Ineficacia, corrupci¨®n y despilfarro

UN dirigido por cuarenta congresistas y senadores de UCD, al presidente de su grupo parlamentar¨ªo, en el que solicitan la comparecencia del ministro de la Presidencia para explicar la pol¨ªtica del Gobierno en materia de funci¨®n p¨²blica y denuncian ?la irracionalidad y corrupci¨®n actualmente existentes?, honra a sus firmantes. Es ejemplar que unos parlamentarios del partido que ocupa hoy el Gobierno tomen la iniciativa para exigir de ¨¦ste que suministre los datos hoy ocultos que permitan poner al descubierto el despilfarro y el cohecho. Y tambi¨¦n es digno de elogio que en ese colectivo figuren funcionarios p¨²blicos que pidan la publicidad absoluta de los conceptos retributivos en la Administraci¨®n del Estado. En esta misma l¨ªnea de comportamiento se inscribe la petici¨®n de que se constituya una comisi¨®n parlamentaria encargada de Investigar sobre la corrupci¨®n administrativa. Como indican los firmantes del escrito, el cumplimiento del ?pacto de la Moncloa? depende en buena parte de la eficacia, honestidad y sobriedad del sector p¨²blico a la hora de ejecutar los acuerdos. La Administraci¨®n p¨²blica espa?ola es una combinaci¨®n de sectores del funcionariado que cumplen con su trabajo en condiciones econ¨®micas y, horarias peores de las que les ofrece la empresa privada, y una masa amorfa reciben un sueldo desproporcinado a su rendimiento, que incumplen descaradamente los horarios y que desmoralizan a los contribuyentes que se ven obligados a frecuentar las antesalas ministeriales. Estas observaciones se limitan al terreno de la eficacia y la productividad. Pero todav¨ªa m¨¢s graves son? los casos de cohecho corrupci¨®n, cuando la funci¨®n p¨²blica es utilizada como cobertura e instrumento para el il¨ªcito enriquecimiento personal. Queda finalmente, un tercer aspecto: el puro y simple despilfarro en forma de pensiones de dif¨ªcil justificaci¨®n, la proliferaci¨®n de coches oficiales, o las cuentas de gastos de algunos restaurantes.M¨¢s trabajo, ning¨²n robo y supresi¨®n del despilfarro son las tres cosas que se pueden exigir a la clase gobernante y al funcionariado p¨²blico. La creaci¨®n de una cornisi¨®n parlamentaria consagrada al saneamiento de la Administraci¨®n librar¨ªa a la prensa diaria y a las revistas el penoso deber de elegir entre la publicaci¨®n de informaciones y noticias escandalosas y desmoralizadoras y el mantenimiento de un silencio c¨®mplice.