Los futbolistas, sin defensa ante los interese de sus clubes
Una vez m¨¢s, un caso concreto ha puesto de manifiesto en el f¨²tbol espa?ol la injusticia que representa el derecho de retenci¨®n de los clubs sobre sus jugadores profesionales. Nos referimos a Ignacio Salcedo, jugador profesional del Atl¨¦tico de Madrid, al que se le niega la carta de libertad necesaria para poder fichar por cualquier otro club sin la intervenci¨®n del suyo, y que le retiene con la ¨²nica novedad del aumento de su contrato en un 10%, seg¨²n establece el contrato firmado por ambas partes.
Realmente parece injusto que un jugador no sea totalmente libre para abandonar un club, si as¨ª lo desea, una vez cumplido el contrato que ligaba a una y otra parte. Pero as¨ª sucede en la realidad porque, en una cl¨¢usula de ese contrato, el club, la parte m¨¢s interesada y poderosa en el asunto, bien se cuid¨® de que el jugador aceptara ese derecho de retenci¨®n y las condiciones que lleva consigo.Por tanto, justa o injustamente, el Atl¨¦tico de Madrid obra reglamentariamente al negar la carta de libertad a su jugador Salcedo, y nadie puede obligar al club a actuar de forma contraria, a no ser que acceda por propia, iniciativa.
Las leyes civiles, para cualquier trabajador, pueden reglamentar otra cosa, y hasta lo contrario al derecho de retenci¨®n. Pero ¨¦ste es un caso coycreto sometido a una leyes y a una reglamentaci¨®n deportiva espec¨ªfica.
Con la llegada de Pablo Porta a la presidencia de la Federaci¨®n Espa?ola, entre las diversas comisiones de trabajo que puso en funcionamiento, cre¨® la Comisi¨®n del F¨²tbol Profesional, en la que figuraban, adem¨¢s de ciertos funcionarios del club, los jugadores Amancio e Ir¨ªbar, en representaci¨®n de sus compa?eros. Se celebraron varias reuniones de jugadores, pero sin fruto alguno.
El presidente de la Federaci¨®n Espa?ola, adem¨¢s, ha dejado este tema para el final, despu¨¦s de darle demasiadas largas, y todav¨ªa no ha hecho nada concreto al respecto, a no ser. anunciar, no se sabe para cuando, la formalizaci¨®n de un estatuto deljugador profesional.
Por tanto, lo que debe hacer el jugador profesionales conseguir la abolici¨®n del derecho de retenci¨®n o la pr¨®rroga de contrato. Pero lo curioso del caso es que tal aprobaci¨®n correspond¨¦ a la Asamblea General, en la que est¨¢n representados los clubs, la Federaci¨®n Espa?ola y las federaciones regionales, y tambi¨¦n los jugadores profesionales, a trav¨¦s de un representante de la Agrupaci¨®n de dichos jugadores, en la que solamente figuran aquellos que se han retirado, y su voto representa cincuenta puntos, ante los m¨¢s de 1.600 que representan los dem¨¢s estamentos.?Qui¨¦n puede defender al jugador ante los intereses de los clubs?
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