Salcedo futbolista jubilado a los treinta a?os
?Me da mucha pena marcharme del Atl¨¦tico de Madrid. He pasado unos malos d¨ªas. Las preocupaciones llegaban hasta mi propia familia. Mi padre es muy atl¨¦tico de toda la vida.? Salcedo ha dicho adi¨®s al Atl¨¦tico de Madrid y posiblemente al f¨²tbol activo y profesional. ?Me he propuesto a mi mismo, sin consigna alguna ajena, no comentar cuanto ha sucedido?, ha confesado el propio jugador, que adem¨¢s a?adi¨® la posibilidad de ?jug¨¢rsela? si pon¨ªa algo en sus labios.
Realmente el ?caso? de Salcedo es la cruz del f¨²tbol y un precedente de otros muchos jugadores que, al no alcanzar la categor¨ªa de este jugador, no han tenido la misma resonancia. Posiblemente, con las debidas diferencias y si tenemos en cuenta que todas las comparaciones son odiosas, podr¨ªa recordar el de Vel¨¢zquez, en el Real Madrid,
Salcedo ha tenido mejor trato por parte de su club que el que tuvo Vel¨¢zquez en el Madrid. El Atl¨¦tico de Madrid ha mostrado una buena predisposici¨®n a la hora de negociar una carta de libertad, lo que no sucedi¨® con el madridista a la hora de la despedida forzosa.
Salcedo, aconsejado por un buen amigo y abogado, ha firmado con el Atl¨¦tico de Madrid un contrato privado por el que se condiciona su entrega de la carta de libertad. El jugador percibir¨¢ algo m¨¢s de tres millones de pesetas en concepto de ficha anual y un sueldo mensual de 75.000 pesetas hasta el 31 de junio si no ficha por otro club. En caso contrario perder¨¢ esas cifras. Lo que s¨ª tiene asegurado Salcedo es un mill¨®n de pesetas en concepto de homenaje
?Toda esta situaci¨®n me parece una aut¨¦ntica jubilaci¨®n. Es triste que llegue cu¨¢ndo apenas he cumplido treinta a?os y sobre todo que se produzca inesperadamente, como un golpe bajo. Pero no me puedo quejar porque compa?eros de categor¨ªas inferiores sufren situaciones a¨²n peores. El Atl¨¦tico de Madrid me pagar¨¢ religiosamente. Estoy seguro de ello.?
La pr¨®xima semana, Salcedo volver¨¢ al campo del Manzanares.
?Tengo que recoger unas botas y algunas prendas que he dejado en los vestuarios. Me despedir¨¦ de todos, jugadores, directivos, empleados. Todos somos buenos amigos.? Pero Salcedo no ha querido responder si har¨¢ igual con Luis. Todos los jugadores del Atl¨¦tico de Madrid, sin distinciones, se han preocupado por Salcedo, pero no han podido hacer nada. Jos¨¦ Manuel, del Sporting de Gij¨®n, ha tenido el detalle de llamarle telef¨®nicamente para preocuparse por sus problemas; igual hizo su compa?ero de equipo, Quini, pero no pudo hablar con Salcedo.
Ahora Salcedo se entrenar¨¢ solo, por las ma?anas. Por las tardes ir¨¢ a su departamento de maquinaria de la empresa constructora Laing, donde trabaja. Mientras tanto intentar¨¢ buscar un equipo en el que retardar lo m¨¢s posible su jubilaci¨®n. Dif¨ªcil va a resultar para Salcedo encontrar otro equipo. Su forma de ser, su disposici¨®n a la hora de hablar, en los despachos y en los medios informativos, le han catalogado como un jugador ?fichado?.
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