La Conferencia de Belgrado no se convertir¨¢ en un tribunal sobre derechos humanos
Mientras ayer se inauguraba en Belgrado la segunda fase de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCD), a¨²n no se conoc¨ªan con exactitud los alcances de la posici¨®n espa?ola en torno del tema de los derechos humanos, que constituye, sin duda, uno de los puntos m¨¢s espinosos de esta reuni¨®n. En una conversaci¨®n con EL PAIS, el embajador Juan Luis Pan de Soraluce, jefe de la delegaci¨®n hispana, indic¨® que Madrid est¨¢ decidido a abordar el problema ?con firmeza, aunque, tambi¨¦n -a?adi¨®- con un sentido realista, sin pretender hacer de Belgrado un tribunal de los derechos humanos?
ENVIADO ESPECIAL, Esta parece ser, en general, la intenci¨®n de la mayor parte de las delegaciones occidentales, incluida la de Estados Unidos. Por eso, quiz¨¢, unas horas antes de la sesi¨®n inaugural de la CSCD en Belgrado Andrei Sajarov, l¨ªder del grupo de defensa de los derechos humanos en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, acus¨® a occidente de ?capitular? frente a la URSS y pidi¨® la intervenci¨®n inmediata en el asunto del Parlamento Europeo.El principal portavoz sovi¨¦tico en la capital yugoslava, Yuri Vorontsov, se mostr¨® ayer considerablemente m¨¢s ?optimista? en cuanto a los resultados de esta CSCD que en el curso de la asamblea preparatoria, celebrada entre mediados de junio y principios de agosto pasado. Arthur Goldberg, jefe de la delegaci¨®n norteamericana, considerado como uno de los diplom¨¢ticos m¨¢s intransigentes de Estados 'Unidos en relaci¨®n con el cap¨ªtulo de las libertades en el Este, hizo tambi¨¦n gala de optimismo, y no ocult¨® cierta actitud moderadora.
Seg¨²n miembros de las delegaciones de Francia y Alemania Federal, Estados Unidos est¨¢n en este momento interesados en ?peces? m¨¢s importantes que el de los derechos humanos, y Goldberg ha recibido del presi dente Jimmy Carter instrucciones muy precisas a cerca de la necesidad de no llegar en Belgrado a un rompimiento con la URSS. Los diplom¨¢ticos norteamericanos han desmentido la existencia de esas instrucciones, pero convinieron en que Washington desea ahora preservar el principio de entendimiento con la URSS, logrado a fines de septiembre entre Carter y Andrei Gromyko, ministro sovi¨¦tico de Relaciones Exteriores, alrededor de las conversaciones Salt 2 (reducci¨®n de armas estrat¨¦gicas).
La ceremonia de apertura de este ?segundo Helsinki? comenz¨® a las once de la ma?ana, en el palacio Sava, construido especialmente por el Gobierno yugoslayo para esta reuni¨®n.
Milorad Pesic, subsecretario de Relaciones Exteriores de Yugoslavia, ley¨® un mensaje del presidente Tito. Tambi¨¦n pronunciaron discursos Milocz Minic, ministro yugoslavo de la misma cartera, y Vittorio Winspeare, enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas a la conferencia.
Minic reconoci¨® en su discurso que el proceso armamentista ?est¨¢ empeorando? y sostuvo que el problema de los derechos humanos ?hay que enfocarlo en forma global?, sin aislarlo de las ?circunstancias hist¨®ricas de cada pa¨ªs?. Hizo tambi¨¦n hincapi¨¦ en la situaci¨®n de las minor¨ªas nacionales. Por su lado, Winspeare expres¨®, en nombre de Kurt Waldheim, la inquietud de la ONU ante los gastos militares de los participantes en la conferencia de Belgrado, que equivalen al 80% del total mundial.
De acuerdo con lo declarado por Pan de Soraluce a EL PA?S, la situaci¨®n en el Mediterr¨¢neo constituir¨¢ uno de los puntales de la acci¨®n de Espa?a en Belgrado. ?Espa?a piensa -nos dijo- que se debe crear cuanto antes un sistema de seguridad en la zona. Hay que poner en marcha instrumentos que sirvan para tratar la cuesti¨®n despu¨¦s de esta conferencia. Lo m¨¢s conveniente ser¨ªa, quiz¨¢, una comisi¨®n permanente.?
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