Un solo centro para abastecer a ocho millones de habitantes
Una vez que se hubo tomado la decisi¨®n, en el a?o 1967, de que Madrid contara, definitivamente, con un solo mercado central, el Ayuntamiento hubo de poner manos,a la obra a la b¨²squeda de un terreno. Tras varias alternativas que se le ofrecieron, la decisi¨®n recay¨® sobre una extensi¨®n ,de 170 hect¨¢reas, situada al borde del futuro Cuarto Cintur¨®n de Ronda, entre los antiguos pueblos de Vallecas y de Villaverde, a unos cinco kil¨®metros al oeste de la ya existente autopista de Valencia.La distribuci¨®n geogr¨¢fica de Mercamadrid, dentro de esa extensi¨®n de terreno, se calcul¨®, de acuerdo con las necesidades de abastecimiento, en s¨®lo cien hect¨¢reas. Las otras setenta hect¨¢reas han quedado, de momento, en bruto, con un c¨¢lculo para las posibles ampliaciones que, en un futuro, pueda sufrir el mercado.
La financiaci¨®n de Mercamadrid parte del Estado, a trav¨¦s de una serie de pr¨¦stamos, amortizables mediante las rentas derivadas de la ocupaci¨®n del mercado por los mayoristas, en cincuenta a?os. Es justamente ese el plazo fijado para que las instalaciones reviertan autom¨¢ticamente al Ayuntamiento y pase a ser la Corporaci¨®n municipal el ¨²nico propietario.
La poblaci¨®n a la que te¨®ricamente ha de servir Mercamadrid .es la del ?horizonte 2000?, es decir, hasta un m¨¢ximo de ocho millones de habitantes que los c¨¢lculos m¨¢s pesimistas dan para esa fecha.
Aunque no existen todav¨ªa a estas alturas unos plazos firmemente marcados para el traslado hasta la carretera de Villaverde a Vallecas de los actuales mercados centrales, lo que s¨ª est¨¢ establecido es el orden en que ¨¦ste haya de efectuarse. El primero en irse del centro de Madrid ser¨¢ el mercado central de Pescados, actualmente en la Puerta de Toledo. Despu¨¦s ser¨¢ el de Frutas y Verduras de Legazpi, para terminar con el Matadero, hoy en el paseo de la Chopera, cuyo traslado exige una m¨¢s compleja instalaci¨®n, que ha de acarrerar el empleo de mucho m¨¢s tiempo.
Precisamente, el Matadero est¨¢ conceptuado como un centro de sacrificio a nivel regional, acomodado ¨²nicamente a las necesidades que, en cada momento, tenga Madrid. Pero, paralelamente a ello, el Matadero habr¨¢ de servir como un centro de concentraci¨®n de carnes procedentes de otros mataderos.
Zona de actividades complementarias
Una parte de las cien hect¨¢reas que, de momento, se van a ocupar de toda la extensi¨®n de Mercamadrid estar¨¢ dedicada a la instalaci¨®n de lo que se ha denominado por parte de Mercasa la Zona de Actividades Complementarias (ZAC).
En esta zona, aparte de las instalaciones comunes propias de un mercado, sobre todo de este tipo, tales como almacenes o centros de clasificaci¨®n de productos, se instalar¨¢ todo un complejo que se ha calificado, como centro de atracci¨®n, y al que podr¨¢n concurrir no s¨®lo los minoristas o los mayoristas ocupantes del mercado, sino tambi¨¦n el p¨²blico que as¨ª lo desee. Estar¨¢ compuesta esta ZAC por una serie de instalaciones, tales como cines, un hipermercado, estaci¨®n de servicio, restaurantes, etc¨¦tera.
Pero todo este complejo, aunque se terminara ma?ana mismo, no podr¨ªa entrar en servicio porque le falta algo fuudamental de lo que parece que tanto el Estado como el Ayuntamiento se han olvidado -aunque m¨¢s el primero-: una buena redde comunicaciones.
Un mercado central, m¨¢xime cuando en ¨¦l se pretenden instalar los tres existentes en la actualidad en un solo lugar, produce una densidad de circulaci¨®n automovil¨ªstica, sobre todo de camiones, muy importante. La carretera m¨¢s cercana a la actual ubicaci¨®n de Mercamadrid, la que une los antiguos municipios de Vallecas y Villaverde, hoy en muy mal estado, adem¨¢s, no puede tener, en ning¨²n momento, la capacidad de absorci¨®n de un tr¨¢fico pesado de esa categor¨ªa.
