Miterrand, blanco de comunistas y giscardianos

El paisaje pol¨ªtico franc¨¦s est¨¢ cambiando, como consecuencia de la crisis de la Uni¨®n de la Izquierda, en favor de las tesis centristas del presidente de la Rep¨²blica, Valery Giscard d'Estaing, as¨ª lo afirm¨® el primer ministro, Raymond Barre, coincidiendo con el l¨ªder comunista, Georges Marchais, quien acus¨® a los socialistas de haber realizado ?un giro hacia la derecha?.Tras unos d¨ªas de tregua, la situaci¨®n pol¨ªtica gala o, para ser m¨¢s exactos, la pre campa?a por los comicios legislativos de marzo de 1978, volvi¨® a animarse con dos intervenciones p¨²blicas, en las pantallas de TV, del primer ministro y del secretario general del Partido domunista franc¨¦s (PCF), Este breve par¨¦ntesis no ha modificado las dos componentes esenciales del panorama, consecuenc¨ªa de la crisis de la oposici¨®n de izquierdas: la mayor¨ªa gubernamental, pero muy particularmente la giscardiana, vive momentos de relativa satisfacci¨®n (la crisis econ¨®mica durar¨¢ dos, tres, cuatro o cinco a?os, estim¨® el se?or Barre), el proyecto del presidente, de crear un centro que reduzca la fuerza de la izquierda y le sirva para dominar al gaullismo empez¨® a realizarse el d¨ªa que suspendieron las negociaciones sobre el programa gubernamental los socialistas y comunistas.

Esto es lo que vino a explicarles a sus conciudadanos el primer ministro en una requisitoria implacable, de m¨¢s de una hora, contra el l¨ªder socialista Fran?ois Mitterrand, al que calific¨® de ?pr¨ªncipe de los equ¨ªvocos? y al que dio definitivamente por fracasado. Hay que tener en cuenta que el electorado moderado del PS es el que pudiera servirle al presidente y a su primer ministro para realizar lo que el l¨ªder socialista calific¨® de ?ilusiones? desde Inglaterra, en donde asist¨ªa al congreso del Partido Laborista.

Por su parte, el secretario general de los comunistas, se?or Marchais, en un ataque frontal y sin contemplaciones dijo claramente que el PS hab¨ªa girado hacia la derecha, tentado por las sirenas de la tercera fuerza centrista que est¨¢ intentando crear el presidente de la Rep¨²blica; as¨ª, el giscardismo y los comunistas, por razones distintas, apuntan al mismo enemigo: los socialistas. Estos, por boca de su portavoz, descalificaron los prop¨®sitos del se?or Marchais.

En resumen, la derecha giscardiana (los gaullistas siguen defendiendo que la crisis de la izquierda es una peripecia) contin¨²a esperando el advenimiento del centrismo gracias a la ruptura definitiva entre socialistas y comunistas. En la oposici¨®n, la tensi¨®n entre el PCF y el PS se ha agravado y nadie, por ahora, prev¨¦ d¨ªas mejores.