Curro Camacho desaprovecha otra gran oportunidad
Y el toro so?ado sali¨® tambi¨¦n ayer. Otras veces hemos hablado de los sue?os y las pesadillas de los toreros en la v¨ªspera de la corrida. El sudor fr¨ªo de la tragedia que se teme tiene el alivio de la esperanza: ? ?Ay, si me saliera ese toro de ritmo y cadencia; ese toro que humilla, para armar el taco! ?.Generalmente el toro real, el que en definitiva sale, no lleva en las astas ni la guada?a ni la gloria, y la lidia se presentar¨¢ complicada, s¨®lo lo justo para que el torero d¨¦ la medida de su valor, su t¨¦cnica y su arte. Pero a veces, muy raras veces (no tan raras, por curiosa paradoja, en la presente temporada), salta a la arena el toro excepcional.
Ayer fue as¨ª. El sexto, Ruise?ada era un torazo de preciosa l¨¢mina, cuarjado y hondo; de pelo lustroso, negro, que se desvanec¨ªa a entrepelao cuello adelante hasta el testuz. La cabeza, algo recogida, ni cornalo?a ni cornicorta; reluciente pit¨®n. Le correspondi¨® a Curro Camacho. Este torero, que ha luchado entre bastidores para abrirse paso en la profesi¨®n, que ha pedido igualdad de oportunidades, ya se vio en Sevilla ante aquel Comando Gris de Guardiola, de excelente embestida, y fracas¨® con estr¨¦pito. Ayer, en Las Ventas, hab¨ªa confirmado la alternativa con un toro terciado colorao que apareci¨® con dos cornadas, por una de las cuales le sal¨ªa una tripa, y apenas pudo hacer nada, pues el animalito se le ca¨ªa a los pocos pases.
Plaza de las Ventas
Cinco toros del conde de Mayalde, todos con respeto, variados de tipo y capa, interesantes de juego. Al segundo, muy bravo, lo destrozaron en varas. El sexto, precioso y con trap¨ªo, derrib¨®, fue bravo y tuvo nobleza excepcional. Mansos los dem¨¢s. Y uno (4.?) de Marib¨¢?ez, tambi¨¦n manso. Primero y quinto salieron con cornadas abiertas y sangrantes.Garc¨ªa Higares: Dos pinchazos y bajonazo (Bronca). Pinchazo, dos estocadas delanteras, ca¨ªdas y atravesadas, y rueda de peones (Protestas y palmas cuando sale a saludar). Macareno: Media y rueda de peones (Pitos). Pinchazo y media (Algunos pitos). Curro Camacho, que confirm¨® la alternativa: Estocada corta pescuecera y desprendida (Silencio). Pinchazo, intenta el descabello y golletazo (Vuelta protestada). Presidi¨® muy mal el funcionario Mantec¨®n.
La oportunidad, la segunda gran oportunidad en su vida, la tuvo con ese sexto toro, poderoso y bravo, que derrib¨®, sufri¨® en varas un castigo atroz y lleg¨® a la muleta con la fuerza justa para embestir, y nobleza fuera de serie. Era el toro so?ado, s¨ª; era ese toro, que tantos y tantos toreros como ha tenido la historia de la fiesta, algunos de calidades incuestionables, no se encontraron jam¨¢s en los ruedos; menos en el de Las Ventas; menos a¨²n en la fecha crucial de su confirmaci¨®n de alternativa. Y tras muchos a?os de lucha les lleg¨® la retirada sin haber podido romper hacia el estrellato; con la rabia de que la fortuna no les hubiera ofrecido, ni una vez, que el toro so?ado se hiciera realidad.
A ese toro excepcional, Camacho le tore¨® con el pico, de costadillo o medio de espaldas. Un dolor de toreo. S¨®lo al final de la faena aguant¨® dos derechazos abierto el comp¨¢s, durmi¨® en la muleta la embestida, remat¨® con marchoser¨ªa tras la cadera. Dos pases, entre varias docenas; un trabajo sin gusto, cuando habr¨ªa podido bordar con arte el toreo. ?Qu¨¦ pena de oportunidad perdida! Encima mat¨® al golletazo. Y encima se complaci¨® en dar una vuelta al ruedo que la mayor¨ªa protestaba, con ostentaci¨®n triunfalista y mucho monterazo.
Los veteranos no tuvieron tantas facilidades, ni ¨¢nimo. Garc¨ªa Bigares se estren¨® con el capote. tir¨¢ndose de cabeza al callej¨®n, cuando la casta del segundo de la tarde le acorral¨®. Toro muy bravo aqu¨¦l, lo destrozaron en el caballo, de infama manera. No se confi¨® con ¨¦l Higares, pero lo hizo con el cuarto, aunque era reserv¨®n y ten¨ªa nervio, en tres tandas con la derecha, mandonas, si bien les sobr¨® el consabido pico. El Macareno no se decidi¨® a pelearse con el tercero, que acus¨® genio, ni con el quinto, de gran envergadura y que desarrollaba sentido.
Por cierto, que tambi¨¦n ese toro sali¨® con una cornada extensa, y el presidente no lo devolvi¨® al corral, a pesar de las protestas. Presidente y veterinarios tuvieron que ver esas cornadas en el reconocimiento. ?Para qui¨¦n barren presidente y veterinarios?
Y a modo de coda: matadores y subalternos usaron el capote como si fuera trapo y mucho lo mordieron, o lo aventaron, seg¨²n les daba. Aqu¨ª no tore¨¢ con el capote nadie. Podr¨ªan suprimirlo en la reforma del reglamento. Total...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.