Indultar a los PNN
S¨ª, la dictadura franquista contin¨²a para los que durante ella y en virtud de ella fuimos arbitraria e injustamente privados del ejergicio de alg¨²n derecho humano fundamental y no hemos visto cambiar nuestra situaci¨®n con el nuevo Gobierno. Pertenezco a la clases de los profesores de Instituto que hace ya tres a?os largos fuimos separados de la docencia sin mediar expediente alguno ni motivos administrativos o acad¨¦micos, sino por desafecci¨®n al r¨¦gimen pol¨ªtico dominante y por obra de los caciques de turno. El procedimiento fue sencillo: no renovamos el contrato.Despu¨¦s de la muerte de Franco se arbitraron medidas de gracia, como los indultos de los que se beneficiaron no pocos espa?oles. Finalmente, la ley de amnist¨ªa ha alcanzado o alcanzar¨¢ no s¨®lo a personas que han sido sancionadas por el ejercicio de derechos c¨ªvicos, sino hasta a delincuentes y personas violentas que han abusado de su poder contra ciudadanos pac¨ªficos. Para nosotros, los profesores represaliados -los pocos que sin duda quedaremos- no ha habido lugar ni a indulto ni a amnist¨ªa. Y por parad¨®jico que parezca, as¨ª ten¨ªa que ser, pues nosotros no hemos cometido delito alguno ni he mos sido sancionados ni expedien tados, pues para dejarnos fuera de juego ha sido suficiente la no renovaci¨®n de un contrato administrativo, que hasta ahora ha dejado las manos libres a la Administraci¨®n para eliminar a los profesores que no le resultaban gratos. Hemos si do las v¨ªctimas propiciatorias de la arbitrariedad y de la discrecionalidad erigidas en norma; hemos sido las v¨ªctimas de un r¨¦gimen que ha abusado del poder vaci¨¢ndolo de todo contenido ¨¦tico al utilizarlo precisamente en contra de su pro pia esencia y funci¨®n, pues en vez de promover los derechos huma nos fundamentales -tal es el derecho al trabajo- los ha pisoteado vilmente. Se comprende f¨¢cilmente que esto haya podido ocurrir durante la dictadura. Lo que ya resulta menos comprensible es que en el actual momento pol¨ªtico, en el que tanto se presume de democra cia y de haber logrado la reconci liaci¨®n nacional, los profesores represaliados -los pocos que quedemos, aunque fuera uno s¨®lo- continuemos en la situaci¨®n de marginaci¨®n en que nos puso la dictadura, ignorados por todos los que por acci¨®n o reacci¨®n tendr¨ªan que ha ber solucionado nuestra situaci¨®n: el Gobierno, los partidos pol¨ªticos de la oposici¨®n y la Coordinadora de PNN. Porque debe quedar esto bien claro: mientras haya marginados por motivaciones pol¨ªticas -y por ello estamos represaliados todav¨ªa algunos profesores-, la dictadura contin¨²a. Y para terminar, tres preguntas: ?Est¨¢ decidido el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia a acabar en sus dominios con las secuelas de la dictadura readmiti¨¦ndonos como es debido? ?Son tan democr¨¢ticos los partido, pol¨ªticos de la oposici¨®n, que no han presionado para que en la elaboraci¨®n de la ley de amnist¨ªa fuera contemplada tambi¨¦n nuestra situaci¨®n? ?Se solidarizar¨¢ la Coordinadora de PNN con los PNN de JNB que han sido repre saliados y presionar¨¢ al Ministerio para que sean readmitidos en las mismas condiciones en que est¨¢n los restantes PNN?
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