Trabajo pedir¨¢ informaci¨®n sobre Intelhorce al INI

?En principio no soy pesimista, aunque reconozco que la situaci¨®n es grave y delicada?, ha declarado el director general de Empleo, Rafael Coss¨ªo, en torno al futuro de la empresa Intelhorce.

Respecto a la posibilidad de que la propiedad de Intelhorce retorne al INI, el se?or Coss¨ªo ha dicho que ello no es competencia del Ministerio de Trabajo, sino del de Industria. ?No obstante, en los pr¨®ximos d¨ªas, y una vez que el grupo Castell conteste a dos cuestiones importantes que le hemos formulado, comenzar¨¦ las gestiones en torno a esta posibilidad.? La visita a M¨¢laga del director general de Empleo ha coincidido con la de los miembros del consejo de gerencia del grupo Castell, se?ores Mart¨ªnez Barril y Claramunt. Los tres se reunieron con el comit¨¦ de empresa de la factor¨ªa y con el gobernador civil, se?or Riverola. En el transcurso de esta reuni¨®n, se le pidi¨® a la empresa que conteste antes del lunes a dos cuestiones que se juzga necesario conocer para poder entrar de lleno en la soluci¨®n del tema. Estas dos cuestiones son las siguientes: detalles concretos del contrato mediante el cual Intelhorce, pas¨® del INI al grupo Castell y postura actual de la empresa, sobre si est¨¢ dispuesta a postergar la presentaci¨®n del expediente de regulaci¨®n de jornada laboral semanal hasta final de este a?o.El verdadero caballo de batalla de cuantas gestiones han venido realizando, hasta ahora en relaci¨®n a este problema consiste en el contrato de venta de Intelhorce al grupo Castell. Este contrato ha sido solicitado varias veces con resultados negativos por el comit¨¦ de empresa y de ¨¦l se sabe muy poco. Se conoce, eso s¨ª, que la f¨¢brica fue vendida por el INI el d¨ªa 29 de diciembre de 1972, cuando era presidente del instituto Claudio Boada, en 852 millones de pesetas, cuando su valor era sensiblemente superior. Adem¨¢s, en el momento de la venta hab¨ªa unos almacenamientos de algod¨®n por valor de unos cuatrocientos millones de pesetas, que aument¨® su valor cuando en los primeros d¨ªas de enero de 1973 el Consejo de Ministros aprob¨® un aumento del precio de este producto. Paralelamente, el mismo INI concedi¨® un cr¨¦dito de quinientos millones de pesetas al grupo comprador a pagar en veinte a?os.

Todos estos detalles son conocidos ya por la opini¨®n p¨²blica malague?a, que est¨¢ muy concienzada en este tema. En la manifestaci¨®n organizada por diversas centrales sindicales hace unos d¨ªas, contra el pacto de la Moncloa, uno de los gritos m¨¢s coreados fue el de ?Intelhorce es de M¨¢laga?, y todo indica que una soluci¨®n a este problema que no pasara por el mantenimiento de todos y cada u no de los 3.000 puestos de trabajo y por la potenciaci¨®n de la f¨¢brica ser¨ªa rechazada por M¨¢laga. Y es que adem¨¢s de los datos anteriores, el hecho de que Claudio Boada, cuando dej¨® la presidencia del INI, fuese nombrado vicepresidente del consejo de administraci¨®n del grupo Castell da pie a pensar que hubo muchos puntos oscuros en la operaci¨®n de venta de Intelhorce.