Un viaje erudito a trav¨¦s de Castaneda

Lo que llamamos realidad es s¨®lo una forma de ver el mundo sostenida por el consenso social. El ardid de la socializaci¨®n consiste en convencernos de que las descripciones que acordamos definen los l¨ªmites del mundo real. Hemos de aprender a ver y a hablar, pero una vez que hemos aprendido estamos sujetos a la sintaxis y al modo de percepci¨®n que contiene.Ese aprendizaje nos otorga la calidad de miembros de una cultura, expertos en las indicaciones del significado que una cultura contiene. Desde dentro de una cultura s¨®lo se pueden reordenar esos significados y s¨®lo determinado tipo de experiencias pueden abrir la grieta por la que introducir la alternativa. Algunas drogas (1), por ejemplo, sirven para detener el torrente de interpretaciones ordinarias, para intensificar las contradicciones y destruir la certeza en la que se basa la percepci¨®n. Las drogas desculturalizan nuestros sentidos, nos devuelven a la infancia y a la intemperie. Desde esa situaci¨®n se puede reaprender otra descripci¨®n del mundo, otra cultura.

Esta vendr¨ªa a ser la aventura (simb¨®lica o real) que recorre. el joven antrop¨®logo Carlos Castaneda, cuyos libros se han convert¨ªdo en un ¨¦xito editorial. En ellos narra ese tr¨¢nsito de una cultura a otra, de una educaci¨®n libresca y erudita la experimentaci¨®n en directo y sin subt¨ªtulos de lo que es, la ruptura con las descripciones sobre las que todos est¨¢n de acuerdo, la recuperaci¨®n personal para la brujer¨ªa y la m¨ªstica. El individualismo feroz que resulta de este proceso parece que le resulta, inc¨®modo a Daniel C. Noel y por eso recopila en un libro los discursos resocializantes de personas como ¨¦l, que han dedicado art¨ªculos a Castaneda en Time o en Rolling Stone, por citar los de las revistas norteamericanas de m¨¢s dispar audiencia. En el libro que publica Kair¨®s se echa mano de todos y casi cada uno de los mitos de nuestra cultura. De Jesucristo a Kant, a Thirnothy Leary, a Jorge Luis Borges, a Wilhelm Reich, a L¨¦vi-Strauss, a Suzuki, a etc¨¦tera. De la terapia de la gestalt a la m¨ªstica, al budismo, fenomenolog¨ªa, sicolog¨ªa, sociolog¨ªa, antropolog¨ªa, metaf¨ªsica y otras disciplinas, interdisciplinas e indisciplinas. Todos est¨¢n defendiendo nuestra historia y su propio puesto dentro de ella; buen negocio.

Si usted quiere un viaje erudito, ah¨ª tiene: un libro de art¨ªculos que hablan de otros libros de int¨¦rpretes. Si usted busca un viaje de otro tipo, ya sabe a qu¨¦ me refiero y c¨®mo conseguirlo.

(1) Peyote (mescalina): estimulante' dilata las pupilas y mantiene despierto al individuo. Produce n¨¢useas agudas. Se acent¨²a la sensibilidad a las impresiones y, especialmente, a los colores. La intoxicaci¨®n con peyote provoca una peculiar conciencia vegetal o identificaci¨®n con la planta: todo se parece a una planta de peyote. Los indios cre¨ªan que en el cacto del peyote reside un esp¨ªritu (Mescalito, un maestro poderoso que se?ala la forma correcta de vivir, seg¨²n don Juan, el brujo chaman de Castaneda). No hay razones para creer que el peyote cree adicci¨®n, aunque una dosis excesiva puede conducir a la par¨¢lisis respiratoria y a la muerte.

Datura (escopolamina): un cent¨¦simo de gramo provoca un estado sic¨®tico que dura varias horas. Castaneda se aplic¨® por el cuerpo un ung¨¹ento y vol¨® como un cuervo varios d¨ªas. Se afirma que los casos fatales son frecuentes. Ha sido empleada por los rusos para provocar confesiones, con resultados dudosos. Entiendo que la mescalina ha sido muy ¨²til para arrancar informaci¨®n a los sospechosos. , Bennisteria caapi (harmalina, telepathin¨¢, ?hierba jimson?): se cuece la planta y se la hierve durante dos horas o m¨¢s con las hojas de un arbusto llamado Palicoureta sp. rubiacetie. El yage o ayuahuaska, nombres indios m¨¢s usuales de la B. C., es un narc¨®tico alucin¨®geno que provoca un profundo desequilibrio de los sentidos. La intoxicaci¨®n se parece en cierto modo a la de hach¨ªs. Provoca un estado de anestesia de la conciencia y se lo emplea en los ritos en que los iniciados deben someterse a pruebas dolorosas. El alcaloide de la Bannisteria se relaciona ¨ªntimamente con el LSD.

Humito: preparaci¨®n hecha de hongos Psy1ocybe que han sido secados y recogidos un a?o antes, mezclados con cinco plantas diferentes. Esto era fumado en una pipa ritual y se utilizaba para la adivinaci¨®n.