Se impon¨ªa, por tanto, la construcci¨®n de una nueva carretera -a ser posible, una autopista- que sirviera de v¨ªnculo de uni¨®n fisica con la ciudad. ?No se preocupen -se dijo en el Ministerio de Obras P¨²blicas-: esa carretera puede ser el tramo del Cuarto Cintur¨®n de Ronda, que une la autopista de Andaluc¨ªa con la de Valencia y que, adem¨¢s, pagar¨¢ el concesionario de la nueva autopista de peaje de Andaluc¨ªa, la que ha de llegar hasta Mora, en la provincia de Toledo.?
Todo el mundo se fi¨® de esa aseveraci¨®n, pero resulta que, a?os m¨¢s tarde, cuando la explanaci¨®n de los terrenos de Mercamadrid estaba en marcha, el Gobierno -evidentemente, no es el mismo que hab¨ªa dicho lo de la construcci¨®n de un tramo del Cuarto Cintur¨®n de Ronda- decidi¨® que el pa¨ªs deber¨ªa replantearse la pol¨ªtica de autopistas. El tal replanteamiento consisti¨®, fundamentalmente, en que, de momento, no se da ni una sola concesi¨®n.
Parece ser que la soluci¨®n est¨¢, a la espera de que alguna vez se convierta en realidad el tramo del Cuarto Cintur¨®n entre las dos autopistas mencionadas, en la construcci¨®n de unos cinco kil¨®metros de carretera -desde la autopista de Valencia hasta Mercamadrid- que pueda tener un m¨ªnimo de tres carriles de circulaci¨®n, dando prioridad en cada sentido -con dos carriles-, seg¨²n las necesidades del mercado central. Para terminar la posible soluci¨®n, hay que contar tambi¨¦n con el ferrocarril, que, s¨®lo utilizado ahora por Retife para su transportes entre las distintas es taciones de Madrid, podr¨ªa servir, llegado el momento, con la construcci¨®n de -un peque?o muelle en Mercamadrid, para dar servicio al nuevo mercado central.
Falta informaci¨®n
Han sido muchas las voces que, hablando en favor de la construcci¨®n de Mercamadrid, han asegurado qt¨ªe ofrec¨ªa, entre sus m¨²ltiples ventajas, la posibilidad de que, al haber una concurrenc ?a mucho mayor de contra tistas, el consumidor madrile?o viera c¨®mo bajaban los precios de los alimentos de consumo m¨¢s corriente y necesario. Consecuencias de una mayor competencia, en funci¨®n de la ley de la oferta y la demanda, dijeron.
EL PAIS ha intentado conocer, en este y otros aspectos, la opini¨®n que, sobre Mercamadrid, tienen los minoristas ylos mayoristas que habr¨¢n de ser, en el futuro, sus usuarios. Las respuestas variaban, en raz¨®n directa a que el preguntado supiera o no algo sobre lo que es un mercado central. Pero, aun entre los que sab¨ªan qu¨¦ es lo que podr¨ªa suponer para la ciudad su nuevo mercado central, la contestaci¨®n era un¨¢nime: ?Yo no le puedo decir mucho. A m¨ª nadie me ha dicho qu¨¦ es ni c¨®mo va a funcionar.?
?Mire. -dec¨ªa un carnicero-: yo pienso que con un mercado central. m¨¢s amplio, con m¨¢s mayoristas, se puede conseguir que los precios bajen y que podamos, entre todos, establecerlos y comprar a quien queramos y lo que queramos. Pero, mientras est¨¦ el Ayuntamiento de por medio, dudo mucho que se pueda conseguir algo positivo. Eso de Mercamadrid, ?es del Ayuntamiento??
Y los mayoristas tampoco est¨¢n mucho m¨¢s informados. En este caso, el que se convirti¨® en su portavoz fue Ignacio Egea, presidente de la Asociaci¨®n de Empresarios Mayoristasde Madrid.
?Nosotros, en principio -dice el se?or Egea-, estamos a favor de que se construya Mercamadrid: aqu¨ª es que ya no cabemos. Aunque s¨®lo sea por una cuesti¨®n de espacio, el nuevo mercado es muy necesario. Lo que yo no s¨¦ es por qu¨¦ han tardado tanto. Pero la verdad es que nadie ha venido a decirnos oficialmente qu¨¦ es Mercamadrid y en qu¨¦ forma nos vamos a integrar a ¨¦l. Todo lo que sabemos es por o¨ªdas.?
Preguntado sobre si tem¨ªan los mayoristas la mayor competencia que se dar¨ªa en un nuevo mercado central, m¨¢s amplio, respondi¨®: ?En absoluto. Nosotros no tenemos por qu¨¦ temer a la competencia. Es m¨¢s, todo lo que sea reducir los precios para el consumidor redundar¨¢ en bene ficio de la ciudad, y eso es lo que queremos.?
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