Schumann, por Dimitri Bashkirov
El pianismo de Schumann represent¨® un fen¨®meno nuevo en el panorama del romanticismo. La originalidad del pensamiento empuja la novedad de las formas, las reinventa en cada caso a trav¨¦s de un estilo poliforme -citemos por una vez a Mauclair- ?en el que lo abstracto y lo concreto se mezclan?.Planismo de contenido po¨¦tico, en la sustancia; sinf¨®nico, en la ideaci¨®n. En ocasiones cant¨¢bile como obediente a una de sus principales ra¨ªces: el lied, forma confidencial de los rom¨¢nticos alemanes que alcanza en Schumann la cima de su plenitud. Desde in¨¦ditas concepciones de los procesos variativos, que aprovechar¨¢ al m¨¢ximo Johannes Brahms -el suceder narrativo del pianismo schumanniano- constituye, a la vez, un ejercicio sentimental y un proceso intelectual. Si unimos a todo lo anterior el punto de partida, en muchos casos, de esquemas tradicionales -caso de la ?sonata?- empezaremos a comprender las dificultades interpretativas de la m¨²sica de Schumann que la convierten en piedra de toque para calibrar la categor¨ªa de un pianista.
Dimitri Bashkirov, en su ¨²ltimo concierto del Real, demostr¨® las profundas dimensiones de su t¨¦cnica y de su musicalidad. Supo descender hasta las m¨¢s rec¨®nditas galer¨ªas de la intram¨²sica de Schumann para exponernos diversos aspectos de su pianismo con riqueza de fantas¨ªa, esp¨ªritu escrutador, espl¨¦ndida belleza sonora, tempi adecuados a las ideas seg¨²n fueron expuestas y un algo especial, ese adem¨¢s indefinible que hace del int¨¦rprete verdadero cocreador. Las formas breves -intermezzi, romanza-, las grandes hechas por la suma articulada de breves -Davidsb¨¹ndlert?nze- y las grandes org¨¢nicas -sonata en fa sostenido menor- fueron abordadas, desentra?adas, claramente explicadas por Bashkirov en una de las mejores actuaciones que le hemos escuchado. Conservamos en el recuerdo aquelconcierto de Ravel con el que se present¨® a nuestro p¨²blico, pero el recital de ahora se me antoja mucho m¨¦s importante. No ha sido el de un buen pianista, sino el de un artista grande que hace de la m¨²sica honda trascendencia. Triunfo leg¨ªtimo y clamoroso que oblig¨® al pianista sovi¨¦tico a prolongar su programa con varios bises.
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