No es una m¨¢quina

Movida por la indignaci¨®n que ha provocado en m¨ª eispoi publicitario lanzado por una conocida firma de electrodom¨¦sticos, arguyendo m¨¢s o menos que toda mujer necesita un lavav ajillas de su Firma porque ?t¨² no eres una m¨¢qu¨ªna? y haciendo recuento de las horas que invierte un ama de casa anualmente en lavar platos, me siento obligada a hacer las siguientes observaciones:1? Cuando una familia adquiere un electrodom¨¦stico no lo hace porque el ama de casa se sienta un objeto, sino para reducir el tiempo de trabajo en casa, evitar incomodidades, etc¨¦tera, es decir, obtener una utilidad fisica y no espiritual. Gracias a Dios, todav¨ªa no he conocido a ninguna mujer que se haya ?realizado? con la compra de un electrodom¨¦stico.

2? Por otra parte, ser¨ªa interesante meditar el hecho de que la compra del friegaplatos supone generalmente para una familia muchas horas de trabajo, que en la mayor parte de los casos es mon¨®tono y ?maquinal?.

Incluso la firma en cuesti¨®n deber¨ªa plantearse con el mismo enfoque el trabajo de ?m¨¢quinas? que realizan sus trabajadores en las cadenas-de montaje. Conf¨ªo que sean tratados como personas y no como m¨¢quinas.

3? Si lo que la mencionada firma ha ptetendido es causar impacto por su originalidad y agresividad, lo ha conseguido. S¨ª han tratado de sublevar a las Vnujeres para que ?exijar¨ª? a sus maridos tal compra, conf¨ªo en que su argumento no las convenza. La mujer tiene motivos para sublevarse. s¨ª. pero frente a problemas m¨¢s trascendentes.