Riesgo de huelga nacional en los centros Sanitarios de la Seguridad Social
Aunque con diferente intensidad, seg¨²n los centros, ayer se registr¨® una jornada de protesta generalizada en las principales cl¨ªnicas y hospitales de la Seguridad Social de Madrid. Los enfermos que acud¨ªan a consultas se encontraron, desde primeras horas de la ma?ana, con el inusitado espect¨¢culo de asambleas, y padecieron los efectos de paros y huelgas.
La protesta, que no supuso desatenci¨®n en los servicios de urgencia, reanimaci¨®n (UVI) o aplicaci¨®n de medicamentos a los enfermos internados, se materializ¨® en una huelga en la Residencia Sanitaria La Paz, en un paro de dos horas en la Cl¨ªnica de Puerta de Hierro y en asambleas permanentes en la Residencia Primero de Octubre y en la Cl¨ªnica del Trabajo.Los trabajadores, que a lo largo de toda la jornada esperaron una respuesta positiva -un gesto- del Instituto Nacional de Previsi¨®n o del Ministerio de Sanidad, a sus reivindicaciones sobre la derogaci¨®n de un reciente decreto que limita la contrataci¨®n de plantillas y el restablecimiento del disfrute de un s¨¢bado de descanso alterno, que ahora se les ha suprimido ?por necesidades de servicio?, no obtuvieron ninguna reacci¨®n oficial. Directores de algunos de estos centros, seg¨²n los trabajadores, desaparecieron o se hicieron inasequibles al personal. Otros comentaron que no hab¨ªa posibilidad de una r¨¢pida respuesta ?porque era s¨¢bado, y los s¨¢bados al INP no va nadie?.
Frente al mutismo oficial, los trabajadores, hasta ayer muy desligados entre unos centros y otros, fueron creando una coordinaci¨®n informativa y de acci¨®n, que llev¨® al acuerdo, refrendado por todas las asambleas, de estudiar ma?ana, a primera hora, la posibilidad de ir a una huelga general y realizar una manifestaci¨®n p¨²blica, que muy probablemente confluir¨¢, desde los distintos centros, a la sede del Ministerio de Sanidad.
A ¨²ltima hora de ayer el INP, seg¨²n nota recogida por Cifra, calific¨® las libranzas de un s¨¢bado s¨ª y otro no ?como medida unilateral de alg¨²n centro hospitalario de Madrid?, adoptada sin permiso y que podr¨ªa originar gastos contrarios al pacto de la Moncloa. Por otra parte, en cuanto a la congelaci¨®n de plantillas, record¨® las excepciones que contempla la orden ministerial de 29 de septiembre.
En La Paz, sin duda el centro pionero en la jornada de protesta de ayer, se establecieron comit¨¦s interestamentales que se ocuparon en todo momento de tener debidamente atendidos los servicios especiales. Hubo, s¨ª, algunos peque?os fallos, en cuanto a los servicios de alimentaci¨®n. a los m¨¦dicos de guardia, pero el desarrollo del paro fue en t¨¦rminos generales muy ordenado. A este desarrollo, sin incidencias graves, contribuy¨® la elecci¨®n del d¨ªa, s¨¢bado, en que la afluencia de enfermos a consulta es sensiblemente menor a la de los dem¨¢s d¨ªas de la semana. Los efectos sobre los asegurados se dejar¨¢n sentir mucho m¨¢s ma?ana, si los trabajadores deciden continuar y generalizar la huelga.
En solidaridad con los centros citados, la cl¨ªnica Ram¨®n y Cajal (Piramid¨®n), que depende directamente de la Delegaci¨®n Nacional del INP, y no de la Provincial, decidi¨® desde primeras horas, seg¨²n la agencia Cifra, sumarse a la huelga de la Residencia Sanitaria La Paz y atender exclusivamente las urgencias.
La protesta de los centros madrile?os, m¨¢s notoria por su naturaleza que por los efectos reales que tuvo sobre el ciudadano, se enmarca en el clima de tensi¨®n laboral que desde hace meses se da en todos los centros y estamentos profesionales de las residencias de la Seguridad Social. En otras ciudades, como Pamplona, se hab¨ªan producido con anterioridad paros y asambleas; ayer tuvo lugar una en la residencia de Badajoz. Las manifestaciones, para el lunes hay prevista una en Gij¨®n, y los cortes de tr¨¢fico en las proximidades de los centros, vienen siendo otras de las muestras frecuentes del malestar de este importante colectivo de trabajadores.
Los trabajadores, que son conscientes de que hay que sanear y rentabilizar la Seguridad Social, insisten en que ello no debe hacerse a costa de la atenci¨®n sanitaria al enfermo o mediante la explotaci¨®n del personal dedicado a la misma.
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