Con diez a?os de retraso
Con diez a?os de retras¨® nos llega el segundo largometraje de Dusan Makavejev. El primero -El hombre no es un p¨¢jaro (1965)- y los tres ¨²ltimos -Inocencia sin defensa (1968), Wilhem Reich: los misterios del organismo (1971) y Sweet Movie (1974)- siguen sin estrenarse en nuestro pa¨ªs. Dusan Makavejev destaca como el director-estrella en el gris panorama del cine yugoslavo. Su descubrimiento en la segunda mitad de los a?os sesenta coincide con la eclosi¨®n de las cinematograf¨ªas del Este.Por su estilo depurado, su capacidad meticulosa de observaci¨®n, su tono ir¨®nico-cr¨ªtico y su sentido del humor, el cine de Makavejev podr¨ªa muy bien emparentarse con el de los grandes maestros de la comedia checoslovaca: Milos Forman, Vera Chitilova, Jiri Menzel e Ivan Passer. La caracter¨ªstica m¨¢s destacada de su obra es el gusto por el collage, tratamiento en el que insiste en todas sus pel¨ªculas. Se siente en ello la influencia de cierto cine occidental y, notablemente de las pel¨ªculas de Jean-Luc Godard. La madurez del estilo de Makavejev no aparece claramente hasta su tercera y mejor pel¨ªcula: W. R.: los misterios del organismo y en Sweet Movie todo se queda en un brillante desmadre que escandalizar¨ªa al Festival de Cannes de 1974.
Ljubavni slucaj, tragedija sluzbenice
P. T. T. (Un affaire de coeur).Gui¨®ny direcci¨®n: Dusan Makavejev. Fotograf¨ªa: Aleksander Petro vic. M¨²sica: Dusan Aleksic. Int¨¦rpretes: Eva Ras, Ruzica Sokic, Slobodan Aligrudic y Miodrag Andric. Yugoslava, 1967. Local de estreno: Peque?o Cinestudio.
Makavejev desarrolla paralelamente a una historia central otras historias. Estas unas veces enriquecen y complementan el discurso principal, otras lo entorpece voluntariamente con la intenci¨®n de fragmentarlo y hasta de ofrecer un contrapunto -humor¨ªstico. Makavejev gusta de interrumpir sus historias para suministrarnos datos t¨¦cnicos, estad¨ªsticas, informaciones de car¨¢cter hist¨®rico y sociol¨®gico. Con ello sus pel¨ªculas no pierden unidad, sino todo lo contrario. Makavejev no comparte la timidez visual de la mayor¨ªa de los cineastas del Este, sino que gusta de im¨¢genes provocadoras, chocantes y barrocas, de juegos y paradojas. Su discurso es abiertamente liberalizador y en ¨¦l, el sexo y su desmitificaci¨®n ocupan un lugar importante.
En La tragedia de una empleada de tel¨¦fonos -m¨¢s conocida por su t¨ªtulo franc¨¦s: Un affaire de coeur- Makavejev describe los, amores de una joven bella y vital telefonista, con un siniestro funcionario, en un estilo que hace pensar en el Forman de Los amores de una rubia.
La cr¨ªtica y la ir¨®n¨ªa de Makavejev no se dirige y limita a unas instituciones determinadas, sino que se hace extensiva a los modos de vida que ¨¦stas segregan.
Una pel¨ªcula que se deja ver muy bien, que no ha envejecido a pesar de los diez a?os transcurridos desde su realizaci¨®n.
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