Los laboratorios contra el fraude languidecen
En los ¨²ltimos d¨ªas ha circulado por los medios informativos la noticia de la pr¨®xima apertura, por parte de la Administraci¨®n, de una red de laboratorios encargados de la vigilancia del fraude creciente en los productos alimenticios y que adem¨¢s supondr¨ªa la creaci¨®n de quinientos nuevos puestos de ira bajo. Ante noticias de este tipo. conviene que el consumidor, y a la vez contribuyente espa?ol, tenga alguna inf¨®rmaci¨®n adicional que le permita juzgar hechos que en principio parecen positivos.Hace aproximadamente seis a?os se crearon, por el Ministerio de Agricultura, once laboratorios de car¨¢cter regional con cargo a las inversiones p¨²blicas previstas en los Planes de Desarrollo y que han supuesto cantidades superiores a los mil millones de pbsetas. Entre las misiones encomendadas a estos laboratorios figura la del control en origen del fraude en productos alimenticios. Con la suspensi¨®n del IV Plan la vida de estos laboratorios ha comenzado a languidecer: las inversiones han disminuido fuertemente y como consecuencia alguno de ellos ha quedado con instalaciones muy incompletas, la remuneraci¨®n del personal contratado es rid¨ªcula (el sueldo percibido por un qu¨ªmico contratado hasta el momento durante 1977 es de 26.000 pesetas al mes), y por ¨²ltimo, desde enero de 1977 se ha suprimido de forma absoluta la contrataci¨®n de nuevo personal. Todo esto ha llevado a una infrautilizaci¨®n de las instalaciones, agravada por la enorme desmoralizaci¨®n del personal, que se agudiza ante noticias como la comentada al comienzo de esta carta, que le recuerdan el comportamiento tradicional de la Administraci¨®n espa?ola: crear organismos de todo tipo a bombo y platillo, no prever medios econ¨®micos para su funcionamiento posterior, deterioro de su situaci¨®n, y creaci¨®n de un nuevo organismo de caracter¨ªsticas an¨¢logas que repetir¨¢ este mismo ciclo al cabo de cuatro o cinco a?os.
Ante esta situaci¨®n, y como trabajador de uno de estos laboratorios agrarios, hago un llamamiento al Ministerio de Hacienda, que as¨ª como controla muy r¨ªgidamente nuestros exiguos salarios, imponga la colaboraci¨®n entre los diversos ministerios, que funcionan comoverdaderos reinos de Talfas. para la plena utilizaci¨®n de las instalaciones ya existentes, y la creaci¨®n de otras nuevas. De esta forma el dinero del contribuyente espa?ol no se emplear¨¢ en construir edificios y m¨¢s edificios que luego pernianecen vac¨ªos por falta de presupuesto.
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