Pol¨¦mica entre Berlinguer y obispos italianos

La carta del secretario del Partido Comunista italiano, Enrico Berlinguer, al obispo de lvrea, Luigi Bettazzi, sobre las relaciones entre cat¨®licos y comunistas ha levantado polvareda. Dado que por primera vez se abre un di¨¢logo formal entre un l¨ªder comunista y una jerarqu¨ªa de la Iglesia, se espera que la Conferencia Episcopal italiana, en su pr¨®xima sesi¨®n de noviembre, se pronuncie colectivamente sobre el importante documento de los comunistas italianos.La carta del dirigente comunista, que es una respuesta a otra dirigida por el obispo a ra¨ªz de las elecciones generales de junio del pasado a?o, ha sido publicada en la revista te¨®rica del PCI Rinascita. En ella, Berlinguer afirma que su partido no es ateo ni te¨ªsta. ?No pregona el marxismo como dogma o credo ideol¨®gico, sino que representa una fuerza masiva popular y pol¨ªtica, abierta a todos los que aceptan su programa pol¨ªtico.?

En su carta, el obispo de Ivrea, considerado como protagonista, expresaba sus temores de que en un pa¨ªs cat¨®lico como Italia, el PCI tiene tantos seguidores y militantes cat¨®licos practicantes. Expresaba tambi¨¦n su preocupaci¨®n por la ideolog¨ªa marxista que aplica el Partido Comunista y pueda estar dirigida contra la Iglesia cat¨®lica, como, en su opini¨®n, ocurre en los pa¨ªses socialistas.

El patriarca de Venecia, Albino Luciani, responde por su parte, a Berlinguer en la revista Perspectivas en el Mundo, juzgando su discurso ?instrumental?. El arzobispo, citando a un obispo polaco presente estos d¨ªa s en el S¨ªnodo, escribe que ?se trata de la cl¨¢sica maniobra. Los comunistas hacen todo lo posible por dividir al episcopado. Un obispo se separa del grupo, apunta una simple estima al Partido Comunista y entonces la trampa se pone en movimiento?.

El diario cat¨®lico Avvenire de la Curia de Mil¨¢n es m¨¢s duro y toma posici¨®n abierta contra la carta de Berlinguer. Por ahora observan silencio absoluto los ¨®rganos o canales oficiales de la pol¨ªtica de la Iglesia: la secretar¨ªa de Estado, la secretar¨ªa de la Conferencia Episcopal Italiana y la revista de los Jesuitas Civilta Cattolica.

De parte comunista se observa que, en realidad, las novedades de la carta de Berlinguer no son tantas ni tan grandes, pues desde 1946, desde el V al XIV Congreso del partido, los comunistas italianos han teorizado sobre el di¨¢logo directo con los cat¨®licos. Cabe preguntarse, pues, si Berlinguer ha iniciado su ?camino de Damasco? o el de Bad Godesberg de la socialdemocracia alemana.

Berlinguer ha aprovechado la actual apertura de la Iglesia, desde el conv¨¦nio eclesi¨¢stico celebrado el pasado mes de noviembre, y le interesa, abrir un di¨¢logo directo con la jerarqu¨ª¨¢ cat¨®lica, en un momento en que, a las puertas del poder, debe dar pruebas de moderaci¨®n y respete de la democracia.