa. En estos casos, cuando no se dispone de una informaci¨®n detallada, ni de los acuerdos, ni de lo ocurrido, se multiplican los rumores. En ambientes pol¨ªticos se hace notar que la confusa informaci¨®n norteamericana no explica c¨®mo un submarino de ataque haya tenido una aver¨ªa al sur de la isla de Cerde?a, mientras su base se encuentra en el archipi¨¦lago de la Madalena, en el extremo Norte. Es leg¨ªtimo preguntarse si existen otras bases secretas en el golfo de Cagliari.

Desde 1967 se habla y polemiza sobre una base de la OTAN en la isla de Santo Stefano. En octubre de 1972, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Giuseppe Medici, dijo en el Senado que la Madalena no hab¨ªa sido vendida y que Santo Stefano era una base de apoyo de la OTAN y no una base nuclear norteamericana. En marzo de 1974 se denunci¨® un aumento de radiactividad en las aguas del archipi¨¦lago. En agosto de este a?o, el alcalde de la Madalena pidi¨® ya al Gobierno una revisi¨®n de la concesi¨®n de la base nuclear estadounidense.